Estoy en mi pieza acostado, aburrido sin nada que hacer, miro al techo y esta la primera bandera de ColoColo que me regalaron, 21 estrellas tiene, me la regaló mi viejo que nunca fue hincha de Colo Colo, si no de Cobreloa, equipo al cual siempre respetare y tendré un cariño especial por motivos obvios , aun así me llevaba a todos los partidos, me regaló mi primera camiseta y esos pequeños detalles que tiene las salidas al estadio con tu viejo, ahí aprendí que Colo Colo tenía de todo , pero por sobre todo un orgullo por ese sentimiento de pertenencia para con el club, mis tíos me enseñaron que esa camiseta blanca tenía algo especial, simplemente no se puede perder o al menos intenta dejarlo todo . Ahí pasaron los años, vino la quiebra y al año siguiente, mi viejo partía, ilógico o no, una de las herencias de mi viejo que era de Cobreloa, era la bandera de Colo Colo y el respeto por los otros equipos. Ya pasado el 2002 viene un periodo oscuro, de incertidumbre, la gente marcha y lucha por lo suyo, por ese sentimiento de pertenecer al club del cual hable más arriba, como hincha se sufrió igual que ver llorar a tu viejo, querer ayudarlo pero las respuestas parecen escasas y las posibles soluciones son utopías. Por cierto es fácil pensar que en los momentos malos la gente debe arrancar, pero de pronto aparecen pequeños detalles que te hacen creer que aún se puede, un campeonato en plena quiebra que te demuestra que el futbol se juega con una pelotita y con un corazón gigante, un tal Iván Luis Zamorano Zamora llegaba a cumplir el sueño de su padre; la promesa de un hijo; jugando en una pierna llego a una final con Colo Colo y coincidiendo con su llegada, se despedía El 7 del pueblo. Tras algunos años, llega ese mágico 2006 donde volvimos a soñar, las rabonas de Matías, los goles de Humberto y tantos otros que nos invitaron a embarcarnos en un sueño, el equipo llega a una final internacional, logra un campeonato en la cara del archirrival y al año siguiente, el añorado tricampeonato y tetracampeonato. Durante todo ese sueño , la concesionaria del Club dejaba de lado las cadetes y vendía a los cracks que generó el CSD, así pasaron los años y vinieron otros campeonatos, mas sueños y muchas ganas de que todo sea mejor. Ahora los invito a adentrarse al presente, al hoy, a ese hoy donde el Presidente del club Social y Deportivo, fue elegido por socios fantasmas, a ese hoy donde los que administran todo son hinchas de otros clubes, a ese hoy donde ya no se toma en cuenta el CSD COLO-COLO y lo que les importa es como sale los lunes el COLO COLO S.A, donde vemos a un Marcelo Barticciotto golpeado por algunos hinchas, amenazas a jugadores, perdidas millonarias, descuido de las inferiores. Fuerte ¿no? Partí hablando de un club lleno de ganadores con pertenencia social, niños chicos enamorados de la historia, y termine hablando de problemas sociales, económicos y culturales que nos afectan HOY. Por eso hoy es cuando el club más te necesita, él nos dio alegrías, nos dio emociones infinitas, nos ha hecho llorar. Hoy hazte socio, vota ,opina, discute sobre el club en todos sus aspectos, el contrato con la concesionaria acaba en años, para ese entonces si el aspecto corporativo del club aun no arranca, todo puede ser peor . Lo que fuimos nos alegra a todos, lo que somos tenemos que mejorar y lo que seremos depende de todos. Esta es la ultima que tengo,es la más antigua y quiza la que más me gusto,la presente como trabajo en el liceo XD
