Jugando sola

Jugando sola



Vino una idea traviesa
que invadió mi pensamiento:
matar el aburrimiento
dándome un instante grato,
decidí tocarme un rato
y regalarme un momento,
lo hago con el dildo o
con mi mano.

Hoy voy a jugar solita,
hoy me lo he de conceder,
porque para esta mujer,
no existe nada más sano
que tocarse con la mano,
y darle al cuerpo placer.


Las novatas han de usar
para su estimulación,
la foto de algún varón,
tal vez un video ver,
pero esta sabia mujer
usa su imaginación.


Y a la tumba he de llevar
lo que pase por mi mente,
mejor si es algo indecente,
o bien si es algo prohibido,
si es morboso y retorcido.


Nunca voy a revelar
a quien se lo he dedicado,
pues en muchos he pensado,
sea extraño o conocido,
familiar o algún vecino,
por aquí todo ha pasado,
pero el que llega a mi mente,
siempre es mi amo.


Con la mente predispuesta,
ya en la cama recostada
sin hacer aún yo nada,
debo entrarle con prudencia,
pues sé bien por experiencia
que ya un poco estoy mojada,
mi vagina húmeda e imagino
que soy penetrada.


A centímetros del rostro,
el dedo he de olfatear o
puede ser el dildo
que me dan ganas de chupar.


Esta previa es importante,
la imaginación ha de volar,
y recodar que soy su puta,
me excita aún más.



Antes de bajar la mano,
a modo de despedida,
siempre doy una lamida;
al ser eso muy sensible,
me resulta imprescindible
lubricarlo con saliva.


Ya la mano bajo
la mando para el tajo,
así comienza el trabajo,
presiono mi botoncito,
frotándolo despacito,
hacia arriba y hacia abajo.


Que rico sería un squirt,
que rico ese orgasmo,
que rico recordar,
como el amo metió su mano.



Y me paso un buen rato
con mi vagina así jugando,
bien suave masajeando,
y mi espalda un poco arqueo,
siento como el cosquilleo
todo el cuerpo va inundando.


Se me erectan los pezones
mientras apuro mi mano,
con mi lengua me relamo,
mi respiración se altera,
mi corazón se acelera,
mientras en mi mente digo,
soy la puta de mi amo.