El NIAID de Fauci financió a los científicos del laboratorio de Wuhan para investigar el Coronavirus

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El National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID) del Dr. Anthony Fauci financió un estudio sobre el Coronavirus del Murciélago, proyecto que incluyó a los científicos del Instituto de Virología de Wuhan, el laboratorio chino que está en el centro de la controversia por su investigación sobre los murciélagos. Ese estudio confirmó en 2018 que los humanos han muerto por el coronavirus.

Aquí hay un extracto de la entrada del sitio web del NIAID del 4 de abril de 2018 titulado “New Coronavirus Emerges From Bats in China, Devastates Young Swine” (Nuevo Coronavirus emerge de murciélagos en China, devasta a jóvenes cerdos): “Un coronavirus recientemente identificado que mató a casi 25.000 lechones en 2016-17 en China surgió de murciélagos de herradura cerca del origen del ‘severe acute respiratory syndrome coronavirus’ (SARS-CoV), que surgió en 2002 en la misma especie de murciélago. El nuevo virus se llama ‘swine acute diarrhea syndrome coronavirus’ (SADS-CoV). No parece infectar a la gente, a diferencia del SARS-CoV que infectó a más de 8.000 personas y mató a 774. No se han identificado casos de SARS-CoV desde 2004. Los investigadores del estudio identificaron el virus del SARS en cuatro granjas de cerdos de la provincia de Guangdong (China). La labor fue una colaboración entre científicos de EcoHealth Alliance, Duke-NUS Medical School, Wuhan Institute of Virology y otras organizaciones, y fue financiada por National Institute of Allergy and Infectious Diseases, que forma parte de National Institutes of Health. La investigación se publica en la revista Nature. Los investigadores dicen que el hallazgo es un importante recordatorio de que la identificación de nuevos virus en los animales y la rápida determinación de su potencial para infectar a las personas es una forma clave de reducir las amenazas a la salud mundial”.

Además, el Daily Mail informó de que National Institutes of Health, de los que es miembro el NIAID de Fauci, concedieron una subvención de US$ 3,7 millones al Wuhan Institute of Virology para estudiar el coronavirus transmitido por murciélagos.

Ese estudio se tituló: “Discovery of a rich gene pool of bat SARS-related coronaviruses provides new insights into the origin of SARS coronavirus” (Descubrimiento de una rica reserva genética de coronavirus de murciélago relacionados con el SARS proporciona nuevos conocimientos sobre el origen del coronavirus del SARS).

Fuente: Fauci’s NIAID Funded Wuhan Lab Scientists To Research Bat Coronavirus

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Revelado: Gobierno de EE.UU. dio US$ 3,7 millones al laboratorio de Wuhan, donde se realizaban experimentos con murciélagos de las cuevas donde se cree que se originó la enfermedad

• El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, una agencia del gobierno, otorgó una subvención de investigación de US$ 3,7 millones al Instituto de Virología de Wuhan.
• El laboratorio es el centro de varias teorías conspirativas que sugieren que es la fuente original del brote de coronavirus.
• El instituto experimentó con murciélagos de la fuente del coronavirus.
• Fueron capturados a más de 1.000 millas de distancia en Yunnan.
• La secuenciación del genoma de Covid-19 lo ha rastreado hasta los murciélagos de las cuevas de Yunnan.
• El gobierno de EE.UU. financió la investigación sobre la transmisión del coronavirus en el laboratorio durante la última década.

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El laboratorio chino que está en el centro del escrutinio sobre una posible fuga de coronavirus ha estado usando dinero del gobierno de los Estados Unidos para llevar a cabo investigaciones sobre murciélagos de las cuevas que los científicos creen que son la fuente original del brote mortal.

El Instituto de Virología de Wuhan llevó a cabo experimentos de coronavirus en mamíferos capturados a más de 1.000 millas de distancia en Yunnan que fueron financiados por una subvención de US$ 3,7 millones del gobierno de EE.UU.

La secuenciación del genoma de COVID-19 se ha rastreado hasta los murciélagos encontrados en las cuevas de Yunnan, pero primero se pensó que se había transferido a los seres humanos en un mercado de animales en Wuhan.

La revelación de que el Instituto de Wuhan estaba experimentando con murciélagos de la zona que ya se sabe que es la fuente de COVID-19, y que lo hacía con dinero estadounidense, ha hecho temer que el laboratorio, y no el mercado, sea la fuente original del brote.

Los legisladores y los grupos de presión se apresuraron a atacar la financiación de los EE.UU. que se proporciona para los “experimentos animales peligrosos y crueles en el Instituto Wuhan”.

El congresista estadounidense Matt Gaetz dijo: “Me disgusta saber que durante años el gobierno de EE.UU. ha estado financiando experimentos animales peligrosos y crueles en el Instituto Wuhan, que pueden haber contribuido a la propagación mundial del coronavirus, y la investigación en otros laboratorios de China que prácticamente no tienen supervisión de las autoridades de EE.UU.”.

El sábado, Anthony Bellotti, presidente del grupo de presión estadounidense White Coat Waste, condenó a su gobierno por gastar dinero de los impuestos en China, añadiendo: “Los animales infectados con virus o enfermos y maltratados en los laboratorios chinos pueden ser vendidos a mercados húmedos para su consumo una vez que los experimentos se hayan realizado”.

El Instituto de Virología de Wuhan, con un presupuesto de US$ 37 millones, es el laboratorio más avanzado de su tipo en el territorio continental chino, y se encuentra a 20 millas del ahora infame mercado de vida silvestre que se pensaba que era el lugar de la transferencia original del virus de los animales a los seres humanos.

Según los documentos obtenidos por The Mail el domingo, los científicos de allí experimentaron con murciélagos como parte de un proyecto financiado por los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU., que sigue dando licencia al laboratorio de Wuhan para recibir dinero estadounidense para experimentos.

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El NIH es la principal agencia del gobierno de Estados Unidos responsable de la investigación biomédica y de salud pública.

El Instituto Wuhan los incluye en su sitio web como socio, así como varias otras instituciones académicas estadounidenses.

Otros asociados de Estados Unidos son la Universidad de Alabama, la Universidad del Norte de Texas, la Universidad de Harvard y la Federación Nacional de Vida Silvestre.

Como parte de la investigación del NIH en el instituto, los científicos cultivaron un coronavirus en un laboratorio y lo inyectaron en lechones de tres días de edad.

La noticia de que los murciélagos COVID-19 estaban siendo investigados allí significa que ya no se puede descartar completamente una fuga del laboratorio de Wuhan.

Según una afirmación no verificada, los científicos del instituto podrían haberse infectado después de ser rociados con sangre que contenía el virus, y luego lo transmitieron a la comunidad local.

Se cree que un segundo instituto de la ciudad, el Centro de Control de Enfermedades de Wuhan, que está a apenas tres millas del mercado, también ha realizado experimentos con animales como los murciélagos para examinar la transmisión de los coronavirus.

El Instituto de Wuhan, que conserva más de 1.500 cepas de virus mortales, se especializa en la investigación de “los patógenos más peligrosos”, en particular los virus transportados por murciélagos.

Las autoridades chinas decidieron construir el instituto después de que el país fuera devastado por un brote de SARS en 2002 y 2003.

El SARS, otro tipo de coronavirus, mató a 775 personas e infectó a más de 8.000 a nivel mundial en una epidemia.

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Desde que un brote del nuevo coronavirus surgió en la ciudad en diciembre, ha estado en el centro de las teorías de conspiración que sugieren que el virus se originó allí.

Mientras que los científicos creen que el virus saltó a los humanos desde animales salvajes vendidos como alimento en un mercado de Wuhan, los teóricos de la conspiración promueven diferentes supuestos.

Algunos de ellos afirman que el virus, formalmente conocido como SARS-CoV-2, podría ser un arma de guerra biológica diseñada allí. Otros sospechan que escapó del laboratorio.

China ha negado repetidamente las acusaciones.

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Shi Zhengli, subdirectora del instituto, dijo a la prensa en febrero que “garantizaba con su propia vida” que el brote no estaba relacionado con el laboratorio.

Admite que cuando fue convocada de vuelta de una conferencia para investigar la nueva enfermedad, se preguntó al principio si un coronavirus podría haber escapado de su unidad.

Ha advertido del peligro de epidemias por virus transmitidos por murciélagos.

Pero dice que no esperaba un brote de este tipo en Wuhan, en el centro de China, ya que sus estudios sugerían que las zonas subtropicales del sur tenían el mayor riesgo de una transmisión “zoonótica” de este tipo a los seres humanos.

Shi dijo a la respetada revista científica Scientific American el mes pasado que estaba aliviada cuando, después de revisar los registros de eliminación, ninguna de las secuencias del genoma coincidió con sus muestras de virus.

“Eso realmente me quitó un peso de encima. No había pegado un ojo en días”, dijo.

Muchos expertos internacionales también han rechazado estas teorías.

El Dr. Keusch, profesor de medicina y salud internacional de las facultades de medicina y salud pública de la Universidad de Boston, subrayó que nunca se ha producido la liberación de virus de un laboratorio de alto nivel, como el de Wuhan.

Defendió a sus colegas de la ciudad china diciendo: “El laboratorio de Wuhan está diseñado con los más altos estándares, con sistemas de seguridad redundantes y el más alto nivel de capacitación”.

Muchos de sus profesores de investigación se formaron en un laboratorio similar en Galveston, Texas. Así que sabemos que el equipo de Wuhan está tan cualificado como el grupo de Texas.

“Esto significa que la afirmación de una fuga, en lugar de ser altamente probable, es altamente improbable”.

Sin embargo, la semana pasada, se puso en duda la teoría del mercado de animales, después de que Cao Bin, un médico del Hospital Jinyintan de Wuhan, destacó una investigación que mostraba que 13 de los primeros 41 pacientes diagnosticados con la infección no habían tenido ningún contacto con el mercado.

“Parece claro que el mercado de mariscos no es el único origen del virus”, dijo.

El profesor Richard Ebright, experto estadounidense en bioseguridad, del Instituto de Microbiología Waksman de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, dijo que aunque las pruebas sugieren que COVID-19 no fue creado en uno de los laboratorios de Wuhan, podría haberse escapado fácilmente de allí mientras se estaba analizando.

El profesor Ebright dijo que ha visto evidencia de que los científicos del Centro de Control de Enfermedades (CDC) y del Instituto de Virología estudiaron los virus con sólo un “nivel 2” de seguridad – en lugar del nivel 4 recomendado – que “proporciona sólo protecciones mínimas contra la infección de los trabajadores del laboratorio”.

Añadió: “La recolección de virus, el cultivo, el aislamiento o la infección animal supondrían un riesgo sustancial de infección de un trabajador de laboratorio, y del trabajador, entonces, al público”.

Concluyó que las pruebas dejaban “una base para descartar [que el coronavirus es] una construcción de laboratorio, pero no una base para descartar un accidente de laboratorio”.

Los resultados de la investigación financiada por EE.UU. en el Instituto Wuhan se publicaron en noviembre de 2017 bajo el título: “Discovery of a rich gene pool of bat SARS-related coronaviruses provides new insights into the origin of SARS coronavirus” (Descubrimiento de una rica reserva genética de coronavirus de murciélago relacionados con el SARS proporciona nuevos conocimientos sobre el origen del coronavirus del SARS).

El ejercicio se resumió como: “Los murciélagos de una cueva en Yunnan, China, fueron capturados y muestreados para detectar coronavirus usados en experimentos de laboratorio”.

“Todos los procedimientos de muestreo fueron realizados por veterinarios con la aprobación del Comité de Ética Animal del Instituto de Virología de Wuhan”.

“Los muestreos de murciélagos se realizaron diez veces desde abril de 2011 hasta octubre de 2015 en diferentes estaciones en su hábitat natural en un solo lugar (cueva) en Kunming, provincia de Yunnan, China. Los murciélagos fueron atrapados y se recogieron muestras de hisopos fecales”.

Otro estudio, publicado en abril de 2018, se titulaba “fatal swine acute diarrhoea syndrome caused by an HKU2-related coronavirus of bat origin” (Síndrome de diarrea aguda porcina aguda causada por un coronavirus relacionado con el HKU2 de origen murciélago) y describía la investigación como tal: “Después de un brote de coronavirus relacionado con murciélagos en 2016 en granjas de cerdos chinos, se capturaron murciélagos en una cueva y se tomaron muestras”.

“Los experimentadores cultivaron el virus en un laboratorio y lo inyectaron en lechones de tres días de edad”.

“Las muestras intestinales de los lechones enfermos se trituraron y se dieron también a otros lechones”.

“La pandemia de coronavirus ha matado a más de 108.000 personas e infectado a más de 1,7 millones de personas en todo el mundo”.

El sábado, el brote estadounidense se convirtió en el más mortal del mundo con más de 2.000 muertes en un día.

El número de muertes a nivel nacional es de 20.087 y hay 522.643 casos confirmados hasta el sábado por la noche.


China amordazó a su “Mujer Murciélago“

Una científica china, que es una de las principales expertas del mundo en coronavirus, fue “amordazada” después de desentrañar la composición genética de la nueva enfermedad, que es crucial para el desarrollo de pruebas de diagnóstico y vacunas.

La revelación alimentará nuevas preocupaciones sobre el encubrimiento de la pandemia por parte de China después de que estallara en la ciudad de Wuhan. Los críticos sostienen que los jefes del Partido Comunista frustraron los esfuerzos por contener el brote antes de que estallara en todo el mundo.

En el centro de las nuevas afirmaciones se encuentra Shi Zhengli, conocida como la “Mujer Murciélago” de China, tras años de difíciles expediciones de caza del virus en cuevas húmedas que han dado lugar a una serie de importantes descubrimientos científicos.

La viróloga fue llamada de nuevo a su laboratorio de alta seguridad en Wuhan a finales del año pasado después de que una misteriosa nueva condición respiratoria en la ciudad fuera identificada como un nuevo coronavirus – y en tres días completó su secuenciación genética.

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El trabajo de su equipo, y varios otros avances en días posteriores, indicaron que el virus estaba vinculado a murciélagos de herradura encontrados a más de 1.000 millas de distancia en Yunnan, una región del sur de China.

Sus hallazgos mostraron que era similar al SARS, una enfermedad respiratoria que desencadenó una epidemia en 33 países después de salir de China en 2002.

Gao Yu, un periodista chino liberado la semana pasada después de 76 días de encierro en Wuhan, dijo que habló con Shi durante su encarcelamiento y reveló: “Nos enteramos más tarde de que su instituto terminó la secuenciación genética y las pruebas relacionadas con ella ya el 2 de enero, pero fue amordazada”.

El Mail el domingo se ha enterado de que ese mismo día, Yanyi Wang, director del Instituto de Virología de Wuhan, envió un correo electrónico al personal y a los funcionarios clave, ordenándoles que no revelaran información sobre la enfermedad.

Advirtió, según una filtración en los medios sociales confirmada por activistas y medios de comunicación de Hong Kong, que la “información inapropiada e inexacta” estaba causando “pánico general”, que se cree que se refiere a ocho médicos denunciantes cuyas advertencias a los ciudadanos locales habían llevado a sus arrestos.

Wang dijo que la Comisión Nacional de Salud “requiere inequívocamente que cualquier prueba, datos clínicos, resultados de pruebas, conclusiones relacionadas con la epidemia no se publiquen en las plataformas de los medios sociales, ni se divulguen a ningún medio de comunicación, incluidos los medios oficiales del gobierno, ni a las instituciones asociadas”.

Ocho días después, un equipo dirigido por un profesor en Shanghai que recibió muestras de un paciente infectado, publicó una secuencia del genoma en una plataforma de acceso abierto.

Su laboratorio fue cerrado para “rectificación” dos días después.

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En ese momento, se estaba diciendo al público que no se habían registrado nuevos casos en Wuhan desde hacía más de una semana y que no había pruebas claras de transmisión humana, aunque docenas de trabajadores sanitarios estaban empezando a enfermar del virus.

En una conferencia en línea el mes pasado, Shi Zhengli dijo que su equipo encontró el 14 de enero que el nuevo virus podía infectar a las personas – seis días antes de que este hecho fuera revelado por China.

El mismo día, la Organización Mundial de la Salud emitió un tweet respaldando las negativas de China a las transmisiones humanas.

El equipo de Shi publicó sus datos identificando la enfermedad el 23 de enero en un portal científico antes de su publicación al mes siguiente por la revista Nature.

Dijo que la secuencia genómica era 96% idéntica a otro virus que encontraron en murciélagos de herradura en Yunnan.

Shi es especialista en enfermedades emergentes y se ha ganado el reconocimiento mundial por su trabajo de investigación de los vínculos entre los murciélagos y los coronavirus, con la ayuda de expediciones para recoger muestras e hisopos en las redes de cuevas fétidas del sur de China.

Ella fue una parte clave del equipo que rastreó el SARS hasta murciélagos de herradura a través de las civetas, una criatura parecida a un gato que se come a menudo en China.


China pone freno a la investigación sobre los orígenes del coronavirus mientras los funcionarios exigen el derecho a examinar los documentos científicos

China está tomando medidas drásticas en la investigación de los orígenes del coronavirus después de que los funcionarios hayan exigido el derecho a inspeccionar sus documentos científicos antes de que se hagan públicos.

Dos sitios web de importantes universidades chinas supuestamente han publicado recientemente y luego eliminado páginas que discuten una nueva política que requiere que los documentos académicos sobre el Covid-19 se sometan a controles adicionales antes de ser publicados, según The Guardian.

Tanto la Universidad de Fudan como la Universidad China de Geociencias (Wuhan) supuestamente publicaron avisos diciendo que la investigación sobre los orígenes del coronavirus estará sujeta a controles gubernamentales.

El director del Instituto de China SOAS en Londres, el profesor Steve Tsang, dijo que el gobierno chino está más preocupado por ‘controlar la narrativa’ que rodea al coronavirus que por la salud pública o las consecuencias económicas.

La fuente que encontró las versiones en caché de los sitios web dijo que les preocupaba lo que parecía ser un encubrimiento gubernamental.

Fuente: REVEALED: U.S. government gave $3.7million grant to Wuhan lab at center of coronavirus leak scrutiny that was performing experiments on bats from the caves where the disease is believed to have originated

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