Enfermera

era bastante joven, pero ya había tenido mucha vida, era demasiado bueno para el carrete, físicamente soy del montón, pero ingenioso, buen bla bla, culto y decidido, lo que hace seas un líder natural. Algo de eso, servía para tener bastante suerte con las mujeres, especialmente con mujer mayores, o con minas interesantes.
Enamorado me casé, me propuse dejar el carrete, lo logré en gran parte, hasta que fui padre, ahí saque fuerza para cortar todo el webeo, solo salía de la casa para ir al trabajo, no contestaba el teléfono, cuando me topaba con una mina rica, me hacía el Weon, o me cambiaba de vereda.
Disculpen lo latero, es para que entiendan.
Una noche de vuelta del trabajo, en moto, tuve un accidente bastante grave, varias fracturas, heridas en varias partes, el casco se rompió y quedé bastante desfigurado.
Cuando volví a casa. Llegó una amiga de la familia de mi mujer, enfermera, unos 10 años mayor, ella era una de las que yo evitaba mirar.
Era una mujer preciosa, muy atractiva, con una figura impresionante, muy curvilínea, pero siendo una mina tan rica, algo te frenaba, era como intimidante, quizás por ser muy alta, por vestir siempre tan elegante, sus grandes ojos verdes, sus rasgos seguramente de otro continente, la estela de perfume que dejaba al pasar.
En fin, vino a verme y sin pedir permiso, dijo que vendría a diario para que no quedará desfigurado.
Y así lo hizo, venía 3 veces al día, todo era muy doloroso, obvio yo me hacía el valiente, y después de un par de días, empecé a hacer bromas, ella se reía con ganas. Así nos fuimos conociendo, casi siempre estábamos solos en la casa.
Yo aún tenía un ojo cerrado, un brazo y una pierna enyesada, una herida grande en una pierna y en la cadera, ella empezaba por mi cara y luego veía las de abajo, un día ella estaba viendo mi cara, estaba tan cerquita, apoyaba su mano en mi pecho, ese día su falda se veía más corta, tenía las piernas largas y usaba tacos, así que sentada en mi cama, de frente a mi sus rodillas quedaban mucho más altas que su cadera, en momentos, al moverse, las separaba, y yo creía ver el cielo, luego se acercó un poco más, podía ver su escote, en realidad me daba vergüenza mirar, y levantaba la vista, ese día tuve una erección de caballo. Estaba avergonzado, y le pedí que no bajará la sábana, ella se sonrió y la bajo sin aviso, me pasó algo para que me cubriera. Y me dijo, es normal, ya me estaba preocupando por ti.
Esa fue la primera vez que pensé que me calentó a propósito, después de ese día todo se volvió más juguetón, teníamos mucha confianza, hablabamos de sexo, de fantasías, yo casi no podía moverme, así que me relajé, era solo una travesura, cuando se ponía un poco más intenso yo pensaba que podía llegar mi mujer, o alguien más.
Así que cambiaba el tema.
Ella empezó a mostrar que realmente le gustaba calentarme.
Traía un par de botones desabrochados, se acercaba , me rozaba, se mordía los labios, ya era normal que yo tuviera el pico parado, incluso antes que llegara.
Así pasaron muchos días, yo soñaba con ella, la calentura me volvía loco, pero de alguna manera entendí que mi papel era resistirme, supongo que siendo tan guapa, todos la vida la acosaban.
Decidí ser firme y exagerar mi papel, al día siguiente, le cambiaba el tema, miraba hacia otro lado, cuando acercó su cara. Cerré los ojos, sentí que sus labios estaban a milímetros de los míos, su boca húmeda, entreabierta, quise seguir con el juego y giré mi cara, todo se detuvo por una eternidad, yo sentía mi corazón en la garganta, los latidos parecían retumbar en mis oídos, y el pico se movía al mismo ritmo. Ella se alejó un poco, yo seguía con los ojos cerrados, de repente, muy suave, sentí la punta de sus uñas rozarme el pene, por sobre el slip, de a poco, despacito, yo tenía todo mojado, luego sentí las yemas, de a poco la mano completa, el elástico del calzoncillo era de buena calidad, el tonto seguía atrapado, atravesado y con movimiento propio, hice como que me quería defender con el brazo bueno, ella lo tomo con fuerza y lo apretó contra la cama, ahí todo se aceleró, ella empezó a darme mordiscos por sobre la tela, yo le dije, espera, espera, y por fin lo saco, ella era puras ganas, lo lamía, lo chupaba, lo mordía, se lo tragaba, se lo pasaba por la cara, yo ya no pude aguantar, me vine con fuerza, ella lo seguía chupando, se tragó hasta la última gota, y siguió chupando, suave y firme después, supongo que por sus conocimientos, siguió chupando pero con mucha fuerza, por un buen rato, solo aflojaba para respirar, y seguía haciendo un vacío con toda su fuerza, cuando terminó, estaba enorme como nunca, más cabezón, rojo brillante, venoso y como entumecido, con poca sensibilidad.
Ella se paro, se alejó unos pasos, se sacó lentamente la blusa, tenía unas tetas perfectas, grandes, firmes , ella se movía con gracia, sensualmente, se tocaba, arqueaba su espalda, su cintura era pequeña , su estómago firme, atlético, marcado, sus caderas eran anchas , se levantó la falda , cuando vi su culo, supe que nunca volvería a vivir algo así, quizás con suerte podría encontrar una mina tan exquisita, pero quizás pagando, o con alguna otra maña, en cambio esta diosa estaba frente a mi. Con ganas de culiarme, la contemplé tratando de grabar todos los detalles, al mismo tiempo acepté la realidad, esto era fortuito, era mucha mujer para mí, y está sería la primera y última vez.
Eso me calmo un poco.
Ella se acercó, gateando sobre la cama hasta llegar a montarse sobre mi.
Ella estaba realmente gozando, tuvo un orgasmo casi altiro, luego siguió moviendose lentamente, hasta que volvió a tomar ritmo, se movía tán rico, era claro que no quería acabar rápido, se detenía y apretaba sus piernas, su culo para contenerse, pero yo sentía como que internamente su vagina seguía tratando de ordeñarme, y tampoco podía detener sus gemidos, yo empecé a sentir el gustito, y cuando ella lo notó, no tuvo compasión y puso su mano en la herida de mi pierna, y claro, yo volví al principio.
Así un buen rato, hasta que llegó su segundo orgasmo, grito, me enterró las uñas, me mojó con chorros. Todavía montada sobre mi, me dió un beso, quizás el primero, y me dijo, perdoname, creo que me aproveché de ti, pero no podía dejar de fantasear contigo, me caso en 2 meses, con mi pololo de toda la vida, pero no puedo portarme así como hoy, con el.
Mañana vendré como enfermera, esto nunca sucedió, y nunca se repetirá.
No te preocupes por mi, le dije. Puedo controlarme.
Al otro día llegó bien tapadita, bien profesional, hizo sus cosas, y se fue, yo siempre de Weon, al despedirse me dió un beso, en la mejilla, sus labios estaban calientes, y se fue, sentí cerrar la puerta principal, pero no se fue, volvió a la habitación, está vez, se desnudó por completo, y fue diferente, muchos besos, muchas caricias , más que culiar, hicimos el amorsh.
Y así se repitió cada día por un par de semanas, ella era feliz, muy feliz, traía juguetes sexuales, disfraces, lencería, era una calentura sin control, casi nos pillaron un par de veces, culiamos con gente en la casa.
Un día, llegó acompañada de su novio, y nunca más volvió a venir sola. Nunca pude hablar con ella, dejo de venir.
Un día escuché hablar a mi mujer con sus hermanas, ella había terminado el compromiso con el novio.
Yo me alegré por ella, y por que todo termino tan abruptamente, yo estaba bastante enamorado de ella, y tal vez ella de mi, pero siempre he tenido miedo de esas calenturas tan grandes, tan intensas, si tienes suerte puedes vivir envuelto en una locura permanente. O puedes quedar a un lado, y perder la razón y nunca poder superarlo.
Cuando hay demasiado amor, el hombre pierde su honor y su dignidad, decía Eurípides.
Años después la volví a encontrar, pero eso sería tema para otra ocasión, si hay interés.