Desapariciones misteriosas en la historia

En diferentes épocas personajes notables han hallado un final dudoso y enigmático. De pronto ya no se supo nada de ellos y sus casos no pudieron aclararse nunca o tomó décadas averiguarlos. Pero también han saltado a la fama algunas personas comunes ante las oscuras circunstancias en que desaparecieron.

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El conocer la verdad de lo que ocurre con hombres y mujeres que de pronto ‘se esfuman’ comienza con el trabajo de peritos y detectives contemporáneos a los hechos; pero cuando fracasan, los casos pasan a manos de los historiadores, quienes muchas veces tampoco obtienen las certezas deseadas. La nómina de ‘desapariciones misteriosas‘ es amplia y obedece a patrones más o menos comunes

Por una parte están las figuras de las que se perdió rastro a causa de algún accidente aéreo o naval porque sus restos jamás se encontraron. También destacan las víctimas de un hábil criminal que supo esconder el cuerpo, o como resultado de intereses políticos. En la historia reciente de América Latina, por ejemplo, miles sufrieron la ‘desaparición forzosa‘ llevada a cabo por los gobiernos militares y autoritarios. Hay que agregar, también, los casos atípicos.

Clases de desapariciones.​

Cuando faltan las pruebas concretas que esclarezcan el paradero de estas personas, la deducción es la estrategia fundamental para indagar qué ocurrió con ellas; pero algunas desapariciones son tan extrañas que las conjeturas a su alrededor se convierten en meras especulaciones que rayan en lo absurdo o lo sobrenatural. Éstos son quizá los casos más fascinantes debido a la multitud de preguntas que despiertan en la opinión pública, impulsada por el sensacionalismo de los medios de comunicación, decididos algunos incluso a tergiversar los hechos.

Es como si la sociedad enfrentara un proceso afín al peculiar ‘duelo suspendido’ que aflige a las personas más cercanas y queridas de quien ‘desapareció’. Ante la falta de un cadáver o por desconocer su suerte el círculo inmediato inicia un proceso de duelo y aceptación largo y complejo, mezclado con la esperanza de que la persona reaparezca en cualquier momento. Sólo el paso del tiempo confirma la certeza de la pérdida y su prolongado dolor.

Los casos que hemos traído a continuación son representativos de estas ideas, sin embargo distan de ser los únicos. Se calcula que en las últimas tres décadas el número de personas desaparecidas por las acciones del crimen organizado se ha incrementado en cuatrocientos por ciento y no es raro que veamos en la calle, pegados en las paredes o en las casetas telefónicas, boletines sobre personas con esta y otra señas particulares, que fueron vistas por última vez en tal y cual lugar y luego ya no se supo más de ellas.

Hay incluso series de televisión como Without a Trace, centradas en ese tema que atemoriza y fascina al mismo tiempo. ¿Qué pasó en los últimos momentos de esas vidas? ¿Dónde y cómo terminaron? Quizá en muchos casos nunca lleguemos a saberlo y por eso mismo seguirán siendo tan interesantes para nosotros como para las generaciones del futuro.

¿Herederos sacrificados?

Eduardo V de Inglaterra (1470-1483?)
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Hijo primogénito del rey Eduardo IV, a la muerte de éste fue proclamado rey de Inglaterra; pero como era menor de edad, el gobierno quedó a cargo de una regencia encabezada por su tío Ricardo, duque de Gloucester. El ambicioso Ricardo declaró bastardos a Eduardo y a su hermano menor, los encerró en la Torre de Londres y ascendió al trono.

Los dos niños nunca fueron vistos de nuevo y se supuso que permanecían escondidos o que su tío los había asesinado. Dos siglos después, durante la reparación de la Torre, fueron hallados los cadáveres de dos menores y se les dio sepultura real, aunque no hay pruebas de que correspondieran a los hermanos.

En la selva del Amazonas.

Francisco de Orellana (1511-1546).
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Ambicioso conquistador, De Orellana participó en el sometimiento de los incas y a partir de los abusos se convirtió en uno de los peninsulares más ricos de América. Fue gobernador de Guayaquil y descubrió el río Amazonas, al que dio el nombre. Acusado de traición fue absuelto en España y organizó una segunda expedición al Amazonas, entre grandes dificultades y con fondos insuficientes.

En 1546, mientras intentaban hallar el canal principal, sólo sobrevivieron 44 de los 300 expedicionarios. La mayoría fueron atacados por los indígenas con flechas envenenadas. El lugar, las circunstancias y la fecha precisa de la muerte de Orellana se desconocen.

El misterio de la colonia.

Virginia Daré (1587- ¿?)
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Fue la primera hija de ingleses que nació en América, en la isla de Roanoke; su abuelo materno era John White, gobernador de la colonia inglesa asentada ahí. En 1587 los habitantes sumaban unos 120, pero enfrentaban serios problemas, por lo que White viajó a Inglaterra en busca de ayuda. En 1590, al regresar, todos los colonos, incluyendo a Virginia, habían desaparecido, y jamás logró dar con ellos.

Se cree que se internaron en la floresta salvaje y buscaron refugio con los indígenas Chowanoc, quienes fueron atacados por los Eno y esclavizaron a los blancos. Algunos dijeron que la niña escapó bajo la protección del jefe Eyanocco; otros, que fue sacrificada.

La sultana de Martinica.

Aimée du Buc de Rivéry (1776-1817)
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Hija de un rico terrateniente francés con plantaciones en La Martinica, fue enviada a Francia para estudiar con las monjas de un convento. A mediados de 1788 viajaba en un barco de regreso a América, pero éste se perdió en altamar al parecer debido al ataque de piratas otomanos. Aquí termina el registro histórico y comienza la leyenda. De acuerdo con ella, la grácil Aimée fue regalada al sultán otomano Abdul Hamid I, quien la tomó por esposa como Nakshi-Dil Haseki. Así, habría alcanzado el papel de ‘sultana valida’ durante el sultanato de su hijo Mahmud II.

El caso del Mary Celeste 1861.​

Con seis tripulantes y comandado por el capitán Benjamín Briggs, a quien acompañaban su hija y su esposa, el bergantín zarpó de Nueva York el 5 de noviembre de 1872 con destino a Génova, Italia, y alcohol industrial en sus bodegas. Un mes después los hombres del barco Dei Gratia lo avistaron cerca de las Islas Azores para descubrir que no había nadie en cubierta.

Exploraron toda la nave, no hallaron a persona alguna, tampoco signos de violencia o robo. Las hipótesis sobre la desaparición de los viajeros van desde el desalojo general ocasionado por el peligro de una explosión a bordo hasta el ataque de un monstruo submarino.

El final de un inventor.

Rudolf Diesel (1858-1913)
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El destacado creador de un motor de combustión interna alternativo al de gasolina fue también pionero en el uso de combustibles diferentes al petróleo e inventor de varios artilugios que no trascendieron. Pero en septiembre de 1913 se embarcó en un buque que recorría el trayecto entre Amberes e Inglaterra y cuando éste llegó a su destino, Rudolf Diesel ya no estaba.

Días después se dijo que apareció su cadáver, un guardacostas tomó sus pertenencias y lo regresó al mar. Otras especulaciones indicaron que se suicidó por hallarse en quiebra, o que fue asesinado por agentes alemanes para evitar que difundiera sus inventos en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.

Desaparición de Ambrose Bierce.

Ambrose Bierce (1842-1914)
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Escritor y periodista estadounidense, Bierce fue autor de numerosos cuentos en los que destacaban su sentido crítico, humor negro y punzante ironía. Su obra más famosa es El diccionario del diablo (1911). En diciembre de 1913 ingresó a México por Ciudad Juárez y se unió a la División del Norte, comandada por el general Pancho Villa. A partir de ese momento ya no se supo nada de su destino.

Algunas teorías afirman que murió durante el sitio de Ojinaga, acaecido en enero de 1914. Otras sostienen que fue fusilado en la villa de Sierra Mojada, Coahuila. En una carta que envió antes de internarse en México, Bierce decía que ser un ‘gringo’ en este país era ‘la verdadera eutanasia’.

Arthur Cravan desaparece en la costa del Golfo.

Arthur Cravan (1887-1914)
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Originario de Suiza, Cravan fue un excéntrico aventurero con inclinaciones artísticas, cuyos poemas fueron celebrados por los grandes surrealistas Marcel Duchamp, Francis Picabia y André Bretón. Al inicio de la Primera Guerra Mundial dejó Europa para evitar que lo llamaran a combate. Finalmente se instaló en Estados Unidos, pero también abandonó este país cuando entró a la guerra.

Él y su esposa, Mina Loy, viajaron a México para después trasladarse a Argentina. Ella tomó un barco regular con destino al Cono Sur y él, por razones económicas, abordó una embarcación de vela en Salina Cruz, Oaxaca. Nunca llegó a Argentina y se cree que murió ahogado en una tormenta.

La aviadora más famosa.

Amelia Earhart (1897-1937)
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Figura estelar en la aviación femenina, fue la primera mujer piloto que cruzó sola el Atlántico (1932), y la persona en hacerlo más rápido hasta esa fecha. En 1934 voló desde Hawái hasta California y desde Los Ángeles a la Ciudad de México. En 1937 planeó su máxima hazaña: una travesía alrededor del mundo. El 29 de junio llegó a Nueva Guinea; había recorrido 22 mil millas y le faltaban 7 mil.