La milf caliente de las cabañas de Coquimbo

Una historia de hace un par de años, en donde estábamos aun en pandemia y por temas de trabajo, tuve que irme por 3 semanas a Coquimbo a trabajar, ciudad en donde se desarrolla la presente historia. Por el tiempo que iba a estar en esta ciudad, opté por arrendar una cabaña por Airbnb, en lugar de un hotel, ya que en una cabaña uno tiene más libertad. Buscando y buscando, encontré disponibilidad en unas cabañas a la salida de Coquimbo (en el sector de La Herradura). Antes de hacer la reserva, yo conocía ese lugar, ya que años anteriores me había quedado con mis padres en esas cabañas.
Al hacer la reserva, escribí que necesitaba que me hicieran el aseo a diario y que incluyera cena (ya que es fome llegar de la pega y tener que cocinar o comer pura comida chatarra) y en esas cabañas me dijeron que no habían problemas con mis peticiones, pero siempre y cuando pagará un adicional, a lo cual dije que ok, ya que mi empresa corría con los gastos.

Pasaron unos días en donde preparé mis cosas para esas tres semanas y de inmediato mi mente pecaminosa iba con la idea de darle full a Tinder y Badoo estando allá (y si no conseguía una conquista, me contrataría unas escorts).

Originalmente mi viaje sería de un lunes y regresaría en tres lunes más, pero opté por irme el sábado en la tarde y asi no llegar de una a trabajar. El sábado partí a Coquimbo a las 10am y llegué a la ciudad puerto a las 16hrs y me dirigí directo a las cabañas

Al llegar, me recibió la dueña de las cabañas llamada Roxana, una mujer de unos 60 años, baja, contextura muy delgada, pero poseedora de unas tetas bastante grandes para su físico y bien conversadora.

Al ser una época con pocos arriendos, (solo había otra cabaña arrendada a una persona que iba a trabajar a Coquimbo como yo), tenia para elegir cualquier cabaña y preferi por privacidad una cabaña al fondo del recinto. La cabaña estaba impecable y al entrar me quedé un rato conversando con la dueña de las cabañas, alli me dice que era soltera y su casa estaba al frente de la cabaña que yo usaría.

Cuando le comenté el tema de que me prepare la cena, me dice que no tenía problemas en preparar mi comida y que me cobraría 2mil pesos por preparar un plato de comida si yo compraba las cosas en el supermercado o 6 mil si no compraba nada, así que mejor opté por ir a comprar unas cosas al supermercado.

De llegar del super, deje las cosas en una despensa y me dispuse a jugar en Tinder y en eso ya me dieron las 9pm y como estaba cansado, me tiré en la cama y de pronto al mirar por la ventana veo que la cabaña de la señora no tenía cortinas y tanto la ventana del living como la de un dormitorio daban al frente de mi cabaña. Estuve contemplando un rato el paisaje nocturno del recinto, respirando ese aire invernal y marino de Coquimbo. Pasaron varios minutos y de pronto veo que llega desde el exterior la dueña de las cabañas, entra a su casa y se dirige a su dormitorio, en donde enciende la luz. Mientras hacía eso, yo corrí la cortina del mi dormitorio y me puse a contemplarla desde la oscuridad. Vi que se paseo por el living y de pronto apagó la luz del living-comedor y encendio la luz del dormitorio, en donde ella entra y se quita el suéter quedando en polera. Al ver esta escena, inevitablemente me llevé la mano por debajo del pantalón. Mientras me tocaba, esta señora se paseaba por la pieza y de eso entra a su baño y a los minutos vuelve al dormitorio y para mi deleite alli se quita la polera, luego el jeans, se pasea un poco en ropa interior y cuando se quita el sostén ya estaba con mi pene al aire. Termina de desnudarse, se coloca el pijama y apaga la luz. De eso, sigo tan caliente, así que me tiro en la cama, colocó una porno con una milf como protagonista y me corro deseando a Roxana.

Tras esa paja, me limpié y me quedé raja. Al día siguiente, me levanté y al ver por la ventana, ella ya estaba en su comedor desayunando, asi que fui a ducharme, desayuné y como había amanecido caliente, busqué en sitios de escort y encontré a una en La Serena. Asi que raudo tomé mi auto y regresé a la cabaña a eso del mediodía, ya relajado después de follar con una escort. Alli pedí un delivery para el almuerzo y cuando me llegó el pedido, justo me encuentro con Roxana y me dice que para que pido comida, si podría decirle a ella que me prepare algo. Después de eso conversamos un poco, pero esta vez ya la miraba con otros ojos, me fijaba en sus tetas y me tenía bastante caliente.

Pasaron un par de días, en donde conversábamos en las tardes, un día me invitó a tomar once con ella y conversamos bastante. Me daba cuenta que ella se aburría bastante, ya que en ese momento la única cabaña en arriendo era la que ocupaba yo, pero ya me había llegado la maldad en mi, ya que en los días siguientes la seguia viendo en las noches y le dedicaba mis pajas, pero no deseaba quedarme solo en esto, asi que debia actuar, asi que le dije:

-Tienes algo que hacer en un rato más?, estaba pensando si te parece que más rato vengas a concversar a mi cabaña y asi conversamos tranquilos y no tan a la rápida como ahora? Ayer fui al supermercado y compré varias cosas para picar.

-Mmmmm...

-Por lo que veo, ahora no hay más cabañas arrendadas. Yo estoy aburrido aquí y podríamos conversar tranquilos

-¿Quieres que lleve algo?

-Solo tu presencia.

-¿En cuánto rato más nos volvemos a ver?

-En una hora más, mandaré un par de correos. Son las 6pm, a las 7 podría estar listo. Y entra no más para no hacerte esperar.

Dicho esto, me fui a mi cabaña, ordené unas cosas, me puse a ver Xvideos para estar caliente, me masturbaba, pero sin llegar al orgasmo y me doy cuenta que ya eran las 6:55 y en 5 minutos deberia llegar mi invitada, asi que me fui al baño a ducharme y que (ventajosamente para mis planes) estaba casi en la entrada de la cabaña y la habitación estaba casi al final de esta, asi que tendria que cruzar toda la cabaña. Al salir de la ducha, siento que golpean suavemente la puerta, así que salgo de la ducha con la toalla en la cintura y de pronto me encuentro cara a cara con Roxana, quien traía una bandeja con cosas para comer y una botella de bebida.

Noté que esta situación era muy vergonzosa para ella, pero le dije:

-Disculpa, es que me demoré en mandar unos correos.

-¿Quieres que vuelva en un rato para que te vistas bien?

-No es necesario, lo que sí podrías poner la calefacción de la cabaña, ya que está un poco helado.

-Ya y mientras tú te vistes.

En ese momento, opté por hacer mi maniobra para jugármela, la cual fue moverme y hacer que la toalla se cayera al piso. Para mi ventaja, yo tenia el pene muy erecto y observé que ella se quedó mirando mi pene embobada, asi que recogí mi toalla rápido y me tapé. En ese momento ambos estábamos riéndonos por la situación, ella pidiéndome disculpas, pero sin dejar de ver el bulto del pene y yo con la mano y la toalla en la altura del pene, pero simulando sorpresa de que se me cayera la toalla. Y al final le dije que estas cosas hacian nos hacian entrar más en confianza, sacándole carcajadas.

Ella vestía un suéter largo, jeans, se veia bastante bien y opté por entrar a mi dormitorio a vestirme y mientras me vestía, hablábamos y empezó a tutearme (hasta ese momento siempre me hablaba de usted) Entonces me puse boxer, jeans y polera y al minuto ya estaba de regreso en el living. Y empezamos a ordenar las cosas de comer y mientras lo hacíamos me hablaba de su vida. Me dice que era separada hace años, sin pareja y con hijos ya adultos. Por mi lado le contaba de mi, de mi trabajo (alardeando de mis logros) y de a poco notaba que estaba muy interesada de lo que le decia y de mi, ya que veia la forma en que me miraba. Alli (para mi sorpresa) me dice que llevaba años sin tener una pareja a lo cual le dije (para levantarle el ego) que buscara un amante, que le iría muy bien, ya que era muy atractiva y que muchos se fijarían en ella, a lo que me responde?

-Quien se va a fijar en una vieja como yo?

-No eres vieja, además eres muy atractiva.

-No creo

-Claro que si, cualquier hombre desearía tenerte. Además imagino que eres una maestra en la cama.- diciéndole esto último para cachar su reacción y ver cómo debía seguir actuando con ella, pues ya me tenía bastante caliente.

-No se que hombre se fijaria en mi.-me responde, con expresión de desesperanza.

Te seré sincero Roxana (aqui me la jugué, ya que si se enojaba esta mujer, me debería ir de esa cabaña y tendría que buscar otras), tú me enciendes y muchisimo, mira como me tienes... (le señalé el bulto de mi pantalón)

-Pero, pero.. yo no he hecho nada

-Ni yo lo sé, pero llevo varios meses sin pareja y creo que tengo muchas ganas.

Noté que se ponía muy nerviosa y roja y me responde:

-Mira, tengo bastantes años más que tú, pero desde que te vi hace un rato sin la toalla me pasaron muchas cosas contigo.

-Qué cosas?-pregunté, haciéndome el loco.

-Me excité.

-Mmmmm...

-Sé que no te atraigo, soy vieja y gorda.

-Si me atraes y como imagino que eres una mujer muy fogosa, muy buena para la cama y que le guste hacer de todo, sin restricciones. El fisico es lo que menos me importa.

-Coincido contigo, aunque no se si sea tan fogosa y me da vergüenza hablar de esto contigo.

-Para hablar de sexo, no deben haber tapujos y hay que tener una mente abierta y hay que estar dispuesto a hacer todo lo con tal de disfrutar.

Allí noté que Roxana estaba cediendo a mis deseos y sin más me acerqué a ella y descaradamente le puse mi mano sobre su concha (sobre el pantalón) y me acerque a sus labios para besarla, al tiempo que me respondia mis besos y colocaba sus manos sobre mi miembro, mientras no parábamos de besarnos. Nos pusimos de pié y me dijo que se moría de ganas.

Nos empezamos a meter mano por todos lados, luego la di vuelta y le bajé el cierre de su jeans y con habilidad se lo quito. Luego alzó sus brazos y le quitó el chaleco con su polera y quedó en ropa interior para nada sensual. Me apoyé detrás de ella, agarrándole sus tetas que estaban apretadas en su sostén y en un movimiento rápido, se lo quité y al fin tenía esas tetas que los días previos había visto por la ventana. Sus pezones eran negros, largos, puntiagudos muy marcados. Jugué con ellos, mientras la veterana estiraba la mano para desabrocharme el pantalón.

Ya con nuestra ropa en el piso, nos quedamos ambos desnudos tocando el cuerpo del otro, así que le metí la mano entre sus piernas, metiéndole los dedos en su peluda concha que de inmediato comenzó a mojarse, a la vez ella agarró mi pene y empezó a masturbarme y de pronto se agachó y comenzó a chupármelo, como si le estuviera pagando.

Allí me di cuenta, que Roxana tenía muchas ganas de pene, ya que se lo engullía por completo, haciéndolo demasiado bien. Se lo tragaba casi hasta el fondo, sentía el final de su garganta contra la punta de mi pico, hasta que lo sacaba, le escupía y mientras me masturbaba, me chupaba las bolas.

De unos minutos de hacerme oral, fuimos al dormitorio, alli me senté en la cama, ella se acomodo de rodillas y seguía chupándome el pene con total devoción y me masturbaba con ambas manos , agarrándome los huevos , tirándome el cuero hasta abajo, extasiada con el pedazo de carne que tenía a su disposición.

La hice levantarse, la dí vuelta y la hice sentarse sobre mí, enterrándose en mi pene en su húmeda conchita que había manoseado instantes previos, el que sin ningún problema desapareció dentro de ella. Se acomodó apoyando sus manos en mis piernas, comenzó a levantarse y sentarse, diciéndome lo rico que la tenía y el gran placer que le estaba dando. Con los brazos hacia los lados, la deje a ella hacer todo el trabajo. Se movía a un ritmo constante, dándome placer, mirando su espalda y su culito subir y bajar.

En la misma posición de espaldas a mí, la hice subir los pies a la cama, sentada sobre mí, con las piernas completamente abiertas, mis manos recorrían su delgado cuerpo por todos lados, agarrándole las tetas, bajando hasta su peluda concha, masturbándola mientras mi pene seguía dentro de ella. No me mintió cuando me dijo que era caliente, efectivamente la veterana era muy caliente, quejándose me decía, que le encantaba estar ensartada en mi pico, que deseaba ser mi puta y que acabara en su boca, que deseaba tragar mi leche y que la follara harto.

Me puse de pie, ella sentada pegó su boca con pico. La hice darse vuelta, con las piernas bien abiertas y su culo flaco parado. Ahora fui yo el que se pego a su sexo con la boca y se lo chupé degeneradamente un buen rato, alternando entre su concha y su culo, dejándoselo bien mojado para lo que se vendría. La viejita se quejaba y se quejaba, diciéndome lo rico que sentía, me pedia que le comiera la concha, que le comiera el culo, que era mi puta y al escucharla, mas me calentaba, hasta que bruscamente, la puse en cuatro y se lo mande a guardar en su conchita y ella resistía mis embestidas sin acusar dolor, solo placer. Sin preguntar, le metí un dedo en el culo, el que curiosamente entró sin ningún problema, ni siquiera se quejo, comencé un mete saca con mi dedo, luego con dos y su ano se dilataba sin ningún problema. Jadeando, le pregunté si la quería por el culo y me dijo que se la metiera entera, solo que lo hiciera despacio. Al escuchar esto cambie la posición de mi pene y no costó mucho para que este entrara en el culo de la viejita, que gemía de placer. Al rato mi pene entraba y salía de su ano, sin ningún problema, se notaba que no era un terreno virgen, (me preguntaba quizás cuantos picos ya se había comido por ahí). Sentía los huesos de sus caderas en mis manos, era una sensación extraña, pero muy morbosa.

La hice pararse sobre el sofá y estando yo sentado la masturbe tan fuerte, que la hice acabar, sintiendo como se orinaba al hacerlo, dejándome la cara y mano mojadas y fue tanta la calentura, que bruscamente la baje, me tendí de espalda y le metí el pico en la boca, donde al minuto comencé a eyacular ahí y la veterana sin ningún asco tragaba y tragaba, no desperdiciando ni una sola got de mi caliente y espesa leche.

Terminamos exhaustos, rendidos, habíamos follado por más de una hora. Se disculpó diciéndome que su hijo vendria a visitarla a eso de las 21hrs, asi que me pidió el baño para darse una ducha rápida, en donde nos duchamos juntos y al salir de alli, la ayudé en vestirse y se fue de mi cabaña caminando.

Al otro día fue más salvaje que el anterior, ya que si iba a mi cabaña, era para follar. Esta vez Roxana vestia lenceria sexy y cogimos bruscamente ahora en el living, cocina, baño, colocándola en todas las poses que se me ocurrieron. Era tan delgada y liviana, que me la montaba encima y podía hasta caminar con ella ensartada. En una de esas estaba dándome una mamada magnífica, bajo a mis bolas y luego más abajo, metiéndome la lengua en el culo. Cuando le dije que me gustaba sentir su lengua ahí, me hizo colocarme de boca y abriéndome las nalgas, me chupó el culo deliciosamente.

Era tan rico sentir su lengua ahí, que me deje llevar por la calentura y le pedí que me metiera un dedo. Las anciana siguiendo mis órdenes, comenzó a meterme un dedo, sintiendo una sensación rara, algo de dolor, pero a la vez placer. Ya de ahí mi cuerpo aprendió otra forma de sentir placer. Cada día veia pornos para ver nuevas formas de follar a la viejita, cada una más morbosa que la otra. Un 69 de pie, con ella colgando de cabeza, nos duchábamos juntos, haciendo que se arrodillara para orinarle encima, le metía vegetales (pepinos) por el culo mientras mi pene estaba en su vagina. En fin todo lo que se podía hacer, lo hicimos.

Al terminar el plazo de 3 semanas, mi estadía se extendió una semana más, la cual fue sinónimo de sexo por más días. Ya a los días ella se quedaba conmigo en la cabaña. Todo acabó cuando tuve que volver a la capital. A los meses volvi, pero ella andaba de viaje y ahora en el 18 vuelvo a ir a las cabañas, espero volver a verla.