Destacado Hipercan: el posible nuevo tipo de ciclón tropical

En la palestra de casi todos los medios televisivos ha estado el eco de lo que ha venido siendo un desastre natural para los países del caribe, los huracanes Irma, Katia y Jose. Y cierto es que desde hace sólo 2 años se han registrado los huracanes más poderosos de la historia; Patricia e Irma, con una categoría Saffir-Simpson F5, con un tamaño que superan a un país entero, dejando a su paso, destrucción pura con vientos de mas de 250 a 300 kilómetros/ hora.





Sin embargo, estos huracanes no serían mas que un bizcocho de niños, comparado a lo que los científicos han denonimado: Hipercan. Un Hipercan es un hipotético mega-huracán, y ya, que dada las condiciones para que solo en los últimos 2 años se hayan registrado los huracanes mas poderosos de la historia, no estaría lejos de la realidad que aquellas condiciones se reuniesen aún con más fuerza y vertiginosidad en los próximos 50 años. La existencia de hipercanes fue propuesta por Emanuel Kerry en una serie de artículos publicados en los 90´s en diversas revistas especializadas de geofísica y meteorología.


(imagen hipotética de la apariencia de un Hipercan. En este sentido, vemos 3 hipercanes abarcando 3 continentes enteros en la película "El día después de mañana").

Este nuevo huracán, pulverizaría la escala de Saffir-Simpson, ya que estamos hablando de tempestades con vientos que superarían los 800 kilómetros/ hora, y que por lo tanto, arrasaría con cualquier tipo de tecnología anti-ciclónica que actualmente posee el hombre.

En este contexto se deberían dar condiciones sólo un poco más precisas que las actuales para la formación de un Hipercan. Con ráfagas de viento que se acercan ya a la velocidad del sonido (1235 km/hora), el reflujo ondulatorio que provocarían sería comparable a los que emite una bomba atómica, próxima a su lugar de detonación.

Éste Super-huracán podría nacer de la combinación de una temperatura superficial en los mares cercana a los 47 a 50 grados C°; sólo 15 grados más que la máxima temperatura hasta ahora registrada en el mar. Sumado a esto se formarían mega-celdas de aire frío y seco impactando a masas de aire condensado a baja presión debido a la temperatura de los mares (50°C) y la consiguiente humedad de más del 90%. Pero la gran diferencia de un huracán F5 que sólo alcanza vientos mayores a 300 km/ hora, en este escenario encontramos el reflujo en forma de bombilla de aire circulando a presiones muy bajas desde las capas altas de la estratosfera, haciendo efecto venturi con masas de aire muy húmedo y muy caliente proveniente, no sólo del mar, sino de la tierra también. El ojo del huracán llegaría a medir 300km de diámetro.

Y es aquí, donde hay que realizar 2 alcances. El mayor peligro es que el Hipercan generado deteriore la capa de ozono, al hacer contacto con la estratosfera, debido a las capas y capas de nubes de más de 30 kilómetros de alto que se van regenerando mientras el Hipercan se alimenta del mar y de la estratosfera. Esto permitiría la entrada de mayor energía UV, aumentando la temperatura en el cono basal del mega-ciclón y disminuyendo su presión en la copa, alimentándolo aún más, y como consecuencia mayor frecuencia de hipercanes. El otro problema, que no mencionaremos en detalle, sería que, de darse tales condiciones, el tiempo de formación sería casi inmediato, no dando tiempo de evacuación, ni siquiera de medidas de emergencia. Aunque hay antecedentes de huracanes que se formaron del día a la mañana sin previo aviso: el huracán Allen de 1980 y el huracán Camille de 1969, el 2 y 3 con más muertes de la historia, solo superado por el gran huracán San Calixto con más de 25.000 muertes.

A más calentamiento de aguas, más posibilidad de huracanes y de más violencia.

Muchas especies marinas no sobrevivirían el aumento de Temperatura y salinidad; las ciudades costeras sufrirían el embate de una tempestad que potencialmente dejaría en jaque al mundo entero. Aunque ya somos testigos de aquello. Sabemos muy bien que la elevación de temperatura de los mares en los últimos 40 años ha rondado entre el 0,5 a 1° C, y que sólo en esta década, este ritmo se ha triplicado.

Más allá de los evidentes riesgos, modificaría muchas condiciones climáticas. Y aunque parezca ciencia ficción, ejemplo de esto fue el tornado de Oklahoma de 1999, que inspiró la película Atomic Twister 2002, la continuación de Twister de 1996. Con vientos que superaron los 525 kilómetros/ hora, o el gran tornado de San Justo de 1973 en Argentina, que muchos historiadores y eruditos geofísicos y meteorólogos califican como el tornado más potente de la historia del que se tenga registro. Muchas historias y conspiraciones circulan alrededor de este desastre, ya que la TORNCOMP; el laboratorio meteorológico más grande del mundo hasta ese momento ubicado en EEUU se vio implicado en una misteriosa polémica, cuando se supo a la luz pública que alteraron los patrones de viento y velocidad estudiados. Este tornado fue estudiado por Tetsuya Fujita (uno de los creadores de la escala Fujita-Pearson), quien lo calificó con una magnitud de vientos alrededor de los de 630 kilómetros/ hora. En la web aún pueden encontrarse terroríficos relatos de los ya pocos sobrevivientes de aquel desastre natural.