La Clienta

Hola a todos, me llamo Franco, como les comenté el otro día, esta semana pensaba subir otra experiencia que tuve, por lo que ahí les va:

Hace algunos años atrás, me encontraba realizando mi práctica profesional, la verdad es que me considero una persona bastante responsable y dedicada en lo que hago, cuando comienzo algo trato de terminarlo de la mejor forma y poner todo mi esfuerzo en aquello, así me cuando me llamaron para realizar mi práctica, fui con todas las ganas de realizar un buen trabajo, pero jamás pensé que en aquél lugar, viviría experiencias más allá de lo laboral, que espero poder contarles a través de mis relatos.

Bueno, me presento en mi práctica, me toca hablar con el mandamás, una persona muy cordial, me señala la forma en que ellos trabajan, y me dice que me va a asignar a un grupo de trabajo, me lleva y me presenta a la que sería mi supervisora por el tiempo que duraría mi práctica, la cual era una mujer preciosa, morena, pelo negro, de 1.58 mts, delgada, un muy buen trasero, su busto era acorde a su cuerpo, era exactamente 10 años mayor que yo, y se notaba que tenía un cuerpo trabajado. Ella me saluda, yo embobado la verdad, luego ella me lleva a mi estación de trabajo, me señala lo que debo hacer, y me señala que la persona que estaba antes que yo llegara, se mandó varias cagadas y necesitaban que yo arreglara en la medida de lo posible aquello, por lo que me deja como tarea comenzar a llamar a la gente y citarla para poder atender sus requerimientos con la mayor celeridad posible. Luego me presenta con mis compañeros, y comienzo a trabajar. Me puse manos a la obra, y comienzo a llamar a las más o menos 20 personas, que tenían requerimientos en curso, que estos habían estado por un buen tiempo sin solución (todos sabemos que lamentablemente así funciona el sector público), y me pongo como meta solucionar la mayor cantidad de ellos durante mi estadía. Con el pasar de los días, fueron llegando una a una, las personas con estos problemas pendientes, hasta que un día llega Marcela, una mujer delgada, de más o menos 40 años, alta, de unos 1.70 mts más o menos, pelo rubio, con lentes, muy bonita, se notaba en su vestido que tenía un buen trasero, me saluda, "¿Tú eres Franco cierto?", a lo que yo respondo que sí, y que por favor tome asiento, busco en el computador, y le ofrezco disculpas primeramente porque su problema sigue sin solución y en contra de lo que me advirtieron mis jefes (por caliente, jajajaja) le digo que espero resolver su caso lo antes posible, que antes de terminar mi práctica voy a solucionar su caso. Ella muy pesada, me dice que eso lo viene escuchando hace rato, que ya no cree en los servicios públicos, y que por favor la llame cuando tenga novedades. Ella se va, continúo con mi trabajo, e inmediatamente se me acerca mi jefa y me reta por asegurar que antes de irme resolvería su problema, puesto que me dice que uno no puede comprometerse, y bla bla, a lo que yo le señalo, que no lo dije por decir, que espero de verdad resolver todos esos "cachos" que me entregaron al comenzar.

Avanzan las semanas, y logro tener avances, en estos requerimientos complicados, comienzo a realizar diversas llamadas, a solicitar oficios para diferentes entidades, a personalmente ir a reuniones para pedir que por favor vean mis requerimientos, y ya cuando iba por la mitad de práctica más o menos, me llega a mi correo una buena noticia respecto al problema de Marcela, inmediatamente tomo el teléfono, y la llamo para citarla la próxima semana, ella me contesta que hará lo posible, por ir. Llega el día de la citación y yo la verdad es que me perfumé bastante, me preocupé por mi afeitado, peinado, etc., y llega nuevamente, tan regia como la vez pasada, nuevamente de vestido, chaqueta encima, con su pelo largo, sus lentes y su bello rostro, se sienta y yo le explico los avances, ella sorprendida me agradece, me dice que la verdad es que ya estaba perdiendo las esperanzas, y que valora mis gestiones, pero me dice: "ver para creer", y agrega, "me imagino que usted se irá, y seguirá donde mismo mi problema", le digo que estoy en la mitad de mi práctica y que en el tiempo que me queda, creo que podremos solucionar su problema, ella se para, se despide, y me dice: "me llama cualquier cosa por favor", yo le digo: "por supuesto", estamos en contacto.

Entraba ya, a mi último mes de práctica, y recibo a mi correo la buena noticia, habían accedido a mi requerimiento, estaban todos los documentos enviados de manera conforme, lo que de verdad me puso contento, más allá de que la señora era bien rica, lo tomé como un triunfo personal, porque me dio bastante trabajo, así que tomo el teléfono y le digo a Marcela que su requerimiento fue aprobado, que puede venir a partir de mañana por sus documentos, ella me dice que no lo puede creer, que si no es una broma, y yo le digo, venga mañana mismo si quiere, acá conversamos. Mi jefa me felicita, yo seguía contento, y pensando en que al otro día, volvería a ver a esta bella mujer. Llega el día y ella aparece, me saluda, se sienta, y creo que se veía mejor que nunca, un vestido rojo, que le venía a su color de pelo y piel, hacía que resaltara más aún su belleza, me dice que aún no cree lo que le dije por teléfono, imprimo sus documentos, se los paso para que los revise, ella se pone a leer, y veo que se le caen un par de lágrimas, en eso se acerca mi jefa y le pregunta si tiene algún problema, y ella dice que está feliz, que llevaba 2 años esperando una respuesta y al fin la obtiene, y mi jefa me dice: "Franco tráele un vaso de agua por favor", me paro, lo voy a buscar, se lo entrego, me siento, y seguimos conversando los tres por unos cinco minutos, en eso ella se para, y me dice si puede acercarse a mi, yo le digo claro, y me funde en un abrazo, "gracias, gracias de verdad, quizás para ti es una tontera, pero de verdad te agradezco mucho tu gestión", yo le digo que no se preocupe, que es parte de mi trabajo, y ella se va. En eso me doy cuenta que todos me estaban mirando, riéndose, me dio un poco de vergüenza la verdad, y se acerca mi jefa y me dice: "Oh la vieja caliente, medio abrazo que te dió, a la hora que no hay nadie, te agarra a besos", yo me puse a reír, y le dije, "No, lo que pasa es que nadie cree en los servicios públicos, están muy desprestigiados", ella se da media vuelta y se va, en el almuerzo mis compañeros, me webean, me dicen de puro caliente ayudaste a la galla, yo le digo, la verdad es que no, y si, jajajaja, era mi deber ayudarla, pero claro que le puse más empeño de caliente, ellos se ríen y volvemos a la pega. Al otro día, a eso de las 11:00 am, se acerca a mí la secretaria, y me dice que una señora Marcela, me dejó esto, me entrega dos paquetes, uno era un queque, y el otro era un whisky Jack Daniels, y yo le digo. "pero hágala pasar", y ella me dice, no, si tu jefa la atendió en la recepción y le dijo que estabas atendiendo público y no podía entrar nadie sin cita previa, a menos que fuera una urgencia, y que a ella ya le habían resuelto su requerimiento", todos en la oficina a coro: "oooooooooooooooh" seguido de unas risas, yo me siento, y todos se acercan, dame queque, qué suerte, a mi me regalan puras webadas, etc, etc. Yo esperé unos minutos, y la llamé, le di las gracias y le dije que no tenía porqué molestarse, que muchas gracias de todas maneras, ella me dice que gracias a mí y que ese queque lo hizo su mamá, y que ojalá me guste, yo le dije que aún no lo probaba, a lo que ella me dice: "cuando lo pruebes me cuentas si te gustó", yo le digo ok, corto y sigo con mi trabajo.

Luego en el cafecito de la tarde, me tomo un café y pruebo el queque, estaba bastante bueno, fresco, y me pongo a conversar con los dos más amigos que me había hecho en la práctica, y me dicen: "Oye qué onda la Jefa, se puso super celosa de la señora, jajajajaja", yo les digo: "Nada que ver weones", y me dicen ambos: "Sí, weon, de hecho se pegó un comentario que la vieja caliente se había gastado como 30 lucas en un trago, que no se miraba el carnet y cosas así", yo les dije que realmente no había escuchado nada, y que tampoco era vieja, 40 años y se veía como de 28, ellos me dijeron: "Si, es obvio que por eso la Jefa se picó también, por es regia la galla", "La Jefa también se cree joven", y yo les digo: "Puta, saben, tengo ganas de llamar a esta clienta, meterle conversa para ver qué onda", ellos me dicen: "Llámala, no seas pavo", y yo les digo, "Ya, la voy a llamar después de la pega y mañana les cuento". Volvimos al trabajo, se acabo el día, llego a mi casa a eso de las 18 horas más o menos, me acuesto en mi cama, tomo el teléfono: "Hola Marcela cómo estás? soy Franco", ella contesta: "Hola Franco, cómo estás?, y yo ahí empiezo a conversar, le digo primero que disculpe por llamarla fuera de horario laboral, pero quería agradecer nuevamente su atención hacia mí, y ella me dice, "¿Y probaste el queque?", y yo le digo, "Sí, la verdad es que sí, estaba muy rico", ella me dice, qué bueno, y ahí le digo igual gracias por el whisky nuevamente, ella me dice: "Te lo compré porque ese es mi favorito", y yo le dije: ¿En serio? Gracias, y ¿Cómo te gusta el whisky?, solo, con hielo, coca cola, energética?, ella me dice que depende la ocasión, y yo me lanzo a la piscina no más "Si saliéramos a tomar algo, cómo te tomarías el whisky?, ella se pone a reír y me dice "¿Me estás invitando a un happy hour", y yo le dije, "Sí, claro, ¿te tinca?", me dice, "Yo salgo de la pega como a las 19 horas, podría estar más o menos a las 20 horas en Manuel Montt, te tinca?", yo, "Claro, ahí nos vemos", corté, y salté de la cama, me bañé, me puse una camisa, jeans, zapatos, una chaqueta y salí, llegué como 20 para las 8, como 10 minutos después ella me llama y me dice que estaba buscando estacionamiento y que la espera a la entrada del Mito Urbano, yo camino hacia allá, y la veo llegar, se veía estupenda como siempre, esta vez con jeans ajustados, una polera blanca, lentes, y su pelo suelto.

Nos saludamos y entramos al local, pedimos algo para picar, unos tragos y nos ponemos a conversar, de lo humano y lo divino, ella me cuenta que se casó joven, que tiene 2 hijos, uno estaba en primero medio y el otro cuarto medio, jajajaja, yo no lo podía creer, es que de verdad estaba muy bien, me contó que tenía una pareja, él tenía 50 años más o menos, pero que por trabajo se veían solo los fines de semana, y que a sus hijos además no les caía muy bien, y que vivía con su mamá, que era su sostén y su gran apoyo. Continuó la conversación hasta como las 22:30 horas, a lo que ella me dice, "Es tarde, nos vamos?", y yo, claro, me dice, te voy a dejar a tu casa, porque no creo que alcances a agarrar metro, y yo "Claro, no hay problema", caminamos hacia su auto, estaba estacionado en unos de los pasajes que hay por el sector, medio oscuro, entramos, nos sentamos, y ella antes de prender el motor me dice: "No quiero ser majadera, pero gracias, gracias de verdad, te pasaste, y aparte de super profesional eres muy simpático ", yo la quedo mirando, y sin pensarlo, me abalanzo sobre ella, le doy un beso en la boca, ella se queda un poco impávida, pero a los 2 o 3 segundos, me abraza y me empieza a responder el beso, nos empezamos a fundir en unos ricos besos, con harta lengua, entre salvajes y apasionados, yo pongo mi mano derecha en su cintura, siento que su respiración comienza a agitarse, subo mi mano hacia sus senos, los comienzo a masajear, en eso le empiezo a besar el cuello, tomo su mano y la pongo sobre mi pantalón, que estaba a punto de estallar, ella me dice: "Qué rico, se siente muy duro", me lo empieza a sobajear sobre el pantalón, en eso lo desabotona, baja el cierre, baja mi bóxer, y me empieza a masturbar, me dice, "Qué rico tu pene, me encanta lo duro que está", me sigue masturbando, y en eso baja, pone sus labios en la cabeza de mi pene, saca su lengua, y me empieza a dar sexo oral, muy rico, con harta saliva, harta lengua, bien profundo, tratando de meterse todo mi pene en su boca, yo estaba extasiado, muy caliente, ella llegaba a tener arcadas de lo profundo que se lo metía, hasta ese momento de mi vida, era el mejor o segundo mejor sexo oral que me habían hecho, y mientras lo hacía me hablaba, me decía, "Qué rico, qué suavecito, sigue muy duro", y yo le decía que estaba muy rico, a lo que ella me dice: "Con mi pareja, tengo que estar como 5 minutos para que se le ponga duro, y a los 2 minutos que se le pone duro se va", "Y contigo se puso duro en 5 segundos, y además llevo como 10 minutos y no te vas, qué rico", yo me puse más caliente al escuchar sus palabras, y ella siguió, me lo chupaba, me masturbaba, con tres dedos masajeaba mis testículos, seguía chupando rápido, de manera intensa, me pasaba la lengua por mi pene entero, y en eso me dice: "Quiero tomarme todo tu semen" "Dámelo por favor", yo estaba muy prendido, siguió haciéndome sexo oral, hasta que acabé, ella se tragó todo mi semen, todo, me pasaba la lengua y me limpiaba, yo había acabado, pero seguía caliente, y le dije: "¿Vamos a un motel por acá, te tinca?, ella me contesta: "Déjame llamar a mi mamá", la llama y le dice que tiene una amiga que acaba de terminar con su pareja, que se tomaron algo, y ella sigue triste, y que la quiere ir a dejar a su casa, la mamá le dice que no hay problema, que ella acuesta a sus hijos, pero que no llegue tan tarde.

Así que partimos rumbo al motel más cercano, llegamos, y en cuanto entramos a la habitación, nos comenzamos a besar, tocar, yo pude tocar su cuerpo en todo su esplendor, su trasero grande y firme, sus pechugas, le saqué su polera y sostén, luego seguí con sus zapatos, pantalón y calzón, la dejé completamente desnuda y la llevé a la cama, comencé a besar todo su cuerpo, sus pechugas, abdomen, ombligo, hasta que comencé a hacerle sexo oral, a lamer su vagina, que estaba muy mojada, ella comenzó a moverse, a gemir, la sentía muy excitada, mezclaba mi lengua con introducir un par de dedos, ella gritaba, me decía que estaba rico, que la tenía demasiado caliente, en eso se empieza a agitar su respiración, me dice, "me voy a ir", empieza a gritar más, su respiración se sentía más agitada, y en eso siento como se calma, y me dice, "Te pasaste, qué rico", "Ahora me toca", me recuesta sobre la cama, me empieza a besar el cuerpo y nuevamente me empieza a realizar sexo oral, de verdad que lo hacía muy bien, me tuvo un buen rato contra las cuerdas, en eso toma la caja de condones del velador, saca uno, me lo coloca y me se monta encima mío, empieza a cabalgar, de verdad se sabía mover muy bien, hacía movimientos hacía adelante y hacia atrás, saltaba, se tocaba las pechugas, se masajeaba el clitoris, gemía muy rico, yo estaba cada vez más caliente, tocaba su trasero, lo apretaba, ella seguía moviéndose, yo estaba en las nubes, llevábamos un rato en esa posición, y en eso le digo que se ponga en cuatro, que quiero darle duro, y ella me agarra las manos, las pone sobre mi cabeza y me dice: "Quiero hacerte acabar en esta posición", se agacha un poco, me da un beso y sigue cabalgando, me tiene cada vez más caliente, cada vez más cerca de ver la luz, seguimos así, ella se mueve cada vez más rápido, grita, yo empiezo a quejarme, estamos muy calientes, ella sigue cada vez más rápido, hasta que ambos acabamos gritando de placer, esa se sale, se acuesta a mi lado, yo voy al baño a quitarme el condon y limpiarme, cuando vuelvo ella estaba con el celular en la mano y me dice: "Debemos irnos, tengo a mi hijo menor con fiebre, acabo de ver los mensajes que me dejó mi mamá", yo le digo que no hay problema, me doy una ducha rápida, nos vestimos y nos vamos, ella me deja en la esquina de mi casa en ese entonces (casa de mis padres), nos damos un beso, y ella me dice que lo pasó increíble, yo le digo que yo igual, me bajo y camino hacia mi casa.

Espero que les haya gustado mi historia, tengo 2 historias más relacionadas con mi práctica, que espero contarles pronto, y una de ellas es con mi Jefa, cuídense y saludos.

 

La próxima historia será con mi Jefa

 

Nos volvimos a juntar y de casualidad una vez más, porque el cincuentón que era su pareja, le miró el celular y vio unos mensajes entre ella y sus amigas hablando de lo que había pasado conmigo.