Carta falsa sobre lobos sueltos: Campaña de propaganda de las Fuerzas Canadienses que salió mal

Carta falsa que advertía sobre unos lobos sueltos forma parte de una campaña de propaganda de las Fuerzas Canadienses que salió mal

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Una carta del gobierno de Nueva Escocia enviada a los residentes para advertir sobre una manada de lobos sueltos en la provincia fue forjada por personal militar canadiense como parte de una misión de entrenamiento de propaganda que se descarriló.

En la carta se decía a los residentes que tuvieran cuidado con los lobos que habían sido reintroducidos en la zona por los gobiernos provincial y federal y se les advertía que los animales estaban ahora deambulando por el Valle de Annapolis. La carta, que más tarde se hizo pública, suscitó preocupación y preguntas entre los residentes, pero más tarde fue calificada de “falsa” por el gobierno de Nueva Escocia, que no sabía que los militares estaban detrás del engaño.

El entrenamiento también implicó el uso de un altavoz para generar sonidos de lobo, confirmaron las Fuerzas Canadienses a este periódico.

La carta falsa fue parte de las nuevas habilidades que están siendo probadas por los militares para lanzar misiones de propaganda en casa y en el extranjero. La carta fue desarrollada por especialistas en guerra de información con los Halifax Rifles, una unidad de reserva.

No sólo falsificaron el logotipo de la División de Vida Silvestre del Departamento de Tierras y Bosques de Nueva Escocia, sino que también atribuyeron la carta a un verdadero empleado del gobierno de Nueva Escocia, aunque no tenían permiso para hacerlo. El número de teléfono que figuraba en la carta, al que los residentes debían llamar si les preocupaban los lobos, fue rastreado por este periódico hasta el número de trabajo de un empleado del Ministerio del Medio Ambiente de Canadá, que también parece ser un reservista de las Fuerzas Canadienses.

Las Fuerzas Canadienses revelaron su papel detrás de la carta falsa la semana pasada al gobierno de Nueva Escocia y luego el fin de semana a los medios de comunicación locales. Los medios informaron que el personal militar había escrito la carta, pero no sabían por qué.

Emma Briant, una profesora del Bard College en EE.UU. que se especializa en la investigación de la propaganda militar, dijo que lo que las Fuerzas Canadienses hicieron fue una gran violación de la ética. “Esto es muy excesivo”, dijo Briant. “Es un camino muy peligroso cuando empiezas a dirigirte a tu propio público con información falsa y tratar de manipularlo”.

Briant dijo que el engaño no tiene nada que ver con los lobos; probablemente fue un ejercicio para probar las habilidades de los militares para tratar de manipular a la población con información falsa. “Comienzas un rumor sobre lobos sueltos y luego ves cómo reacciona el público”, añadió.

Operaciones de engaño similares fueron probadas por contratistas de SCL, una empresa de propaganda que había trabajado para los militares estadounidenses y británicos en Afganistán y otros lugares de Asia. En esos casos, se transmitió información falsa a los aldeanos para convencerlos de que no enviaran a sus hijos a escuelas religiosas donde podrían radicalizarse. Pero en lugar de ser sinceros, los contratistas prepararon una campaña de información en la que afirmaban que los pedófilos operaban en escuelas religiosas y que los padres no debían enviarlos allí, porque sus hijos correrían el riesgo de ser abusados.

El portavoz del Departamento de Defensa Nacional, Dan Le Bouthillier, dijo que la carta falsa no estaba destinada a ser divulgada al público y que se está llevando a cabo una investigación para determinar cómo sucedió. La carta era una ayuda para el entrenamiento de la propaganda. Le Bouthillier dijo que no sabía por qué el altavoz estaba configurado para transmitir sonidos de lobo y que también se investigará.

La iniciativa de entrenamiento no siguió el proceso de aprobación establecido y no fue aprobada por los altos dirigentes, añadió.

El entrenamiento de propaganda de Nueva Escocia llega cuando las Fuerzas Canadienses se encargan de sus capacidades para llevar a cabo la guerra de información, operaciones de influencia y otras misiones de engaño dirigidas a las poblaciones en el extranjero y, si es necesario, al público canadiense.

Briant reveló el lunes que las Fuerzas Canadienses gastaron más de un millón de dólares en la formación de sus oficiales de asuntos públicos en habilidades para influir en las poblaciones objetivo.

En julio, este periódico informó de que un equipo asignado a una unidad de inteligencia militar canadiense supervisaba y reunía información de las cuentas de los medios sociales de la población de Ontario, alegando que esa extracción de datos era necesaria para ayudar a las tropas que trabajaban en hogares de atención a largo plazo durante la pandemia de coronavirus. La reunión incluyó comentarios hechos por el público sobre el fracaso del gobierno provincial en el cuidado de los ancianos de la provincia. Esos datos se entregaron al gobierno de Ontario, con una advertencia del equipo que representaba una reacción “negativa” del público.

Este periódico informó al mismo tiempo que las Fuerzas Canadienses planificaron una campaña de propaganda destinada a atajar la desobediencia civil de los canadienses durante la pandemia de coronavirus. En el plan se utilizaron tácticas de propaganda similares a las empleadas contra la población afgana durante la guerra en Afganistán, incluidos camiones con altavoces para transmitir mensajes gubernamentales. La operación de propaganda nunca se puso en marcha.

Además, algunos oficiales militares canadienses han sugerido la creación de cuentas falsas en Facebook y otros medios de comunicación social para llevar a cabo operaciones de engaño, así como el aprovechamiento de las cuentas de los medios de comunicación social de los miembros de las Fuerzas Canadienses, los académicos que se solidarizan con los militares y los altos funcionarios militares jubilados para desafiar a los políticos y periodistas de la oposición que plantean cuestiones controvertidas en relación con las Fuerzas Canadienses.

Las Fuerzas Canadienses subrayan que siguen directrices éticas en sus operaciones de propaganda.

Pero otros miembros del ejército dicen que no es así, y señalan la operación de Nueva Escocia como un ejemplo destacado, ya que violó la ley de privacidad canadiense y el Código Penal cuando los soldados falsificaron documentos.

La carta falsa del lobo fue fechada el 19 de septiembre, dos días después de que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el General Jon Vance, se reuniera con altos líderes militares para explicar “el valor de la toma de decisiones éticas y la importancia de mantener la credibilidad de la CAF siendo honestos y transparentes en todo lo que hacemos”.

Fuente: Forged letter warning about wolves on the loose part of Canadian Forces propaganda campaign that went awry

 

Canadian Military fake wolves fear campaign exposed! But you won’t believe what they are doing next!
https://www.bitchute.com/video/HyIINlDnbon1/

sElection Chaos Proceeds as Planned – #NewWorldNextWeek
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The Canadian Military Declares War on Canadians – #PropagandaWatch
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