Israel considera la cuarta dosis de la vacuna, pero algunos expertos dicen que es prematuro

Israel considera la cuarta dosis de la vacuna, pero algunos expertos dicen que es prematuro

Algunos científicos advierten que un número excesivo de inyecciones podría perjudicar la capacidad del organismo para combatir el virus Covid-19. Pero los expertos israelíes dicen que no hay tiempo para esperar.

Los israelíes mayores recibieron una tercera vacuna Covid-19 en Tel Aviv en agosto.
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Israel está estudiando la posibilidad de aprobar una cuarta dosis de la vacuna contra el Covid-19 para personas vulnerables con el fin de contener la variante Omicron de rápida propagación, a pesar del debate entre los científicos y la falta de pruebas a favor o en contra de otro refuerzo.

El grupo de expertos que asesora al gobierno israelí sobre la pandemia reconoció esa incertidumbre, pero el martes recomendó administrar una cuarta dosis, concluyendo que los beneficios potenciales superan los riesgos. Señaló los signos de disminución de la inmunidad unos meses después de la tercera inyección, y dijo que cualquier retraso en las dosis adicionales podría resultar demasiado tarde para proteger a los más expuestos.

Pero algunos científicos advirtieron que el plan podría ser contraproducente, porque demasiadas inyecciones podrían causar una especie de fatiga del sistema inmunitario, comprometiendo la capacidad del organismo para combatir el coronavirus. Algunos miembros del panel asesor del gobierno plantearon esa preocupación con respecto a los ancianos, según un resumen escrito de la discusión obtenido por The New York Times.

El primer ministro, Naftali Bennett, ha dejado claro que apoya una cuarta vacuna, y el ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, ha sugerido que una nueva ronda de refuerzos podría ponerse en marcha el domingo. Pero el jueves por la noche, el Ministerio de Sanidad no había actuado sobre el consejo, y un alto funcionario del ministerio dijo que estaba esperando más datos de otros países.

Israel, un país pequeño con un eficiente sistema de salud pública, fue líder en el despliegue de la primera ronda de vacunaciones contra el Covid y posteriormente en la administración de refuerzos, por lo que sus resultados han sido observados de cerca por el resto del mundo. Su agresivo ritmo ha colocado a Israel en posición de evaluar pronto la eficacia de las vacunas y la rapidez con que desaparece la protección.

«El precio será más alto si no vacunamos», dijo el Dr. Boaz Lev, jefe del panel asesor, en una conferencia de prensa a última hora del miércoles. Describiendo la propagación de Omicron como «una especie de tsunami o tornado», añadió: «No tenemos mucho tiempo para tomar decisiones».

Trabajadores sanitarios tratan a pacientes en la sala de coronavirus del Centro Médico Barzilai en Ashkelon, Israel, en agosto.
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Con Omicron arrasando el mundo a una velocidad alarmante, los gobiernos se afanan en averiguar cómo contenerlo ante la importante presión pública contra la reimposición de duras restricciones en la vida cotidiana, la limitación de las celebraciones festivas y la profundización del dolor económico provocado por dos años de pandemia.

Un nuevo informe británico muestra que las dosis de refuerzo son menos eficaces contra Omicron que las variantes anteriores, y que su eficacia desaparece más rápidamente: en 10 semanas. Los fabricantes de vacunas están tratando de ajustar sus vacunas para atacar a Omicron.

Además de la preocupación de que una cuarta vacuna en menos de un año podría debilitar la inmunidad, algunos expertos dijeron que el gobierno de Israel todavía no había aprovechado otras opciones, como vacunar a más personas no vacunadas o dar una tercera vacuna a cerca de un millón de ciudadanos elegibles que hasta ahora no han recibido una.

Junto con el escaso conocimiento general sobre Omicron, también se desconoce el efecto de una cuarta dosis contra la nueva variante. Pero los expertos médicos del país apuntan a la disminución de la inmunidad en los mayores de 60 años, que fueron los primeros en recibir la tercera vacuna a partir de agosto.

Investigadores israelíes del Ministerio de Sanidad y de varias instituciones académicas presentaron el martes datos al equipo asesor que hizo la recomendación de la cuarta vacuna. La presentación, obtenida por The Times, mostraba una duplicación de la tasa de infección por Delta entre el grupo de edad de más de 60 años en los cuatro o cinco meses siguientes a la tercera vacuna.

No había indicios claros de una menor eficacia contra la enfermedad grave.

Israel ha confirmado algunos cientos de casos de Omicron, pero las autoridades dicen que la nueva variante está mucho más extendida, y podría superar a Delta como variante dominante en el país en dos o tres semanas.

Una calle principal de la Ciudad Vieja de Jerusalén todavía tenía algunos puestos y restaurantes abiertos esta semana. La mayoría de los visitantes eran residentes locales.
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Ante el temor de que se produzca un brote importante de Omicron durante el invierno, cuando los hospitales ya están desbordados de pacientes con complicaciones de la gripe y otras dolencias respiratorias, el grupo consultivo votó por abrumadora mayoría recomendar una cuarta dosis para las personas mayores de 60 años, las que tienen el sistema inmunitario comprometido y los trabajadores sanitarios, que debe administrarse al menos cuatro meses después de sus terceras vacunas.

El grupo de expertos no recomendó por el momento una cuarta dosis para la población en general. Pero sí aconsejó administrar la tercera dosis tres meses después de la segunda, en lugar de la espera actual de cinco meses.

Aunque hay pruebas de que Omicron, descubierto apenas el mes pasado, suele causar una enfermedad más leve que las variantes anteriores, los funcionarios israelíes dijeron que para cuando tengan información más clara, podría ser demasiado tarde para proteger a las personas de mayor riesgo.

«Podemos sentarnos en nuestros sillones académicos y esperar la investigación del extranjero», dijo el Dr. Tal Brosh, otro miembro del panel asesor, «pero ese es un tipo de privilegio que no sentimos que tenemos».

Israel comenzó a administrar la vacuna de dos dosis de Pfizer-BioNTech el pasado mes de diciembre y había inoculado a una parte importante de su población antes de que muchos países ricos hubieran empezado a hacerlo. En la primavera se convirtió en el primer país del mundo en vacunar a la mayor parte de su población. El Sr. Bennett, el primer ministro, se enorgullece de haber tomado una decisión temprana a finales de julio para administrar la tercera vacuna, atribuyéndole el mérito de haber contenido con éxito la oleada Delta mientras mantenía abiertas las escuelas y la economía.

La aparición de Omicron amenaza con revertir esos logros y devolver al país a una especie de confinamiento. Pero Israel se apresuró a endurecer los controles fronterizos y a prohibir la visita de la mayoría de los extranjeros, y está elaborando una lista roja cada vez más amplia de países con altas tasas de infección a los que los israelíes no pueden viajar sin un permiso especial, incluidos Estados Unidos y Canadá.

El Sr. Bennett acogió con entusiasmo la recomendación del panel de una cuarta vacuna esta semana, diciendo: «Los ciudadanos de Israel fueron los primeros en el mundo en recibir una tercera dosis, y seguimos liderando con la cuarta.»

El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, dijo el jueves que esperaba que los alemanes recibieran otro refuerzo en el próximo año, dependiendo de la duración de la protección de la tercera vacuna.

Pero algunos profesionales de la medicina han sugerido que se frene.

El profesor Hagai Levine, epidemiólogo y presidente de la Asociación Israelí de Médicos de Salud Pública, dijo que Israel no estaba viendo todavía un fuerte aumento de las infecciones -las infecciones diarias son de alrededor de 1.200 al día, por debajo de las 11.000 en el punto álgido de la ola Delta en agosto- y no había pruebas de que fuera necesaria una cuarta vacuna para prevenir la enfermedad grave de Omicron.

«Respeto la opinión de quienes dicen que más vale prevenir que curar», dijo el profesor Levine en una entrevista, «y no hay ningún problema en estar preparado. Pero antes de poner una cuarta inyección, es preferible esperar a la ciencia».

Un hombre recibió su tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus en Jerusalén en agosto.
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Otro de los críticos más acérrimos, el profesor Dror Mevorach, que dirige la sala de coronavirus del Centro Médico Hadassah de Jerusalén, también instó a esperar más datos.

«El hecho de que hayamos liderado con la tercera dosis no significa que deba haber una cuarta dosis sin base científica», dijo. La disminución de los anticuerpos a lo largo del tiempo es natural, dijo, y el refuerzo de los anticuerpos puede tener un beneficio limitado.

El panel consultivo del gobierno dijo que su recomendación de una cuarta inyección se derivó de la confluencia particular de Omicron y la carga adicional en el sistema de salud durante el invierno, y puede no llevar tan rápidamente a una quinta.

Al principio, muchos israelíes consideraron que el liderazgo de su país en la vacunación de la población era un privilegio y un billete para volver rápidamente a la vida normal. Pero la perspectiva de una cuarta vacunación en el plazo de un año hacía reflexionar a algunos.

«Como mucha gente, soy muy ambivalente», dijo Chely Edery, de 59 años, propietaria de una tienda de regalos en Jerusalén. «Lo último que quiero es que mi negocio cierre, pero tengo la sensación de que esta vez no saben lo suficiente».

Benny Muchawsky, de 80 años, arquitecto, dijo que parecía una histeria.

«Israel es el laboratorio de la vacuna contra el coronavirus», dijo.

Fuente: Israel Considers 4th Vaccine Dose, but Some Experts Say It’s Premature

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