En la carretera

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Kaeleme, 17 Oct 2014.

  1. Kaeleme

    Kaeleme Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Este relato lo hice a petición de una usuaria, por eso está "personificado":


    La noche era tibia, el viento golpeaba tu tierna piel. Te habías cuidado para ese día, estabas esperando ese momento.
    El cuarto de hora se hizo eterno, las luces de los focos de la calle iluminaban el capot de su auto, mientras esperabas al "mecánico" que viniera a ayudarte.
    Te paseabas de un lado a otro, con zapatos de tacón y un vestido rojo ajustado al cuerpo. Tu entrepierna ya saboreaba lo que se vendría y poco a poco tu vagina comenzó a desear algo duro dentro de ella.

    El otro vehículo se acercó, bajó de el un mecánico, con un overol a medio cerrar dejando al descubierto su pecho. Lo observaste y sonreíste coquétamente.

    Le indicaste que el desperfecto estaba en el motor. El mecánico se acercó al vehículo, abrió el capot y comenzó a revisarlo.
    Te pusiste a su costado, rozando con tus senos su hombro derecho, mientras le preguntabas si había descubierto el problema.

    Él te miró y sonriendo te dijo "te falta bencina"
    Abriste un poco tu boca, tu lengua humedeció tus labios antes de pronunciarle estas palabras. "Quiero que tú me des mi bencina..."

    Cierras el capot, y apoyas tu espalda en el mientras invitas al mecánico que te toque.
    Él se acerca y te toca los senos, mientras te va besando el cuello apasionadamente. Tú tiras tu cabeza hacia atrás para que sus labios recorran todo tu cuello.

    Las manos del mecánico juegan con tus tetas, y sus dedos comienzan a apretar tus pezones. Te comienzas a calentar y lo besas. Sus lenguas se mezclan mientras te va bajando el vestido. Tocas su entrepierna y sientes que está duro. Acaricias su bulto mientras el te sigue tocando y besando. Mientras lo acaricias, bajas el cierre del overol y su ropa interior, para luego hincarte y comenzar a chupársela.

    La tiene dura, justo como te gusta, pasas su lengua por su miembros, mientras una de tus manos masajea tu vagina. Te metes un dedo mientras te traga su pene.
    Así estás un rato, dándole en el gusto hasta que él te toma y te deja sobre el capot del auto.

    Te abres de pierna dejándole toda tu vagina para su gusto.
    Él hace a un lado tu ropa interior y comienza a besar tus labios, luego lentamente pasa su lengua por tu clítoris y luego degusta tu interior.

    A esas alturas ya estás mojadísima y con tu mano derecha tomas su cabeza y te la entierras en tu entrepierna, para que su lengua llegue más adentro de ti. con tu mano izquierda te tocas los senos y los pezones provocándote más placer de lo inimaginable.

    EL momento es grato, el placer indescriptible, pero aún quieres más. Lo miras desafiante y él entiende la petición.

    Te sube un poco más al capot y pone su pene dentro de ti. Como estás mojada entra fácilmente y el rito se acelera. El frío del capot en tu culo y espalda se combina perfectamente con el ardor en tu vagina, tu cuerpo comienza a calentar todo a tu alrededor, mientras sientes como esa gruesa y dura verga te satisface en tu interior.

    Los movimientos llevan a que te caigas del capot lentamente, pero luego el mecánico te da vuelta y te pone en 4 frente al vehículo.

    Tu culo se abre instantáneamente, como si supiera que le toca a él ahora, pero el hombre, te la vuelve a meter por la vagina.
    Te encanta esa posición, porque sientes cómo llega hasta el fondo de tu ser con su miembro, te gusta que te tomen las caderas fuertemente y te pujen hasta que vuestros cuerpos sean uno. Te encanta el movimiento de tus senos y de como, de vez en cuando, él te los agarra y juega con ellos.

    Están en pleno acto y una de sus manos se va hacia tu trasero, para un poco la intensidad, las penetraciones ya no son tan rápidas y uno de sus dedos comienza a jugar con tu culo.
    Te comienzas a mojar más de la cuenta y comienzas a contraer tus músculos vaginales, provocando que el mecánico se ponga más duro. El roce se hace lento, mientras uno de los dedos del tipo se va metiendo en tu culo, a la par con su verga.
    Estás siendo doblemente penetrada, por su pene y por su dedo, que luego pasan a ser dos. Tu culo se dilata y está listo para recibirle.
    El te moja un poco y luego te la mete.

    Tu culo se adapta a la forma de su pene y con lentos movimientos van agarrando ritmo.
    comienzan a tener más velocidad y la pose en cuatro se transforma en una cuchara vertical.

    Pones tu cabeza hacia atrás para sentir su cuerpo y notas como su lengua comienza a recorrer tu cuello y oreja.
    Tu culo ya no pone resistencia y la penetración es rápida y placenterca. Te tocas el clítoris en sincronía con los espasmos de goce cuando te la meten por el culo.

    El mecánico te toma de las caderas y sube tus piernas sobre el capot, manteniéndote con su fuerza.
    Quedas como sentada en el aire, pero sobre su verga y ahora sientes como su pene entra profundamente en tu culo. Esa posición te excita tremendamente, porque tu sexo queda a merced de su verga.
    Están un tiempo así hasta que te corres. Tus jugos caen al suelo, mientras una tensión se apodera de tus piernas. Aprestas el culo de tal forma que haces que él se venga también dentro de ti.

    Te baja lentamente y saca su verga de tu interior. Notas como su semen sale de ti, pero que aún no apaga tu fuego interior.

    Quieres más, deseas más de aquello y te volteas para verlo.

    Aún la tiene dura y lista para satisfacerte.
    Lo tomas de los hombros y lo empujas al auto. Le señalas que se monte sobre el capot y luego te sube sobre él.
    Empiezas a cabalgar sobre su pene, mientras meneas tu cabellera al viento. Él, con una mano sostiene uno de tus glúteos y con la otra, mete su dedo en tu culo.

    Ningún orificio puede quedarse sin placer...
    Ya han pasado 20 minutos de intenso sexo, han cambiado poses disfrutando de todo el instante.

    De pronto se dan cuenta que vuestra fantasía ya lleva mucho tiempo y que en cualquier momento los pueden pillar, pero aquello les excita más y terminan cogiendo más rápido e intenso.

    Con tus piernas sobre sus hombros y tu cuerpo sobre el capot, termina lanzándote su chorro de espera en tu interior, mientras te corres contrayendo tus músculos succionando todo su ser.

    La fantasía se cumplió, el auto se arregló y ambos viajaron a la casa pensando en una nueva fantasía que cumplir.

    Atte
    Klm
     
  2. RoshieL

    RoshieL Usuario Avanzado nvl. 4 ★ ★
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    buen relato perro...

    intenso y bien contado..
     
  3. Magic_DaFrE

    Magic_DaFrE Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Genial el relato me encanto muy genial