Oh, claro que sí. Reposan, pletóricas, en una bóveda rosada de oro. La sangre hierve y fluye desde sus clítoris cercenados y aquel macabro palacio se repleta de goce celestial.
Saludos gente. Hoy no fui a trabajar y anduve tirando curriculums, Y esta lloviendo en santiago. Es un día hermoso.