¿Cómo cerrar una reunión de negocios?

Hola amigos, espero estén de buen ánimo ya que aún queda veranito rico. Espero les guste esta anécdota que acaba de ocurrir hace poquito. Besos.

Construir una Pyme es complicado en Chile, por lo tanto poder hacer un buen negocio y alianza siempre debe cerrarse con broche de oro. Hace poco que estamos construyendo un negocio en el cual se nos presentó una oportunidad de inversionista importante para levantar la idea, un tipo con mucho dinero que lo conocí en un evento, desde un principio no me sacó los ojos de encima, coqueteamos mucho, y entre medio pudimos conversar sobre el tema y llegamos a un acuerdo de negocio. En el día de la reunión y luego de las firmas de contratos estábamos en mi casa, mi socio antiguo que tenemos mucha confianza, lo llamaremos Pablo, el nuevo inversionista que lo llamaré Franco y yo, tomándonos un trago para celebrar, ¿pueden adivinar como iba a terminar esta reunión?.

Para las mujeres que me leen, les describo un poco a mis acompañantes: Pablo, abogado de profesión, 33 años, ojos verdes, blanco, mide 1,85, corpulento y marcado, muy guapo, buen trasero y buena herramienta.

Franco, un libanés muy atractivo, con mucha labia y que le encanta coquetear, muy buen físico, alto, rico trasero, blanco con ojos café claro.

Después de varios tragos y risas, le digo a Pablo al oído que me siga el juego, me paro detrás del sillón que estaba Franco y comienzo a acariciar su cuello y hombros, el me mira hacia arriba confundido, y yo me acerco a besarlo sin más preámbulo, que rico besaba, seguí tocando su pecho, bajé hacia su estomago hasta llegar a su zona pélvica, donde pude tocar su miembro, semi duro y gordo con unos grandes testículos, llenos de la lechecita que me encanta. No dudé en bajar el cierre del pantalón y sacar toda su carne. Me puse en frente de el y me arrodillé para mamar toda su herramienta. Pablo que estaba mirando hasta ese minuto, se une a nosotros y se siente al lado de Franco, baja sus pantalones y comienza a masturbarse. Le quito sus manos y comienzo a pajearlo suavemente mientras tenía en la boca a Franco.

Al cabo de un rato, ambos se ponen de pie, en ese momento Pablo me toma de la cabeza e introduce todo su pene en mi boca, atragantándome mientras corría la saliva de ambos penes en mi pecho. Con la otra mano masturbaba a Franco, en un momento puse ambos penes en mi boca, ellos estupefactos con lo que veían, les pasaba mi lengua a cada cabecita, ambas dentro de mi boca, jugaba con ellas, estaba mojadísima, corrían mis jugos por mis piernas. Seguimos intercambiando chupadas hasta que Franco me toma y me lleva al sillón como perrita. Levantó mi faldita negra y escupió mi vagina y sin dudarlo me penetró firma y hasta tocar sus bolas, mi gemido era orgásmico, me sorprendió la ricura de pene que me estaba partiendo.

Pablo por delante encontró mi boca abierta de placer y comenzó a follarla, estaba siendo ensartada a un ritmo que lo disfrutábamos los tres. Franco apretaba mi culo y le daba nalgadas que se sentían deliciosas. Su pico me estaba haciendo llegar a mi primer orgasmo, corría de mi concha mis juguitos, aprovechaba con mi mano masturbarme y luego saborear lo rico que son.

Ambos se intercambiaron varias veces para culearme, podía sentir la forma del pene de cada uno dentro mío, entregada completamente a ellos y a sus perversiones. Pablo comenzó a comerme el ano, ya sabía que me iba a culear con todas sus ganas, cuando escupió mi culito me esperaba toda su polla entrando en mi. Y fue tal cual como lo deseaba, muy rico, tanto así que me hicieron acabar por segunda vez, las piernas tiritaban de placer, mientras ellos no me dejaban respirar ningún segundo sin follarme rico el culo como la perrita que era en ese instante.

Pablo le pide a Franco que se acueste en la alfombra, y yo me suba arriba de el, así me penetraba por mi conchita y el por mi culito, una doble penetración con todo. Franco chupaba mis tetas mientras Pablo se acomodaba para insertar su pedazo de miembro en mi ano. Una vez que lo tenía dentro pude sentir a ambos como se rozaban, estaba ardiendo de placer, me penetraban tan rico que ya veía venir el tercer orgasmo.

Pablo se levanta y me toma en sus brazos, me agarro a el como un koala, me abrazo a su cuello y me pasa las manos por debajo de las piernas para levantarme y penetrarme parado. Franco no demora mucho para degustar mi culo en esa posición, mis gemidos de placer brotaban con cada embestida que recibía de ellos. Así estuve deleitando mucho tiempo cada estocada de su verga en mis orificios lujuriosos que solo deseaban que les dieran duro y los llenaran de semen.

Después de un rato, ambos me dejaron en el piso arrodillada, para que recibiera TODO su amor en mi boca y cara, primero fue Pablo quien me dió su lechecita ardiendo, mi lengua recibió casi toda su esperma, mientras caía parte en mi rostro, siento un gemido de Franco que estaba a punto de acabar, me acerqué para no desperdiciar ninguna gota de su semen, ambos me llenaron la boca, deliciosamente excitante ese momento, me engullí todos sus jugos y el resto quedó bañando mi cuerpo.

Nos pusimos a reír los tres y soltamos un rico suspiro, que “buen cierre de negocios” dijimos. Probablemente este negocio se vuelva más placentero de lo que imaginaba.