Mi polola se calentó con un roce forzado en el metro

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Voyeurspank, 22 Jun 2022.

  1. Voyeurspank

    Voyeurspank Usuario Nuevo nvl. 1
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    Corría el año 2014, mi último año de pedagogía en una universidad del centro de Santiago. Era ya primavera y el pronóstico del tiempo decía que habría temperatura suficiente como para andar con short, así que me puse uno deportivo tela suelta, pero delgada. Ese día tenía clase con una profe gordibuena que me tenía re caliente. Sus tetas eran grandes y redondas y su culo descomunal y lo sabía. La última clase que tuve con ella llegué tarde y me senté al final de la sala, y ella que tomaba distancia para cambiar las diapositivas, luego de verme llegar se puso al medio de la sala, corriendo una silla hasta el pasillo no para sentarse, sino que para apoyar sus antebrazos y dejar a vista de quien entrara o mirara desde afuera su enorme trasero que en aquella clase me tuvo como espectador privilegiado. Ese día hizo lo que mi pareja de ese entonces en conversaciones desinhibidas que tenía con sus amigas habían comentado: si ibas a usar pantalones blancos, no podías usar tangas negras. Se veía feo fue el juicio unánime. Y la profe andaba así ese día. Me calentó porque lo sentí una provocación. Le debía un trabajo y la elección del short fue para que mi paquete se marcara más, quería equiparar las provocaciones. Además, luego de acabar mi jornada, pasaría a buscarme mi polola quien se iría a quedar a mi casa esa noche.

    El metro cuando lo tomé no venía tan lleno, así que me pude afirmar bien de uno de los fierros verticales con la cabeza llena de ideas calientes ¿la profe andaría igual de cachonda hoy que debía ir a hablar con ella después de clases a su oficina? ¿ se fijaría en que el short marcaba mis genitales? ¿Con que hilo dental me sorprendería mi pareja cuando nos acostáramos? Ella igual era profesora en un instituto pero dado el enorme culo que tenía solo iba con tangas de hilo los viernes que nos veíamos siempre pero usando un chaleco largo, que lo único que hacía era tapar el blue jean, se notaba igual que tenía un poto enorme. En metro Irarrazaval luego de dos estaciones morboseando, sube mucha gente y empecé a quedar más cerca del fierro, con el que no quería quedar apegado pues el boxer y el short permitían que mi paquete se sintiera de manera nítida ante algún contacto.

    Una ejecutiva bancaria, rubia, crespa, gordita pero proporcionada de busto y trasero se afirmó del fierro con el que yo casi establecía contacto con mis genitales. Cabe señalar en este momento que soy respetuoso y evito lo que más puedo que mi bulto roce a cualquier mujer en el transporte público; prefiero girar y rozar poto con poto que paquete-poto de alguna chica, señora. Pero en esta ocasión no pude evitar tener roces con la ejecutiva que se tomó del fierro muy cerca de mi pene. La situación me traía complicado pues el bamboleo del metro, los empujones de quienes bajan y suben podían generar que mi pene estableciese algún contacto indebido. Miré a la ejecutiva quien también me miró, pero perversamente, aprovechando el contacto visual para llevar mi mirada hacia donde ella la estaba llevando: al tubo, al fierro, al pasamanos a mi paquete. Comenzó luego a mover su mano de arriba hacia abajo, como si estuviese masturbando a alguien, llevando su juego cada vez más hacia mí.

    Sentí que su juego era calentarme porque logró que mi sangre bombeara hasta mi miembro que se engrosó y se abultó sin constituir una erección. Me miró fijamente para que volviese a mirarla, sentía sus ojos posados en los míos y caí, la miré y nuevamente llevó mi mirada hacia donde ella quería: al fierro y a mi paquete que había sucumbido a su provocación. "Metro Baquedano, combinación con línea 1". Pensé que la llegada a la estación de combinación podía salvarme de esa sensación tan excitante como incómoda, pero no. En Baquedano bajó bastante gente y la ejecutiva como experta pole dancer, cambió su ubicación deslizándose sin soltarse del pasamanos y poniendo sus glúteos cubiertos por esos pantalones de tela tan liviana, contra mi verga, la que había logrado hacer aumentar en sus dimensiones. Sentí el calor del contacto, pero retrocedí para despegarme, sin embargo, mi paso hacia atrás provocó que me tuviera contra las puertas del vagón que no se abren y ahí aprovechó de darme dos golpes con sus nalgas antes de seguir apoyada en mi pene que alcanzaba una erección indisimulable.

    La ejecutiva se bajó en Bellas Artes dejándome completamente erecto y con una risa de satisfacción que compartió conmigo cuando se bajó del tren. Por mi parte tuve que ponerme la mochila a la altura de la pelvis para tapar mi erección.

    Llegué a la clase con la profe gordibuena, quien se había ausentado. La ventana que tendría sin esa clase sería demasiado larga y la clase de la tarde no me generaba ni interés ni dificultad, así que caminé un rato por la universidad pensando en lo sucedido y me metí al baño para comprobar si había líquido seminal en mi boxer y en mi short. El contacto con mi pene aún abultado me generaron un deseo de masturbarme ahí mismo para expulsar la calentura que había generado la ejecutiva, la profesora gordibuena y el platode fondo, que era mi pareja. Le dije que habían suspendido las clases, que me iría a la casa y respondió que llegaría allá a eso de las 4 pm.

    "Andrea, me pasó algo hoy, quería contarte porque fue algo que tú sabes que yo no haría". Me había invadido cierto cargo de conciencia el haberm excitado ante laprovocación y haber deseado masturbarme.
    Conté con detalle la escena y en lugar de que entendiera mi incomodidad (omití que quise masturbarme) generé la calentura de mi pareja que jugó a emular la situación, pidiéndome la recreación de escena todo con una voz cachondísima "Entonces ella se dio vuelta y te dio unos culazos. Así? Así?" Respondí que no tan atrevida ni tampoco con la carne deliciosa que tenía ella. Se desabrochó luego el pantalón y me enseño su tanga de hilo blanca, que se amarraba a los lados y que le había regalado hace pocas semanas "¿hubieses preferido que te presionara así?¿así como estoy yo ahora? Apuesto que se te paró, igual que ahora? Uff , muestrámelo, ¿se te paró así como lo tienes ahora,ah? Weona perra y tú que te calentaste también" "Amor, fue fisiológico, lo que me pasa contigo es calentura" "Vamos a ver qué tan caliente te dejó, tírate a la cama e imagina que soy ella". La excitación por mi mujer así de cachonda sumado a lo que me provocó la ejecutiva del metro que me tuvo a punto de masturbarme hizo que la penetración fuese mucho más intensa, y la idea de competir contra alguien que había intentado provocarme generó que mi polola me diera una mamada exquisita y unas sentadas salvajes, para luego ponerse contra el ropero y pedirme que la culiara como si la historia con la ejecutiva hubiese terminado como película porno, Sabía que era el cuerpo de mi mina que estaba riquísima, pero no dejaba de sentir la mirada perversa de ejecutiva satisfecha de provocar la erección de un pasajero del metro
     
  2. Alejo_alejandro

    Alejo_alejandro Usuario Casual nvl. 2
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    Que bien relato compa... Que ganas de encontrarse con una mina así en el metro
     
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  3. Estebangonza80

    Estebangonza80 Usuario Nuevo nvl. 1
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    uffff que ricoo suele pasar que te pongan el culo y te dejan duro
     
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  4. bauza

    bauza Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Buen relato, muy caliente, con buenos detalles.
    Menos mal tu mina no se lo tomo a mal jajaja
     
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