Mamá que fumó marihuana antes del parto recuperó a su hija y podrá volver a amamantarla

La tipa prefirió darle mayor importancia a sus dolores de huesos (supuestos) que a posibles secuelas que pudiera sufrir su hijo, eso no solo demuestra una falta de criterio si no un desapegó hacia su futuro hijo.

No deberían haberselo devuelto y esterilización forzosa, ya que no es apta para tener al cuidado niños.

 

quiii wiiiaaaa wn XDD jakajka
ya no te puedo tomar enserio

millones de mujeres son madre
y para tener a un hijo teni que tener por lo menos la educacion y madures suficiente para disernir que esta bn o esta mal
tu deci su trago esporadico ... su pucho piola quizas
esa mujer no esta apta mentalmente para ser madre ... como tan pavo viejo
como una mujer va a querer fumar o tomar en su embarazo
como mierda no se podra aguantar 1 o 2 años por el bn estar de su hijo ?

encerio wn ... que mierda
si se toma su trago .. aunque sea poco ... demuestra nula fuerza de voluntad ... muestra un grado de empatia nulo con su propio hijo ... esa mina deberia someterse a rebicion psicologica ya que en el futuro puede ser de las tipicas weonas que pasan en las maquinitas o dejan al bebe con la abuela y van a menear la raja

encerio wn ... no entiendo tu pensar
recapacita

 

Pastelazo no es lo mismo que Pelmazo lea bien.. y Sabiondo no le veo ninguna ofensa..
se fue a la mierda el tema, cree lo que quieras pa mi fue un show, la mina la cago quizas si, bajo mi punto de vista creo que si yo no lo hubiese hecho de ahi a juzgarla como se ha hecho creo es mucho..
Fumo de la brigida si y que es mi problema a usted no le gusta la verdad no me ineteresa..

 

he visto y lo encuentro pésimo. es más, yo fumo marihuana y mi señora también, para su embarazo hubo para los dos cero marihuana, cero puchos y cero trago... sobrevivimos.

río y lloro.

en este caso lo que importa es el dato, estás aportando una sustancia nociva al bebé en gestación por lo tanto da lo mismo si es una vez o si es una adicción, está mal igual. además al ingerir la marihuana fumándola estás integrando gases tóxicos, alquitrán y reduciendo la absorción de oxígeno, eso sin contar los efectos que podría tener el propio cannabis en el desarrollo.

 

weon mi hermana tomaba infusiones de esa wea porque las quimios la hacían cagar en los huesos, como hay tanto saco huea que dice que uno automáticamente se convierte en Drogadicto?, tanto ql aweonado suelto

 

comprendido. la ley tuvo dos pasadas y ambas fueron correctas, primero se le posterga el amamantamiento hasta estar libre de sustancias tóxicas, después los exámenes aparecen limpios y se autoriza. en ningún caso se le quitó a la bebé o se le prohibió verla ni tampoco se le acusó de ser drogadicta, de todas maneras igual se tiene que hacer el seguimiento y habrán otros trámites puesto que ya se activó el protocolo. los síntomas de abstención en los bebés son reales y están documentados además de otros problemas que pueden presentar.

estuvo bien que se postergara amamantar, estuvo bien que se autorizara a amamantar cuando estaba bien para hacerlo, la polémica se la dieron algunos porque era marihuana, mucho marihuanero alumbrado que aparenta conocimientos científicos pero que tiene menos que una puerta, les da con la cuestión "natural" y para ellos el thc es inocuo en un bebé pero el timerosal es el diablo cuando es completamente alverre. y también aparecen los que sin ver una, catalogan a todo el resto como alcohólico y drogadicto, crucificar a la mina por algo como esto es una reacción absolutamente inflada.

en todo caso las infusiones dan puro sabor a pasto y cero thc. pero sí, la palabra drogadicto está fuera de lugar, aunque igual existe la adicción a la marihuana, consumidores está bien.

 

[h=1]Columna: Perdónanos Luciana, los protocolos nos robaron el sentido común
[/h] Gonzalo Leiva Rojas 03 Diciembre, 2015


El recién nacido necesita amamantar y estar en brazos. Y digo necesita porque si no hiciera ninguna de esas cosas estaría condenado a la muerte. Se programa en el pecho de su madre, es el sitio en el que deberían comenzar a organizarse las funciones vitales de los distintos sistemas de su cuerpo. Es lo que justifica que en muchas maternidades a lo largo del mundo se promueva el contacto inmediato piel con piel y en que en las unidades de neonatología se utilice el método canguro, que no es otra cosa más que poner al bebé hospitalizado sobre el pecho de la madre, en intimo contacto piel con piel.







El hecho a esta altura ya es conocido por todos: Luciana nació hace 13 días en el Hospital Las Higueras de Talcahuano y desde su nacimiento fue separada de su madre. Sólo se les permitió 2 horas y media de contacto al día. ¿El motivo?

El protocolo de visitas para todos los recién nacidos hospitalizados en esa unidad de neonatología y un juez determinó que ella debía mantenerse internada luego de que el Hospital solicitara ese trámite. Afortunadamente, mientras escribo esto, tengo la tranquilidad de saber que Luciana volvió estar en los brazos de su madre y la condena a estar separadas casi todo el día se acabó.


Los antecedentes conocidos por la opinión pública son parciales, y no sólo eso, sino también contradictorios y confusos.

Sin embargo, han encendido una necesaria discusión sobre las formas como protegemos a la infancia y cómo acompañamos a las mujeres madres que usan y abusan de las drogas y alcohol.


Cuando la noticia estalló en prensa, ya habiéndose cumplido la primera semana de separación, el sólo antecedente del consumo de marihuana las dos últimas semanas de gestación no calzaba con lo drástica de la decisión tomada. A la luz de toda la evidencia sobre el impacto que tiene la separación precoz en el desarrollo cognitivo y emocional futuro, es sabido que esa decisión sólo debe ser tomada de manera excepcional y luego de la una evaluación por equipos multidisciplinarios. Daba las impresión de que habían antecedentes que no conocíamos y que “justificaban dicha solución”; de otro modo habría sido un descriterio y una sobrereacción del hospital.


¿Puede ser considerada la separación temprana una solución? Nunca. Debemos partir desde esa base. Puede ser el escenario menos terrible en contextos de maltrato, de abuso de drogas y/o de abandono de la madre al momento del nacimiento, pero pensar que es una solución sería desconocer todo la evidencia que nos entregan las neurociencias. El recién nacido necesita amamantar y estar en brazos. Y digo necesita porque si no hiciera ninguna de esas cosas estaría condenado a la muerte. Se programa en el pecho de su madre, es el sitio en el que deberían comenzar a organizarse las funciones vitales de los distintos sistemas de su cuerpo. Es lo que justifica que en muchas maternidades a lo largo del mundo se promueva el contacto inmediato piel con piel y en que en las unidades de neonatología se utilice el método canguro, que no es otra cosa más que poner al bebé hospitalizado sobre el pecho de la madre, en intimo contacto piel con piel.


Ese contacto, como otros hitos biológicos de nuestro ciclo vital, es fuente de salud, sabemos que disminuye días de hospitalización, favorece la lactancia y contribuye a una adecuada ganancia de peso, además de representar el inicio del vínculo que conocemos como apego. “Dar todo el apoyo posible al mantenimiento de la díada madre-criatura debería ser la prioridad universal de todos los sistemas de Salud Pública”, planteó Nils Bergman, investigador sudafricano en temas de desarrollo temprano.


Y en la misma línea -en una reflexión un poco más dura, pero no por eso menos cierta- Allan Schore, neurobiólogo referente en desarrollo cerebral temprano, plantea: “La primera violación, lo peor que puede ocurrirle a cualquier recién nacido, es la separación de su madre, su hábitat normal”. Pues bien, esa fue la solución que como Estado dimos a Luciana, la separación precoz.


Pasaban los días desde que la noticia estalló y no aparecían más antecedentes que justificaran esa medida. Sin embargo, en un hecho grave, dos diputados fueron al hospital y al salir señalaron a la prensa, por ejemplo, que Sindy era “adicta”, vulnerando el derecho que plantea que la información médica no se debe entregar a personas no relacionadas con su atención, y además señalaron que Luciana habría padecido síndrome de abstinencia.


El martes la madre desmintió eso en tribunales mostrando a la prensa un test de orina (-) para marihuana, que viene a echar por tierra lo planteado por los diputados, ya que la adicción a la marihuana no “desaparece” de la orina en dos semanas. El tema de fondo, es que ni aunque hubiese sido adicta era justificable una separación tan grande; quizás sí la lactancia, pero no los brazos 21 horas al día. Ahí les fallamos. Lo que una persona con problemas de abuso de drogas necesita es ayuda. Lo mismo su hija, ojalá juntas, ya sea hospitalizadas o ambas en casa con la visita de los profesionales de su centro de salud familiar.


Dicho lo anterior, es importante recordar que la evidencia sobre consecuencias asociadas al consumo de marihuana durante la gestación y lactancia es escasa, contradictoria y no concluyente. La recomendación de no consumir en estos periodos nace del principio de precaución. A todas las mujeres que consumen marihuana se les debe aconsejar la suspensión del hábito durante estos periodos.


Pero insisto: la separación precoz no estaba ni cerca de ser la mejor solución. Por lo mismo es que es tan urgente revisar los protocolos citados porque la evidencia científica avanza más rápido que lo que se actualiza y revisa un protocolo. No puede ser que existan en Chile unidades de neonatología con horarios de visitas establecidos como si estuviéramos aún en el siglo XX, contrarios a lo que promueven las políticas y orientaciones técnicas desarrolladas y promovidas por el Estado, en el contexto del Sistema de Protección a la Primera Infancia, Chile Crece Contigo. En hechos como esto se diluyen y desaparecen las intenciones de dar igualdad de oportunidades y un escenario optimo para que todo niño y niña pueda desarrollar sus potencialidades al máximo.


Sólo quiero cerrar invitando a discutir y poner más ojo a estos temas. Si generamos tanto daño a una familia, al menos saquemos aprendizajes de este hecho, modifiquemos y actualicemos protocolos, transparentemos los temas que realmente van a ser prioritarios para el país y actuemos en consecuencia asignando recursos. Mejoremos los espacios físicos y equipos humanos a disposición del acompañamiento de las madres y sus hijos. Pero antes, pidamos disculpas a Luciana. No es culpa de ella que los protocolos nos hayan robado el sentido común y el criterio. No podemos seguir vulnerando más derechos de las madres y sus recién nacidos.


¡Ya basta!


*Gonzalo Leiva es matrón, director del Observatorio de Violencia Obstétrica y miembro de Nacimiento & Crianza.