Cita por Tinder

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 20 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Después de la experiencia con Cata y Fred en ese trío, mi vida se volvió un poco más liberal que de costumbre. Me sentía como mucho más libre por así decirlo, más loca. Ya había pasado el tiempo y el año por fin había terminado, por suerte había aprobado todos mis ramos y podía regresar tranquila a mi casita.
Cata y Rut volvieron a sus casas para las vacaciones, no quedamos en nada debido a que me dedicaría a trabajar durante el verano para sacar unas cuantas luquitas. Así que una vez que tomé el bus, me fui relajada, me había ido bien en el año y había tenido otras experiencias que no pensé llegar a tener.
Llegando a casa me recibieron mis padres muy alegres, me había preparado una rica once por mis esfuerzos y por haber aprobado mis ramos. Me habían ofrecido un viaje al sur, pero para mi era necesario trabajar para no tener que depender todo el tiempo de mi padre. Ellos lo entendieron y se sintieron igual un poco satisfechos al notar que su hija quería valerse por sí misma.
Pasaron los días e intenté buscar algún trabajito en el que ganar platita y mantenerme ocupada durante el verano, así que por suerte no me costó hallar uno. La gente cuando anda necesitada de gente, jaja aceptan todo.
Ahí conocí a Rita, digamos jaja. Una niña super amable y muy tierna por lo demás. Es una joven muy linda que me dio la bienvenida y también me enseñó de qué iba todo en el trabajo. Así pude aprender más rápido qué era lo que tenía que hacer, obviamente no voy a decir en qué trabajé por temas de privacidad, pero no era nada tranfugo jaja. Así que calmación.
Pasaron los días y me estaba yendo super bien, me acomodé como nunca y poco a poco iba llegando el pago por mi trabajo. De pronto, pillé a Rita sonriendo a su celular y me acerqué para molestarla. Ella se hizo la loca y comenzamos a reírnos nada más. Ahí fue cuando le pregunté en qué andaba y me mostró la pantalla de su celular.
Me estaba mostrando una aplicación que tenía abierta, en donde estaba chateando con un chiquillo super guapo. Muchos conocerán quizás que la app Tinder sirve para encontrar citas y conocer chicos y chicas cerca de la ubicación del usuario.
Me tincó meterme y crear una cuenta, y al cabo de unas horas me empezaron a llegar muchos likes. No me creía que había tanta gente metida en esa app jaja, el tema era que no podía ver quienes me dejaban sus likes porque tenía que pagar. Y ni ahí con eso jaja.
El tema es que ahí encontré a un chiquillo super lindo y le di mi like. Me salió la notificación de que habíamos hecho el famoso match y me sentí extraña jaja, aunque era genial igual.
Su nombre era Paul, por ponerle un nombre jaja, no vaya a ser cosa de que alguno de mis lectores sea ese chiquillo :O
En fin, nos pusimos a conversar harto y por suerte era de la misma ciudad que yo, así que estuvimos conversando durante un buen tiempo para conocernos. Mi trabajo iba bien y ya se acercaba el fin del mes de Enero, yo ya estaba decidiendo tomarme un descanso para tener todo Febrero para mi sola.
Y así se fue, me pagaron lo que trabajé y regresé a mi casa para cambiarme de ropa porque iba a tener mi primera cita con Paul. Me puse un vestido celeste y unas zapatillas converse rosadas que me encantaban muchísimo.
Fui toda preparada para ver a ese chico que había llegado vestido quizás no tan formal como yo esperaba jaja pero en fin, tampoco tenía tantas expectativas.
Durante esa tarde compartimos harto y lo pasamos bien, se notaba que igual había algo de química pero sabía que yo sólo era una opción entre tantas otras chicas en una app de citas.
No me lo tomé tan en serio tampoco, simplemente lo fui conociendo de a poquito durante unas cuantas citas más. Se notaba al menos que no era un mal cabro, no era irrespetuoso ni tampoco andaba de apurón con las juntas que hacíamos. Eso me gustaba mucho, al menos en un hombre, me gusta que no sea de esos que quieren todo al tiro o llegar y tirar. Hay un proceso delicado y eso me gusta.
Al cabo de unas semanas me invitó a bailar a una disco, ahí bailamos hasta super tarde jaja, se pasó super bien hasta que ya eran como las 3 de la mañana y decidimos irnos. Él me llevó hasta mi casa y cuando estábamos en la puerta, me decidí y le di un beso que me correspondió super bien. Luego de eso entré a mi casa para dormir.
Pasaron unos cuantos días en que nos seguíamos conociendo entre salidas, hasta que Paul me invita a salir a otro lugar. Nos dirigimos a un restaurant en donde comimos hartas cosas ricas, la verdad es que se pasó muy bien y además, el ambiente era super bonito. Después de comer, me invitó a que visitara su departamento, "sin compromiso" me dijo jaja. Yo ya sabía para dónde quería él que terminara la cita, pero preferí no decir nada para ver hasta dónde era capaz de llegar el muchacho.
Él andaba en el auto de su papá, que se lo había prestado jaja y simplemente lo seguí para que me llevara. Obviamente él no iba a andar diciendo que quería tirar conmigo en su departamento o algo así jaja, iba a matar toda la magia, pero yo ya sabía que esa era su intención. Y después de todas las citas que tuvimos, el tiempo conociéndonos igual ya había sido suficiente para mi.
Después del viaje en auto, entramos al subterráneo de un edificio en donde Paul se estacionó. Ahí estuvimos un poquito de rato conversando, hasta que me decidí y me acerqué para darle un beso.
Él lo correspondió y lentamente sentí cómo su mano, que estaba en mi cintura, iba bajando a mi trasero. Yo estaba con un vestido de color rojo en ese momento y se sentía con más facilidad el movimiento de su mano. Lo dejé con su mano mientras nos seguíamos besando y sentía cómo apretaba mi pierna, era un momento bastante exquisito y me sentía bien.
Luego de un rato, me acomodé en mi asiento y le susurré: "Dedéame porfa". Hubieran visto su cara jaja no se lo podía creer. Y ahí empezó por levantar un poco mi vestido y acariciarme sobre el calzón. Tomé su mano con decisión y la metí por debajo para que fuera al grano.
Su mano se sentía un poco fría, así que di un leve saltito jaja. Pero luego de eso, fue majestuoso sentir sus dedos frotando mi vulva. Si bien el niño demostraba tener un poco de experiencia en lo que hacía, iba todo perfecto hasta que después de un rato le quité la mano de ahí.
Él me quedó mirando con extrañeza, porque pensaba que me había enojado o algo jaja. Pero me acerqué a besarlo otra vez mientras ponía mi mano sobre su regazo. Su pene estaba completamente duro, y lograba sentir lo mojado que estaba su pantalón jaja.
Lograba percibir su nivel de excitación cuando me quité y observé a todos lados en busca de alguna persona. No quería que nadie nos viera tampoco jaja, aunque no había muchas luces por el lugar, la idea era pasar desapercibidos.
Le abrí su pantalón y el me ayudó a bajarlos para descubrir su pene totalmente erecto frente a mi. Me agaché para darle unos besitos mientras lo tomaba con la mano y escuchaba los leves gemidos de Paul, que empezaba a sujetar mi cabello.
Él quería ver lo que estaba haciendo jaja y yo escuchaba sus gemidos. Cuando me decidí por fin, empecé a chuparle el pene metiéndolo dentro de mi boca y succionando mientras subía. Así estuve repitiendo el proceso durante un buen tiempo mientras masturbaba su pene.
Estaba completamente endurecido y mojado, estábamos los dos muy excitados supongo. Tanto así que me presionaba la cabeza para que entrara todo en mi boca.
Después de un rato me quité de ahí y le pregunté si lo intentábamos afuera, refiriéndome a quedarnos en pleno estacionamiento. Porque dentro del auto ya se volvería un poco incómodo jaja.
Él aceptó sin ninguna duda y comenzó a hurguetear en la cajonera del copiloto mientras yo me salía del vehículo.
Lo esperé hasta que llegó a besarme muy apasionadamente sobre el capo del auto, y ahí estuvimos un pequeño ratito hasta que me dio vuelta, de pancita sobre el auto.
Se puso un condón en el pene, me levantó el vestido y bajó el calzón que tenía puesto y lentamente fui sintiendo cómo me lo iba metiendo. Me estaba sujetando de la cadera con ambas manos y yo soltaba unos silenciosos gemidos para no llamar la atención.
Poco a poco me fue embistiendo con más ganas mientras me sostenía del auto con ambos brazos. Sentía cómo se iba poniendo más veloz en sus movimientos y cómo su pene me estimulaba por completo.
Era un momento muy excitando y muy rico a mi parecer, lleno de adrenalina, pensando que en cualquier momento nos podían pillar. Y así estuvimos un buen ratito, teniendo sexo sobre el capo del auto de su papa, en pleno estacionamiento jaja.
Con una mano tomé el torso de Paul para que se acercara más, sentía la necesidad de que me lo metiera todo mientras él me sujetaba de los hombros.
Pasó un rato hasta que sus embestidas se volvieron cada vez más violentas, eso me gustó mucho, y poco a poco fue soltando unos gemidos más fuertes hasta que me presionó contra él. Yo me quedé sobre el capo del auto mientras él sacaba su pene de mi interior, estaba amarrando el condón lleno de su semen para ir a tirarlo a algún basurero por ahí cerca.
Me subí el calzón y arreglé el vestido para esperar a Paul, que ya venía con sus pantalones arriba invitándome a conocer su departamento.
No negaré que tenía más ganas de seguir con el sexo, tenía las esperanzas de que así fuera... y para mi suerte, mi asombrosa suerte, Paul aun tenía muchas energías y muchas ganas como yo.
Esa noche tiramos tres veces más, no se cómo pude aguantar tantas horas despierta hasta que se hizo de mañana. Fue una noche salvaje en la que me entregué por completo y sin pensar en más cosas.
Ya era temprano por el día, sus 9 de la mañana tal vez, no recuerdo. Y me vestí para salir del departamento y volver a mi casa jaja.
Paul no se dio ni cuenta cuando salí, así que tomé el ascensor hacia el primer piso y al encontrarme con el conserje del edificio me hizo la seña de trece trece diciendo: "Estuvo weno oiga, tiene actitud".
Me morí de vergüenza al pensar que nos había visto, y pensé en las posibles cámaras de vigilancia en el estacionamiento que no pasaron por mi mente durante la noche. Me preocupé más de que no hubiera personas mirando, pero ahí estaban las dichosas cámaras.
Preferí no decirle nada al conserje y me fui del edificio con las mejillas totalmente enrojecidas. Quería huir del lugar y desaparecer para llegar luego a mi casa y esconderme.
En serio que nunca me había sentido más observada en la vida, fue como de psicópatas. La cara que puso el viejo me llegó a dar miedo, pero bueno, supongo que fue por lo descuidada que fui al no recordar las malditas cámaras.
Mejor hubiera esperado a llegar al depa de Paul y hacer todo lo que me diera la gana, pero en fin, otra experiencia nueva de la que hoy me río.

Espero que les haya gustado mucho esta publicación, ya saben que estoy contándoles mis experiencias sexuales desde que comencé a tener una vida sexual activa. Deseo que les haya gustado y también agradezco el que hayan leído todo y se hayan dado la molestia de leer hasta aquí jaja.
Nos vemos en otra publicación.
Bye <3