La Niña de la Limpieza

Hola a todos nuevamente, mi nombre es Franco, tengo actualmente 36 años, espero que se encuentren todos bien, y siguiendo mis historias, aventuras y desventuras, y luego de mi último relato titulado "La Jefa", les cuento lo que ocurrió después de mi práctica, en mi primer trabajo remunerado, así que ahí va:

Me demoré más o menos 2 meses en encontrar un trabajo, en una oficina ubicada en pleno centro de Santiago, me tocó partir y la verdad es que tenía unas lindas instalaciones, lo único fome, es que la mayoría de mis compañeros de trabajo eran bastante mayores que yo, y la secretaria que era bonita, joven y buena onda, era la amante del dueño, jajajaja, así que no tenía muchos temas en común con mis compañeros, más allá de hablar de lo típico, fútbol y política, llevaba como 3 días trabajando, y mi compañero de al lado, derramó un café, tremenda cagada, quebró el tazón, le entró líquido a su teclado, a su agenda, mojó el escritorio, el piso, etc, así que la secretaria llamó a la persona que hacía el aseo, una señora de unos 50 años más o menos, la señora llegó, y al ver toda el agua que había, llamaron por radio para más apoyo, para recoger los vidrios, y vino otra persona del piso de arriba, tenía más o menos 27 o 28 años, con el pelo tomado, delgada, bajita, y andaba con zapatos de seguridad, pantalón de trabajo, polera de piqué de la Empresa, llegó, ayudó y luego se retiró, pero al mirarla, ya que estuvo limpiando al lado mío, la encontré bastante bonita de cara. Me acuerdo que ese viernes de la primera semana, me tocó subir a una reunión, así que tomé mi agenda, mi lápiz y subí, llego arriba, me voy directo a la sala de reuniones y solo estaba la niña de la limpieza, me dice: "Joven, termino altiro y salgo", a lo que yo le digo, "No se preocupe, yo espero afuera, parece que subí antes", miro mi reloj, y efectivamente faltaban aún 5 minutos para la reunión, la pude observar esta vez un poco mejor y confirmé lo que había visto ese día, era bastante bonita, de cuerpo no podía decir mucho porque andaba en un uniforme como dos tallas más grandes que la suya, y en esos dilemas que a veces uno tiene (Le hablo o no?, Si le hablo la estaré cagando?), le digo: "Por cierto me llamo Franco, y usted?", a lo que ella me contesta; "Me llamo Marta", y yo le digo, que soy el nuevo, que esta es mi primera semana, a lo que ella me cuenta que ya lleva 6 meses en la Empresa, comentamos que el ambiente es bastante fome, y en ese minuto, empiezan a llegar los artistas como diría mi tío. Tengo la reunión, y bajo, sigo con mi trabajo, y cuando ya estaba por terminar mi jornada laboral, me llega un correo, y no puedo dejarlo para el día lunes, así que comienzo a responder el correo, buscando la solución a él mismo, y cuando por fin lo envío, veo que eran las 19 horas, empiezo a apagar mi computador, ordenar mi espacio y mi bolso, cuando veo que Marta baja, y comienza a limpiar el piso cerca de donde estaba ubicado, yo sentado aún en la silla ordenando mi bolso, levanto mi mano en señal de un Hola, ella me mira, y me saluda también, no les voy a mentir, volví a prender el computador, jajajaja, y me puse a leer unos correos que podía responder el lunes, pero como estaba casi vacío, a excepción de un caballero que seguía pegado en un cacho, dejo mi bolso sobre la mesa, y sigo trabajando, jajajaja, ella llega cerca mío y me dice: "Porque está trabajando hasta tan tarde" "Aproveche que puede y váyase a su casa a descansar", yo esbozo una sonrisa y le digo que ya estoy terminando. Para mi suerte, en eso se para mi compañero y se despide, quedamos los dos en la oficina, así que entre que ella limpiaba y yo hacía como que trabajaba, nos pusimos a conversar, me contó su vida, que era divorciada, tres hijos, 28 años, vivía en Maipú, entre otras cosas, en eso dieron como las 20 horas, y me dice que hasta la próxima semana, que se va a cambiar y se va, yo me despido de ella, pero de un beso en la mejilla, ella se pone un poco roja, y se va. Yo ahora apago mi computador, ordeno mi bolso, y justo me llaman por teléfono, unos amigos que estaban en bellavista, invitándome a ir, en esos tiempo yo prendía con agua, así que les dije, "ya, paso al baño, camino al metro y allá nos vemos", voy al baño, y cuando me dispongo a salir de la oficina, pasa delante mío una mujer crespa, con un chaleco rojo, unos jeans azules ajustados, con bonitas caderas, crespa y bien blanquita, ella me mira y me doy cuenta que era Marta, yo pensé, además de bonita, está buena, aproveche de mirarla bien y me di cuenta que aparte de su rostro, su mejor atributo eran sus pechugas, salimos juntos, yo la verdad no hacerle ni un comentario, solo le pregunté hasta donde caminaba, me dijo que al metro, le dijo que yo también, así que caminamos hasta el metro, aprovechamos de conversar unos 5 minutos más, y yo tomé rumbo a estación Baquedano.

Llego el día lunes, y la verdad es que Marta me había dejado bien prendido, así que busqué formas y excusas para poder verla más de lo habitual, ella siempre me respondía con una sonrisa, era muy agradable y simpática, hasta que al pasar unos días, específicamente el viernes siguiente, la busqué para conversar y le digo: "Tú hasta qué hora trabajas hoy?" a lo que ella me contesta: "Depende, pero como hasta las 19 o 20" y yo le digo, "Yo también (mentira hasta las 18 hrs), te tinca si nos vamos a tomar un café o algo después de la oficina?", ella me dice; "Pucha, me encantaría, pero tengo que ir a buscar a mis hijos donde mi mamá", y yo le digo, bueno, para otra vez será, ella me dice, "Difícil, porque mi mamá a regaña dientes me los cuida un rato después que salen del colegio", y yo le digo, "Entiendo, pucha, por último dame tu número para que conversemos", ella me lo da, y llegadas las 18 horas, me voy, ese día salí con amigos a carretear, y al otro día sábado, le hablo a Marta por whatsapp, así que estuvimos hablando el fin de semana, y le vuelvo a decir que me encantaría que pudiéramos tomarnos un café por último un sábado o domingo, a lo que ella me contesta, "Sabes, el próximo viernes se van los niños con su papá, así que después de la salida podríamos juntarnos, yo le digo, no hay problema, el próximo viernes entonces. Pasó rápidamente la semana, y llegó el viernes, así que hice hora para esperarla, ella me dice por whatsapp que está lista, y que nos juntemos afuera de la oficina, yo le digo "Ok", y salimos, fuimos a una cafetería cercana, nos tomamos un café con algo dulce, conversamos, nos reímos, estaba todo bien, en eso le digo, "Te tinca si vamos a tomar algo?, a lo que ella me dice: "Ya, pero un trago no más, porque mañana tengo que ir temprano donde mi hermana (Spoiler: Se tomó como 4)". Fuimos a un bar cercano, y nos pedimos un trago, seguimos conversando, nos tomamos un segundo trago, y, para mi suerte, el mesero se acerca y dice: "Chicos, vamos a correr un poco las mesas, porque pronto comienza el baile", orillaron las mesas, y comenzó la música, seguimos parados hablando, y nos pedimos otro trago, le dije que bailáramos, ella me dijo que bueno, pero que antes de las 12 se tenía que ir, porque tenía que ayudar a su hermana (Spoiler: No se fue a las 12, ni se levantó a ayudar a su hermana al otro día), nos pusimos a bailar, ustedes saben que una de las cosas buenas del reggaeton es que es un baile más íntimo, más pegado, así que al ritmo de la música, bailábamos, yo la verdad no sé como con terno bajaba, pero bueno, jajajaja, así que nos dió la media noche, y yo estaba dándolo todo, entre el reggaeton, chico trujillo, villa cariño y américo, haciendo la "mayonesa", el "tiritón", la "regadora", "picando cebolla" la "batidora", entre otros, lo estábamos pasando super bien, y entre perreo y perreo, teníamos muy cerca nuestras narices, le doy un beso, ella el primer segundo se quedó quieta, pero no demoró en sacar su lengua, y comenzamos unos ricos besos, entre que bailábamos, tomábamos y nos besábamos, así estuvimos hasta como la 1, 1 y media, en que salimos del local, caminamos como media cuadra, y en unos de esos pasajes que tiene el centro, la tiré contra la pared y la comencé a besar, tenía muchas ganas de sentir sus pechugas en mis manos, sus caderas, así que aprovechando la oscuridad, empecé a besar su cuello, y mis manos comenzaron a tocar sus senos, a masajearlos por encima de su blusa y luego por debajo, también a tocar su trasero, que de verdad estaba muy bien, ella cerraba sus ojos y se quejaba, me decía que parara un poco, que estábamos en la calle, a lo que yo le decía, que nadie pasaba, y ella se seguía quejando, y besándola le digo que nos fuéramos a otros lado, que estábamos más o menos cerca de varios moteles, ella me dice, "Bueno", así que emprendimos rumbo hacia Catedral 1221.

Llegamos, tomamos el ascensor, subimos y pedimos un cuarto, entramos y yo me abalancé sobre ella, la verdad es que estaba muy caliente, nos empezamos a besar, le saqué su chaleco y su polera, quedó en sostenes, tenía unas pechugas grandes, ricas al tacto, exquisitas de besar, ella se quejaba mientras la besaba, ella me comienza a sacar mi ropa y quedo con mi torso desnudo, y me besaba mi cuello, en eso me pide que me siente en la cama, me baja los pantalones, mi bóxer, yo estaba durísimo, ella agarra mi pene con su mano, y comienza a lamerlo, juega con su lengua en mi cabeza, comienza a envolverlo, a besarlo, chuparlo, con una muy buena técnica, yo estaba muy caliente, pensé que acabaría mientras ella me hacía sexo oral, así continuó, por unos minutos, era un espectáculo, ver su pelo crespo, su espalda y ella en cuatro dejaba ver su trasero en los calzones que traía, en eso le digo que se ponga a mi lado en la cama, y comienzo a besarla, y en eso, cuando me disponía a bajar a lamer su vagina, ella me pide que por favor se lo meta, que no aguanta más de la calentura, así que tomo los condones que estaban en la bandeja del velador, la abro de piernas y entro, ella estaba super mojada, entré y se sentía exquisito, ella se puso a gemir muy fuerte, y me decía qué rico, que el encantaba, que le diera duro, y yo en eso estaba, dándole con todo, muy duro, rápido, fuerte, ella gemía, gritaba, me pegó unos arañazos en la espalda, yo estaba muy caliente, y en eso, ella acaba, me dice: "Qué rico", y me pide que me acueste, ella pesca mi pene, y se monta encima mío, empieza a cabalgar muy rico, yo estaba realmente disfrutando, porque podía tocar su trasero, sus senos, y verla a la cara, ella cerraba sus ojos, gemía, era muy blanca, sus senos eran bien rosados, qué postal era esa, verla cabalgar encima mío, estaba muy caliente, cada vez más cerca de acabar, ella estaba igual que yo, y de un momento a otro, ella se empieza a quejar mucho, su mirada cambia, y empieza a gritar y me dice que se va, y en eso, ella acaba, a mí me faltaba poco, me siento, la acuesto, me saco el condón, y empiezo a masturbarme, hasta que acabo encima de su abdomen y senos, la dejé toda chorreada, sentí que tanto ella como yo nos calentamos con esa escena, tanto así que ella comenzó a jugar con mi semen masajeando sus senos, y yo caí rendido a su lado, nos pusimos a conversar, ella me dice que va a ir a bañarse porque debe irse, y parte rumbo al baño. Demora como 10 minutos y sale con una toalla en su cabeza, yo le digo que me encantó, que tenemos que repetirlo, ella me dice que tiene tan poco tiempo que nunca tiene tiempo para nada, así que yo le digo, entonces aprovechemos esta salida, así que le quito las toallas, le agarro su pelo, la beso, y comienzo a masturbarla contra una de las paredes del cuarto, ella se mueve, se queja, y la siento mojada, tomo mi mano, y comienzo a lamer mis dedos, y a sentir el sabor de sus líquidos, ella estaba caliente, y yo totalmente duro, la tiro a la cama, y comienzo a bajar, hasta que llego a su vagina y le hago sexo oral, pasaba mi lengua por su clítoris, de abajo hacia arriba, de manera lenta y calmada, luego iba subiendo la intensidad, su respiración y quejidos me indicaban que lo estaba haciendo bien y a ella le gustaba, seguía lamiendo su vagina, y en eso ella me pide que por favor lo hagamos, porque quiere sentir mi pene nuevamente, así que le pido que se ponga en cuatro, y comienzo a embestirla, de manera muy salvaje, muy rápida, profunda, dándole con todo, así estuvimos un rato, el que fue muy rico, le tiraba su pelo crespo, le pasaba las yemas de mis dedos por su espalda, hasta que acabamos nuevamente, y nos tiramos a la cama. Nos pusimos a conversar, ella volvió a ir al baño a ducharse, salió y esta vez se vistió y nos fuimos, pedimos un Uber, bajamos y nos fuimos.

Espero les haya gustado mi historia, y espero poder seguir contando otras que me quedan, saludos a todas y todos.

 

Gracias estimado, espero pronto hacerme un tiempo para poder compartir mi próximo relato, saludos