El mito de los misteriosos seres humanoides que habrían volado sobre Santiago

Desde los años 90' existen relatos de personas que aseguran haber visto a un ser humanoide alado de dos metros, cabeza pequeña y ojos rojos.​

En muchos lugares del mundo no son escasos los reportes de seres semihumanos que se desplazan volando en forma silenciosa por el cielo para posarse suavemente en grandes árboles o postes del alumbrado público y nuestro país no ha sido la excepción. El noticiario del canal La Red, por ejemplol, relató que el día 29 de Septiembre de 2013, alrededor de las 21.00 horas, unos jóvenes que practicaban skate en el Parque Bustamante, en pleno centro de Santiago, reportaron que habían avistado a un gran ser volador “mitad humano – mitad pájaro” que voló sobre los edificios circundantes para posarse en un gran árbol de este parque.

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En aquella ocasión, investigadores del Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos Chile-España (IIEE) acudieron al lugar de los hechos a investigar el caso y lograron entrevistar a dos de matrimonios de la tercera edad que también habían sido testigos de la presencia de este misterioso ser volador, que fue descrito como un ser de una altura aproximada a los 2 metros de altura, cabeza pequeña (parecida a un perro) con unos orificios rojizos brillantes como ojos y unas alas grandiosas que conectaban las extremidades de arriba con la parte inferior del cuerpo.

Una vez que se emitió el reportaje en el canal de La Red de inmediato salieron a la luz otros testimonios parecidos en otros lugares de Santiago. Un testigo de nombre Sylvia, por ejemplo, afirmó haber visto a una “manta raya voladora” con aspecto humano en la comuna de Lo Barrenechea, en la parte alta de Santiago, mientras que otra persona -vía e-mail- relató que el mismo día en que fue visto el ser volador en el parque Bustamante vio junto a su esposa a esta criatura alada comiéndose un pequeño perro cerca de una basílica ubicada cerca de la calle Santa Isabel.

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Los investigadores del IIEE ya habían entrevistado meses antes a Félix Álvarez, un comerciante de la comuna de Peñalolén que había reportado que durante un día de verano (mes de Febrero) avistó cerca del patio trasero de su casa a un gran ser, descrito como “un hombre pájaro”, que tenía las mismas características de la criatura anterior, vale decir, dos metros de altura, cuerpo “gelatinoso”, extremidades humanas en la parte baja de su cuerpo, alas conectadas a las extremidades de arriba, cabeza pequeña y ojos rojizos.

Según el relato que hizo este testigo, el ser volador llegó volando silenciosamente y se posó en un gran árbol que había cerca del patio de su casa. La primera reacción del testigo fue de sorpresa, que pronto se trocó en pánico, lo que lo obligó a entrar en su casa y salir armado con un gran garrote para defenderse, pero en ese momento el ser volador emprendió el vuelo tan silenciosamente como había llegado.

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En el blog “Bestiario de lo Cotidiano y Extraordinario” se consigna que en la primavera del año 1990 el comerciante Federico Rojo Feria, quien se encontraba en ese momento junto a una compañera de trabajo en el piso 19 del edificio Torre Santa María, en la comuna de Providencia, observaron con estupefacción desde aquella panorámica, durante unos dos minutos, a un ser volador con aspecto humano.

“Un ser volador paso a escasos metros del gran ventanal donde estábamos situados, para luego hacer un gran vuelo elíptico y planear majestuosamente sobre las aguas de río Mapocho, luego subió nuevamente y se alejó en dirección de la cordillera. Las formas de las alas eran de una gran ave, pero las otras partes de su cuerpo eran de configuración humana. Los brazos no los pude distinguir con claridad pues se difuminaban entre la formas de las grandes alas”, relató el testigo.

Curiosamente, en los años 90′ el periodista Osvaldo Muray dejo constancia en la desaparecida revista “Revelación” los antecedentes del avistamiento de otro ser volador (con las mismas características de las criaturas anteriores) que se había posado sobre un gran árbol en la población Juanita Aguirre.

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A propósito de estos misteriosos casos, conviene recordar una nota publicada por El Diario El Día de La Serena, donde se relata un extraño hecho ocurrido en 1987 en pleno centro de esa ciudad de la Cuarta Región. En una noche de verano, cerca de las 23.00 hrs., una persona de nombre Carlos, ya fallecida, se dirigía a buscar a su madre al lugar donde trabajaba cuando, al pasar por la Plaza Buenos Aires, observó que varios choferes y también pasajeros de la línea La Serena-Las Compañías miraban hacia lo alto, a la cima de un poste del alumbrado público.

Para su asombro, vio que todos miraban una especie de gran pájaro, de enormes alas, que extrañamente tenía rasgos humanoides, posado en el tendido eléctrico. En un momento dado, este ser alado emitió un aterrador graznido que hizo estremecer a las personas que lo observaban, la mayoría de las cuales optaron por alejarse del lugar raudamente.