Esto le pasó por abrir la puerta a quien no debía

Tema en 'Historias de ultratumba y Experiencia paranormal.' iniciado por SgtMerdy, 18 Ago 2018.

  1. SgtMerdy

    SgtMerdy Usuario Nuevo nvl. 1
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    Hay algo extraño ahí fuera. No se sabe si es humano o si es de otro mundo. El caso es que estos seres acechan fuera de la puerta de tu casa, llegan por la noche fingiendo ser una persona de tu familia o tus amigos y te suplican que los dejes entrar. ¡Por nada del mundo debes abrirles la puerta! Los que sí les abrieron jamás fueron encontrados con vida. Lo único que se sabe de esos desafortunados es que sufren de una manera horrible. Lo único que queda de ellos es una historia de terror de lo más perturbador.



    Por favor, ¡abre la puerta!


    Cuando terminamos de leer yo no sabía qué pensar. Tal vez era una broma tonta de alguien, tal vez incluso era mi amigo quien me estaba jugando una broma… pero él estaba tan asustado como yo; lo pude sentir. Ahora sabíamos que había alguien ahí afuera, tras la puerta. Pero el momento más aterrador aún estaba por venir. En ese mismo instante un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, dejándome paralizado. Una voz se escuchó; provenía del otro lado de la puerta. Mi amigo estaba seguro y yo lo puedo corroborar: la voz era la de su madre.

    —Hijo por favor ábreme, tu padre y yo tuvimos un accidente en el auto, estamos muy lastimados… por favor, abre, ayúdanos— Al escuchar esto mi amigo sólo retrocedió un paso. Aún puedo recordar esa expresión en su rostro: estaba en shock. Estoy seguro de que ninguno de los dos nos creíamos lo que estábamos escuchando, ni sabíamos qué hacer.

    —Hijo por favor, abre, ¿a qué esperas? Necesitamos tu ayuda…— Sin lugar a dudas, ahora era la voz de su padre. Eran las voces moribundas de su madre y de su padre tras la puerta, clamando por ayuda. Mi amigo y yo permanecimos sin reacción por algunos segundos, después él se volteó lentamente, y me dijo: —Esos son mis padres de verdad. Y necesitan ayuda. ¡Vamos a abrir la puerta!

    Se dirigió hacia la puerta, pero le detuve. —Recuerda el correo, lo que nos dijo que pasaría. ¿No se te hace extraño? ¿Y si es verdad y ellos no son tus padres?— Él lo único que hizo fue hacer que lo soltara. —No digas tonterías— me dijo. —Tú los escuchaste; ésas eran las voces de mis padres. El correo debe de ser una estúpida coincidencia— Fue a abrir la puerta sin que pudiera hacer nada.

    La verdad, no sé qué me hizo hacerlo, quizás el miedo que me invadía… pero al ver que no podía detenerle, lo único que pensé fue en correr hacia el armario del dormitorio, donde mi amigo guardaba algunas de sus cosas y esconderme ahí. No sabía lo que iba a pasar, pero en verdad tenía pánico. Lo que escuché a continuación creo que no lo voy a olvidar mientras viva, y hasta el día de hoy tengo pesadillas con ello. Mi amigo abrió la puerta, y después sólo pude escuchar sus gritos. Eran unos alaridos que desgarraban el alma, llenos de dolor y de terror. No pude hacer nada más que permanecer inmóvil, hasta que después de unas horas me quedé dormido o me desmayé; la verdad es que no recuerdo bien.

    Al despertar por la mañana, me extrañé al ver el lugar en que me encontraba, pero luego lo recordé todo. Salí del armario y en la habitación no había nadie. Noté de inmediato que ya era de día y que la puerta estaba abierta, así que decidí salir. Busqué por toda la casa, con la esperanza de encontrarlo y que me dijera que todo había sido una broma. Pero mi amigo no estaba. En la tarde llegaron sus padres y les conté lo sucedido. Llamaron a la policía y lo buscaron durante días, pero él nunca apareció. El correo que le había llegado esa noche también desapareció; probablemente alguien desconocido lo había borrado.

    Para ser honesto creo que nadie creyó nada de lo que les había contado. Aunque… no importa que nadie me creyera. Yo sé lo que pasó esa noche y sé que ellos estaban ahí afuera. También sé que no debí haber estado ahí, que no debería saber que ellos existen. Aún no entiendo por qué lo hacen; creo que sólo tratan de divertirse con las personas, con su pánico… alguna clase de juego cruel. Cada día lo analizo y trato de aprender más de ellos; sé que sólo llegan en la noche y que pueden imitar cualquier voz, que si no abres la puerta se irán. Y no sé por qué, pero también creo que siempre recibirás ese extraño mensaje de advertencia. Tal vez, eso también forme parte de su macabro juego. De lo que sí estoy seguro es que algún día regresaran a por mí, pero pase lo que pase no abriré la puerta.