En mis antiguos barrios, con una vecina

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Palomoo, 2 Jun 2020.

  1. Palomoo

    Palomoo Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Aprovechando esta cuarentena, les cuento esta historia de hace unos 4 años.

    Como habia dicho en otros relatos, he vivido en varias partes, he vivido con mis padres en Macul y La Florida y posteriormente en mi departamento también en La Florida. En Macul estuve viviendo hasta los 22 años y de alli nos mudamos a La Florida. Y la casa de Macul se arrendó, estuvimos 10 años con los mismos arrendatarios, una misma familia de 4 personas (los 2 padres y dos hijas) La casa era bastante grande en comparación a las nuevas casas y gigante a los nuevos departamentos de 1 ambiente que se comercializan (la casa era de 3 dormitorios, 2 baños, en el jardin caben 2 autos sin problemas). Mientras el tiempo que estuvo arrendada, Yo no volvi a ir al sector, hasta que nuestros arrendatarios se fueron a Valdivia. Habían pasado varios dias desde que la casa estaba sola y decidí ir a verla. Tomé una micro y me puse a caminar por mi antiguo barrio, hasta que llegué a la casa, prácticamente estaba igual de cuando nos fuimos. Solo tenia algunas modificaciones menores como el color de la reja, el pasto estaba totalmente verde y unos arboles estaban más grandes. Cuando estaba afuera de la casa la contemplé un rato y pasé a la casa. Toda la casa estaba impecable, estaba con un poco de polvo después de estar abandonada unos días. Me asombró los buenos arrendatarios que habíamos tenido, que dejaron la casa con cortinas y con un par de muebles (un closet, una comoda y el comedor).que no se los llevaron a Valdivia (les salia más caro el llevarlos que comprar unos nuevos)

    En la casa, me puse a recorrerla, entré a lo que era mi habitación que estaba pintada de rosado (correspondía a la hija mayor que tenia 22 años) y me puse a pensar... si las paredes hablaran... cuantos polvos se habria dado esta chica alli y bueno antes recordaba de cuantas chicas pasaron por mi cama. Recordé varios polvos, pero el más que recordaba era cuando desvirginé a una chica empaque (relato que conté aqui hace unas semanas). Bueno en esos momentos, era más nostalgia que otra cosa. Después de un rato recorriendo la casa, salí a regar el jardín y de repente se me acerca la vecina de al frente de mi casa y me dice:

    - Gabriel?

    - Si vecina (no me acordaba de su nombre)

    - Tanto tiempo!!!!... Estas igual de la ultima vez que te ví...

    Se acerca a mi (cruza la reja de mi casa), me da un abrazo muy fuerte y me dice:

    - Te vuelves a esta casa?

    - No sé, quizás... estoy juntando lucas para mi departamento, aunque no sería mala idea venirme a la casa.

    - Tus arrendatarios fueron muy buenos... las niñas fueron muy queridas por aqui... y bastantes pololeras.

    - Como asi de pololeras?

    - Tuvieron varios pololos, especialmente la mayor (alli se confirmaba mis sospechas iniciales que en lo que era mi habitación se respiraba sexo)

    - Detalles... lo importante es que dejaron la casa impecable.- le respondo

    - Asi es... cuidaron mucho la casa.

    Quedamos unos minutos callados y de pronto dice:

    - Te parece entrar a mi casa... acabo de terminar de cocinar y asi conversamos un poco.

    - No quiero molestar vecina.

    - Estoy sola, mis hijos estan en la U y mi marido trabajando

    - Bueno, asi nos ponemos al día.

    Mi vecina Ayleen me había despertado algún deseo sexual de adolescente, ya que trataba de espiarla por la ventana (su dormitorio estaba al frente del mio), en donde la había visto desnudarse en las noches (al no cerrar bien las cortinas). Cuando la espiaba ella tenia unos 35 y era bastante bien conservada. Ahora ya con unos 50 y tantos seguía bastante bien atractiva físicamente. Llevaba un jeans ajustado y una blusa un tanto floreada (con un poco de transparencia que permitia ver su sosten de copa entera). Fisicamente media 1.65, no tan delgada, pero con el jeans se veia un buen culo y unas tetas bastante grandes

    Pasamos a su casa, ella habia preparado arroz graneado con pescado frito. Cuando entré a su casa la ayude en servir la mesa y comenzamos a comer y a conversar. Alli ella me contaba que se dedicaba a ser dueña de casa, mientras su marido trabajaba como vendedor, y los dos hijos estaban por los 20 años y se la pasaban metidos en la universidad, así que casi todo el dia se quedaba sola. Después de esto, quedamos unos segundos en silencio y para cortar ese momento, me dice;

    - Bueno... ¿y cómo te va? ¿Qué estás haciendo ahora?

    - Ahora mismo, me tomé unos dias para descansar (era octubre, por lo cual uno ya tenia un tanto de cansancio por el año), trabajo en marketing en una empresa y tengo una jefatura. y me ha ido bastante bien.

    - Y que estudiaste?

    - Primero Ingenieria Comercial y después he hecho diversos cursos y diplomados.

    - Ah, qué bien. Mi hijo mayor va en el primer año de Ingenieria Comercial.

    -Que bueno, tiene un buen campo laboral.-respondi

    Se hizo de nuevo el silencio. La conversación había muerto una vez más.

    -¿Y... tienes polola? - preguntó, tratando de reanimar la conversación.

    - No, ¿y tú?

    Después de esa pregunta, me di cuenta de lo tonto que habia sido, ya que esa era la respuesta que estaba acostumbrado a dar cuando intentaba jotear a mujeres por Badoo... Ella pareció desconcertada pero divertida, poniendo cara de sorpresa, pero responde.

    - Eh... Jeje, sí... Ya sabes, estoy casada y eso...

    Yo intenté sonreír como si hubiese sido una broma a propósito, dando un trago a un jugo de manera distraída.

    -¡Jaja! Ya, ya... Era broma. Eh... ¿y qué tal?

    Ella pareció algo sorprendida por la pregunta, como era natural. Sentía cómo mi cara se ponia roja.

    - Pues... bueno, eso es algo muy personal... -dijo ella, al fin. Parecía más avergonzada que ofendida.

    - Sí, totalmente, perdona. No quise meterme donde no me llaman... Lo siento, soy un idiota...

    - No, no, he sacado yo el tema... Pues verás...

    Intenté poner cara de interés, aunque la verdad es que por dentro estaba bastante incomodo por el momento, trate de mirarla a los ojos, aunque se me desviaban a su escote (tenia un botón desabrochado, justo en la parte más grande de sus tetas, por lo que se veia algo su sostén.

    -La verdad es que hace tiempo que no estoy muy bien en mi matrimonio... ¡Ay, no sé por qué te cuento esto! Supongo que es que necesitaba hablarlo con alguien...

    - Puedes desahogate, no te preocupes —dije, intentando aparentar seguridad.

    - Mira, esto que no salga de aquí, ¿vale? Pero estoy muy...segura que mi marido tiene una aventura con otra mujer.

    - Vaya... Pero... ¿estás segura de eso?

    - Si y no sé si quiero estarlo. Mejor mirar para otro lado... ¡Ay, qué vergüenza...! No sé por qué te cuento esto...

    - No te preocupes, no se lo diré a nadie.

    -Pues verás, hace un tiempo, poniendo la lavadora, me encontré... con una camisa con manchas de pintura de mujer en el cuello... Y yo estoy segura de que eso no eran mías...

    Parecía bastante abatida. La verdad es que me daba un poco de lástima. No sabia que responderle, pero le dije

    - No te preocupes, quizá tenga una explicación... Habría que estar loco para serle infiel a una mujer como tú.

    Mi comentario pareció afectarla. Se puso colorada y me miró a los ojos, sorprendida.

    -¿Una mujer "Como yo"...? -preguntó.

    - Lo digo en el buen sentido. Sin ánimo de ofender, creo que eres una mujer muy atractiva...

    - ¿Te parezco atractiva...? -me seguía mirando con sorpresa.

    - Sí, claro. Por supuesto. Eres una mujer muy guapa.

    Ella miró al suelo y se puso de pie, pero sin embargo, lo que hizo fue acercarse a mi lado y me dice:

    - ¿Sabes? - me susurró al oído como en un ronroneo.

    - ¿Si... dime?

    - Tú también me pareces muy atractivo...

    En ese momento mi pene comenzó a endurecerse, ya que rozaba sus tetas con mi cuerpo. No respondí nada.

    - Es que... te invité a pasar porque quería hacerte una propuesta, aunque no sabía como hacerla —susurró. Podía sentir su respiración cálida en mi cuello, ya que no se movia de mi lado.

    - ¿Qué propuesta...? - tartamudeé, todavía confuso. Sin embargo, y a juzgar por el cosquilleo que sentía en mi entrepierna, mi cuerpo sí sospechaba de qué iba la propuesta.

    - Verás... quiero vengarme de mi marido -y tras decir aquello, me dio un pequeño suspiro en la oreja.

    - ¿Y qué has pensado...? - pregunté, aun un poco confundido y mirándola de reojo.

    Sin decir nada, se levantó y me tomó de la mano. Con decisión, me guió escaleras arriba y me introdujo en su habitación. Cerró la puerta y se apoyó en ella, mirándome. Se notaba que tenía la respiración acelerada, y sus mejillas estaban encendidas. Yo me quedé quieto ahí de pie, sin saber cómo reaccionar.

    - Verás... -dijo ella suavemente, empezando a desabotonarse la blusa-. Hace como tres semanas que mi marido no me hace nada... Y se me ocurre que quizá me puedes ayudar con mi venganza...

    Yo me acerqué a ella hasta quedar cara a cara con ella. Ella me miraba fijamente a los ojos cuando terminó de desabotonarse la blusa, dejando a la vista un busto espectacular, comprimido en un sostén liso, pero de un blanco muy transparente (que translucía sus pezones). Yo no estaba nervioso, un instinto animal se había apoderado de mí. Con suavidad pero firmeza, la tomé de la cintura y la acerqué a mí hasta que nuestros cuerpos quedaron en contacto. Parecía frágil y delicada. Su piel era muy suave.

    - ¿Y me vas a decir en qué consiste esa venganza? ¿Qué tengo... que hacerte?

    Ella echó los hombros hacia atrás y dejó que la blusa se deslizase por los brazos hasta caer al suelo. Después, me quitó la camisa con suavidad, liberando mi torso. Lo contempló durante unos segundos mientras se mordía el labio. Yo deslicé una mano por su piel hasta llegar a su espalda y liberé el broche de su sostén. Sus pechos cayeron libres y oscilaron brevemente, chocando entre sí. Era magníficos. Pellizqué sus pezones con cuidado, mirándola a los ojos. Ella reprimió un pequeño gesto de dolor y suspiró cerrando los suyos.

    - Dime -susurré en su oído-. ¿Qué tengo que hacerte?

    Ella no dijo nada. Lo que hizo fue arrodillarse ante mí y empezar a besarme por encima de los jeans, sobre mi inocultable erección. Solo entonces habló:

    - Hazme lo que te dé la gana.

    Aquello me pilló por sorpresa. Ya ni me acordaba de su marido, ni de que ella tenia la edad de mi madre, no pensaba en nada y solo veia la mujer que tenía arrodillada y semidesnuda frente a mí.

    Mientras pensaba en que hacerle, ella seguía de rodillas.. Habia comenzado a desabrochar el jeans y lo estaba bajando... alli levanté una pierna y luego la otra (para que me lo quitara fácilmente) y quedé en boxer y ella estaba acariciando mi pico y dando suaves besos por sobre el boxer. Yo la dejaba hacer y no más, hasta que me bajó los boxer y liberó mi pene muy erecto, el cual Ayleen lo agarró por la base y se acercó la punta a la cara. Podía sentir su cálida respiración sobre la punta de mi pico, lo acariciaba hasta que después de unos segundos, se lo introdujo en la boca. Ayleen me succionaba todo mi pico hasta meterse todo mi pene en su boca (sentia que llegaba hasta las amigdalas) y mientras ella tenia mi pico en su boca, sentia como ella hacia arcadas y salian de su boca mucha cantidad de saliva, que mezclada con el liquido preseminal se caida de su barbila y terminaban en sus tetas. Ella continuaba chupando mi pico con intensidad, manoseando mis testículos con la mano mientras me miraba con unos ojos de caliente.

    Sentia que en cualquier momento reventaba, asi que le dije... vamos a la cama... nos subimos a esta, le quite el jeans y vi que tenia puesta una tanga blanca bastante pequeña (del juego del sosten que se habia ido hace un rato... sin pensarlo mucho, corrí su tanga y alli estaa su concha humeda y con olor a mujer. Llevé mi cabeza a su entrepierna, le metia un dedo, mientras le chupaba su clitoris. Estuve varios minutos con esto, ella arqueaba la espalda y me gritaba que la penetrara, asi que sin dudar me puse sobre ella (a lo misionero) y comencé a penetrarla profundamente y mientras la penetraba, más nos agitabamos... hasta que no aguantó mucho y llegó muy rapido a su orgasmo y al sentir sus espasmos, gemidos y sacudidas de placer, aumenté la fuerza de mis embistidas, hasta que no aguante más y un generoso chorro de semen (de varios dás) llenó su concha, derrumbándome sobre ella y entregandonos a besos intensos sobre su lecho matrimonial.

    Fue entonces cuando recuperé la cordura y observé a Ayleen... etaba alli una mujer de más de 50 años, que habia sido mi vecina durante más de la mitad de mi vida (recordaba que cuando era niño me daba dulces) y ahora estabamos en la misma cama, desnudos y calientes, con su concha llena de leche. La pieza olia a sexo, estabamos los dos sudando y mi pene y brillante en mi entrepierna.

    - ¿Ayleen, lo pasaste bien?

    -Excelente... hace mucho que no tenia sexo y tenia muchas ganas. En la mañana cuando te miré por esta ventana, me calentaste, me puse este conjunto de ropa interior y si quise invitarte, era para no estar sola y ver si pasaba algo.

    Dicho eso, comenzó a acurrucarse a mi lado y al cabo de unos minutos comenzó a jugar con mi pico, el cual muy rapidamente estaba listo para trabajar y asi tuvimos el segundo round en donde acabe en su boca y se bebio toda mi leche.

    Alli quedamos un rato conversando, le dije que cuando era más chico la espiaba por la ventana y me dí muchas pajas deseandola.

    Ya eran pasadas las 4 de la tarde, procedimos a ducharnos juntos, hubieron sus buenas dosis de manoseos, pero me debia ir, ya que sus hijos llegaban a eso de las 5 de la tarde. Asi que una vez vestidos, intercambiamos numeros y nos seguimos viendo con relativa frecuencia (juntandonos en moteles del centro) para nuestra dosis de sexo.
     
    #1 Palomoo, 2 Jun 2020
    Última edición por un moderador: 3 Jun 2020
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  2. Ritual69

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    Buena Palomo, haciendo de las tuyas.
     
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  3. ice_32

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    la vecinita tiene antojo !!!!....yo tengo una vecina muy rica pero es mas pesada que tren a pedales...es cabrita nomas...20 y algo debe de tener...buena palomo...
     
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  4. hugo1313

    hugo1313 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Lo mas rico es culear con una madura y con ganas. Buen regalo!
     
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  5. bauza

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    Excelente relato compañero, quien no tuvo a esa vecina rica que desde niño la miraba con calentura.
    Pero no todos tuvimos la suerte de culearla jajaja.
    Siga aportando con sus relatos compañero son muy buenos
     
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  6. DON PEPE

    DON PEPE Super Moderador
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    Buen relato.