En el mundo de los negocios, es imprescindible conocer a qué mercado vas dirigido. Muchas empresas cometen el error de no saber quién es su principal cliente. Antes de intentar vender un servicio, es importante que conozcas a la perfección a tu cliente, sus necesidades y deseos. Los prospectos siempre están en búsqueda de satisfacer una necesidad, descubre cuál es. Además, intenta comprender cómo tu producto ofrece una solución a los problemas que enfrentan, de forma concreta.
Crea una estrategia que permita captar la atención de tu cliente desde el primer momento y generar una conexión que te permita influenciar su decisión de compra o adquisición.
Antes de adquirir un servicio, tu cliente potencial debe conocer sus funcionalidades y principales ventajas. Para este propósito, los demos son recursos muy valiosos.