Comité Político revuelto: Cecilia Pérez el eslabón más débil

Tema en 'Política Nacional e Internacional' iniciado por bluescifer, 12 Abr 2019.

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  1. bluescifer

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    Sí, en La Moneda respiraron esta semana. La decisión de la DC de separar aguas de la oposición y alinearse con el Gobierno para aprobar la idea de legislar la Reforma Tributaria –que llevaba estancada ocho meses– definitivamente calmó los incendiados ánimos de crítica que han acechado las últimas semanas al comité político de Palacio, ese círculo de poder que fue la base de la campaña presidencial del 2017 y del primer año de gestión, integrado por los ministros del Interior, Andrés Chadwick, de la Segpres, Gonzalo Blumel, y la vocera, Cecilia Pérez.

    Los ánimos se calmaron, pero “no han desaparecido” las críticas internas, recalcaron en el Ejecutivo. Lo que sucede es que el trabajo del núcleo político del Presidente Sebastián Piñera ha “pasado a segundo plano” con las constantes intervenciones y protagonismo del propio Mandatario en todos los temas claves de la agenda, lo que evidenció la debilidad política que estaba afectando a la triada ministerial.

    En este escenario, en La Moneda explicaron que quien se ha visto en “mayor desventaja” es Cecilia Pérez, porque el “propio Presidente optó por ser el vocero” de su Gobierno.

    No es un secreto que la ministra lleva varios meses cuesta abajo en el ranking de popularidad interno del oficialismo. Desde el tenso episodio para La Moneda del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, su imagen ha decaído, sobre lo cual en la Segegob recalcaron que eso se debió a que “se le expuso más de la cuenta”, lo que habría generado una profunda molestia en la vocera, ya que la principal responsabilidad política de ese errático episodio para el gobierno era del ministro Chadwick.

    Su figura como la “mujer fuerte del piñerismo” se ha visto “mermada” –agregaron al interior del Gobierno– por la irrupción de otros liderazgos en el gabinete, como la ministra de Educación Marcela Cubillos y la titular de Transporte Gloria Hutt, que cada día serían “más cercanas” y bien evaluadas por el Mandatario.

    Ambas son parte de la estrategia presidencial para revertir la baja de las encuestas, para lo cual Piñera las ha dotado de mayor autonomía y poder, una fórmula que ya había aplicado al inicio de su mandato con el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y con la ministra de la Mujer, Isabel Plá, con el despliegue del movimiento feminista el 2018. Pero de las dos, quien es el verdadero as bajo la manga del Mandatario es Cubillos, a quien en Palacio consideran un “salvavidas”, que goza, además, de la protección política a toda prueba de Chadwick.

    El problema de Cecilia Pérez, precisamente, es que en estos momentos –reconocieron en La Moneda– “no tiene un aliado como Chadwick en el gabinete”.

    En parte del oficialismo ya olfatearon la debilidad de la vocera. Por eso, desde hace un rato ya, mínimo desde febrero, que las principales críticas a Pérez provienen de la UDI, desde donde han puesto el acento en cuestionar la dureza de su carácter, y ni siquiera mientras la ministra estuvo con licencia médica –tras una operación– las últimas semanas, el gremialismo dejó de fustigarla puertas adentro en Palacio.

    No son los únicos. En las últimas semanas, Evópoli se sumó, porque no ven con buenos ojos el desempeño de la vocera el último tiempo y le han cuestionado un estilo en “extremo confrontacional”. En la derecha sentenciaron que en el gabinete sectorial hay candidatas y candidatos con “más carisma” para desempeñar la vocería gubernamental.

    El cargo de Pérez es un espacio siempre apetecido, pues cumple con dos máximas: una alta exposición y la posibilidad de ser miembro del comité político en La Moneda. Y a la ministra le juega en contra, además, que no tiene buen feeling con la UDI, una relación por lo bajo tensa y que se ha tratado de mantener en bajo perfil para evitar una batalla que podría traer costos para la coalición oficialista.

    Ante el fuego amigo que cae sobre Pérez estos días, en el Gobierno afirmaron que la vocera tiene “las manos atadas”, porque la Segegob carece de agenda propia y, por tanto, “se ve opacada por otras ministras o ministros que están haciendo bien su trabajo”. A esto se ha sumado la idea propuesta por el Presidente Piñera de quitarle el rango ministerial a dicha cartera, para que sea solo una vocería, lo que a ojos del resto del oficialismo le resta piso y poder a la ministra Pérez.

    Es un secreto a voces –tanto en los pasillos de La Moneda como en Chile Vamos– que la vocera no quiere seguir en ese cargo y que fue la propia ministra Pérez la que se encargó de dejarlo claro, a través de la reiterada vociferación de sus intenciones durante las vacaciones.

    Dicen que la presión que levantaron personeros del oficialismo sobre el comité político en general, por el posible fracaso de la Reforma Tributaria, llevó a que se sintiera un tanto agobiada –reconocieron sus cercanos– y que aquello se vio reflejado en diversos “encontrones” que tuvo con personeros gubernamentales.

    A pesar del mal momento político que atraviesa, en Palacio reconocieron que no ha dejado de ser “la orejera del Presidente” y que es su “principal defensora”.

    Esa lealtad a Piñera es la misma que RN tiene con su ministra. Si bien no todos están conformes con su performance, es uno de los últimos bastiones de RN en el círculo más íntimo del Primer Mandatario, círculo que ha sido cooptado progresivamente por el gremialismo, especialmente a través del poder que ejerce el jefe de asesores del segundo piso, Cristián Larroulet.

    En Renovación Nacional tienen la percepción de que son el partido “pisoteado” por el Gobierno, a pesar de haber sido el gran triunfador de las últimas elecciones parlamentarias. Por eso es que la defensa a Pérez es importante en la colectividad, ya que hace un tiempo observan una intención de sacarlos del núcleo de la toma de decisiones gubernamentales.

    Los principales escuderos de la ministra Pérez son el timonel de RN, Mario Desbordes, y el diputado Alejandro Santana. Dicen que, hasta ahora, el Jefe de Estado también ha defendido su permanencia en el comité político.

    La compleja situación de la vocera se suma el debilitamiento que ha sufrido el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, por las acusaciones tras la compra de terrenos en la Región de La Araucanía y la comisión investigadora que se aprobó, esta semana en el Congreso, para indagar sobre dicho episodio.

    Chadwick el intocable
    Al interior de La Moneda hay “dos grandes jefes”, afirmaron en Palacio. Más allá de la autoridad de Piñera, el poder se divide entre Larroulet y Chadwick, quien a pesar de los momentos políticos complejos que ha tenido y “problemas de salud”, sigue siendo el “hombre del Presidente”, el ancla del comité político y que, sin ese papel que juega desde el Ministerio del Interior, difícilmente se podría sostener la estantería de esta administración.

    En el Congreso y en el Gobierno estos días han dicho que Chadwick fue clave para destrabar la Reforma Tributaria esta semana y que, “sin sus conexiones”, el acuerdo con la DC no habría resultado.

    Pero esa versión tiene matices, porque no por nada Piñera felicitó a Blumel por las gestiones políticas que realizó y el despliegue conjunto con al subsecretario Claudio Alvarado y el ministro de Hacienda Felipe Larraín, para sellar los votos que aseguraron la aprobación de la idea de legislar del proyecto en la comisión de Hacienda.

    Es más, en el Gobierno recalcaron que fue clave la reunión de Blumel y Alvarado con el timonel DC, Fuad Chahin, al mediodía del martes, instancia en la que se amarró a fuego el acuerdo con la falange.

    Si fue Chadwick, Blumel o ambos, lo concreto es que el actual comité político ganó tiempo y aire con lo de la Reforma Tributaria, porque con eso se puso paños fríos a las presiones oficialistas que abogan por un cambio de gabinete. ¿La razón? Desde La Moneda afirmaron que hay personeros que no ocultan sus ansias de poder entrar al codiciado círculo de hierro del Presidente, que está plasmado en el comité político.

    Crece o no crece
    Pese a las felicitaciones y el despliegue que tuvo, al ministro de la Segpres le ha costado sacarse el título de “baby Blumel”. En el Congreso, el espacio natural donde debe realizar sus principales gestiones, reconocieron que “ha crecido” políticamente, pero –según algunos parlamentarios– aún no suficiente para lograr ser el puente de plata entre La Moneda y el Poder Legislativo.

    El constante bloqueo de los parlamentarios de la oposición a la agenda legislativa y los bajos niveles de conocimiento que registró en las encuestas, llevaron al ministro Blumel a desplegar una nueva estrategia. Fue el propio Piñera quien le pidió “expresamente” que aumentara sus cifras en las encuestas, por lo que ha incorporado agendas con ministros sectoriales, principalmente con sus pares de Economía, Transporte y Vivienda.

    En el Ejecutivo destacaron que “Blumel es una persona que llega a consenso, tiene buena onda con sus pares, logra acuerdos, habla con todos y es simpático, pero no tiene una agenda propia”, la misma debilidad que le atribuyen a Cecilia Pérez.

    Desde la Segpres insisten en que Blumel ha tenido un crecimiento sostenido, permanente. Que lo de la Reforma Tributaria “fue una gran prueba, donde tuvo un rol importante en las conversaciones y en las negociaciones”. Que, por lo mismo, esta ha sido una de sus mejores semanas.

    Al ministro aún le falta convencer al Congreso. Tanto en el oficialismo como en la oposición insisten en que Blumel “no tiene muñeca”, que le falta peso, aunque tiene empeño y que muchas veces promete la apertura al diálogo, pero que finalmente nunca llegan a esa conversación. En sectores de la oposición, como el Frente Amplio, lo ven con “simpatía”, les “cae bien”, pero le critican que a la hora de negociar ha sido solo Piñera quien ha convocado a un verdadero diálogo.

    Así como Pérez, el ministro Blumel también ha sido perjudicado por las operaciones internas para hacer tambalear al comité político. No por nada hace meses que se habla de la “Operación Cubillos”, una fórmula que ha circulado en Palacio y que implica sacar a la secretaria de Estado del Mineduc y reubicarla, precisamente, en el seno del comité político, puntualmente en la Segpres, porque “cumpliría un buen rol como negociadora”, no así como vocera, dada su falta de carisma.

    Una jugada de Blumel que no ha pasado inadvertida en la última semana ha sido su acercamiento a la tramitación de los proyectos sobre educación en el Senado, como la reunión que tuvo con el senador Juan Ignacio Latorre (RD), después que asumió la presidencia de la respectiva comisión. Allí el parlamentario le entregó un documento con una propuesta de negociación para el denominado CAE 2.0, con lo que el jefe de la Segpres apareció en la prensa como un nuevo negociador en esta área.

    Desde el Mineduc reaccionaron rápido. Explicaron que en dicha reunión también se encontraba el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, que la ministra Cubillos no está abierta a “respaldar ese acuerdo”, ni tampoco ven “con buenos ojos el posicionamiento de Blumel”. Agregaron que no se realizará ningún cambio sin el permiso de la ministra Cubillos e insistieron en que el jefe de la Segpres no es voz autorizada para arribar a acuerdos, sacando a colación que Aula Segura fue un proyecto que negociaron en el Congreso el subsecretario Alvarado, Chadwick y Cubillos.

    Fuente:
    https://m.elmostrador.cl/noticias/p...uelto-cecilia-perez-el-eslabon-mas-debil/amp/
     
  2. die Eier von satan

    die Eier von satan Usuario Avanzado nvl. 4 ★ ★
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    Estamos cagados, venga quien venga después de este delincuente nos iremos a la 2da división igual.

    La corrupción ganó
     
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