El árbol de mango

EL ÁRBOL DE MANGO EN SAN JOSÉ

Todos hablan de la maldición del árbol de mango del pueblo de San José, todos dicen que atrae la muerte y se nutre con la sangre de sus víctimas, pero nadie se atreve a desterrarlo del Distrito de Nepeña, debido a la maldición que el Supay (Diablo) dejó en él.

En su lecho de muerte, Manolo Quispe, último poblador antiguo de San José, y que sabía de la verdadera historia, le comentó a sus hijos, que en el lugar donde ahora vive el frondoso árbol de mango, una niña de 10 años solía esperar a su padre que regresara de cultivar la pequeña porción de tierra que los terratenientes le entregaron para que empezar a tributar.

Por aquel entonces no existía el camino que hoy une a los pueblos del distrito de Nepeña, solo era un lugar desolado, lleno de flores y hierva, que, una tarde del 21 de marzo, se volvió testigo del abuso y violación que cometieron los hijos de los terratenientes con la pequeña hija del agricultor.

Cuando el padre regresó de su faena, sintió su corazón explotar al ver el cuerpo de su hija ensangrentado, sufriendo los estragos de un doloroso abuso. La niña logró delatar a sus atacantes un segundo antes de morir y el padre en su sufrimiento al saber que Dios no le daría la fuerza para buscar venganza, decidió entregar su alma al diablo.

Así fue cómo se le apareció un niño hermoso, de ojos azules, cabello rubio y mejillas rosadas. El padre de la niña sin dejar de llorar se arrodilló ante satanás, y le pidió que le ayudara a tomar venganza.

El niño llenó al padre de sabiduría para asesinar y fuerza para acabar con los hijos de los terratenientes que, uno a fueron muriendo en manos de un agricultor que, sin su hija, ya no tenía motivos para vivir. Fueron cuatro los adolescentes que murieron mutilados, cuatro enfermos que en un mismo día y fueron enterrados en donde abusaron de la inocencia de una criatura.

Al finalizar su venganza, el demonio le ordenó al padre que sembrara un árbol de mango para que se alimentara de la sangre pecadora de los adolescente. El padre le preguntó al rey del infierno para qué alimentar pecado un fruto tan puro, y el Supay le respondió diciéndole que es la manera más fácil de atraer a culpables e inocentes a su lecho de muerte.

Al ver que su venganza ocasionaría la muerte a personas inocentes y quizá a niños de la edad de su niña, el hombre intentó romper el trato, pero lo que está escritor en sangre ya no puede deshacerse, por eso decidió cortarse el cuello para ser el único quien pagara por sus errores, pero solo logró que el diablo se llevará más rápido su alma.

Ahora ya sabes qué se esconde debajo de las raíces de aquel árbol, quizá no sea bueno que te acerques a él por las noches o te burles de su poder, solo nos queda agradecer al difunto Quispe por la información y pedir que la maldición del árbol de mango no llegue hasta nosotros.

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✍️Fuente y autor: El obelisco de Hades