Mi Primer Oral

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Elver Galarga Gruesa, 26 Feb 2019.

  1. Elver Galarga Gruesa

    Elver Galarga Gruesa Usuario Nuevo nvl. 1
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    26 Feb 2019
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    Estimada comunidad. Con mucho agrado me presento. Mi alias es Elver Galarga (prefiero ocultar mi verdadera identidad) y es la primera vez que publico algo. He leído muchos relatos y me encantan. Por eso decidí comenzar en este mundo contando cómo fue, con mucho detalle, la primera vez que me la chuparon.

    La verdad es que perdí la virginidad bastante "grande" en comparación con otros hombres. A los 18, con mi polola que, en ese entonces, tenía 17. Mido 1,80 m. No soy un Brad Pitt, de hecho estoy un poco gordito, pero nunca me ha ido mal en el sexo y el amor. Conocí a mi polola de ese entonces en el colegio. Ella era rubia, con unas tetas medianas, un buen poto y una cinturita muy delgada. Parecía modelo. Tengo que reconocer que para un negro feo como yo ella practicamente era una actriz porno. De verdad que era exquisita.

    Como buen caballero nunca quise apresurarla en exceso con el tema de la primera vez porque sabía muy bien que para las mujeres, o al menos para ella, era un tema muy importante y no para hacerlo a la ligera. Sin embargo, no perdíamos el tiempo. Antes de la primera vez hubo un episodio que, cada vez que lo recuerdo, se me para el pico y se me endurece demasiado: la primera vez que hicimos algo más que solo comernos. Era un día en pleno mundial de fútbol Brasil 2014, en que después del colegio nos fuimos a mi casa. Mis viejos no estaban, solo mi hermana pero en el piso de arriba. Resulta que mientras veíamos un partido nos empezamos a comer en un sillón. Tenía unos labios bien gruesos que te comían entero. Cada vez me daba besos más y más calientes. Me mordía los labios y nos metíamos la lengua hasta la tráquea. Cada vez nos poníamos más y mas calientes. A mi ya no me cabía el pene en los bóxers. Me llegaba a doler de lo dura que estaba. La verdad es que a mi igual me daba vergüenza proponerle algo más allá. Pero solita se subió encima mío y empezamos a quemar ropa con cuática. Se subió encima de mi pico y empezó a moverse como si lo estuvieramos haciendolo. No podíamos estar más calientes. Ella también se hacía la difícil, no quería decir ni hacer nada más allá. Pero su deseo sexual y su calentura fueron más y no se aguantó. Me empezó a acariciar el pene por encima del pantalón. Al sentirla tan dura y grande se calentó más y más. Le pregunté:
    - ¿Te gusta?
    - Mucho... está demasiado grande.
    - Sácala.
    - ¿Querí que te la saque?
    - Sí, porfa.
    - ¿Y querí que te haga algo rico?
    - Sí... - le dije con una calentura inimaginable -
    Me desabrochó el botón del pantalón y me bajó el cierre. Después metió su mano debajo del boxer y me sacó el pico. Lo vio y me miró a los ojos con una cara de caliente digna de actriz porno. Mientras me empezaba a masturbar. Sus manos eran frágiles y suaves, pero muy seguras y firmes. En eso me dice:
    - Siempre había querido hacer esto.
    - ¿Qué cosa? ¿Masturbar a un hombre?
    - Sí.
    - ¿Nunca lo habías hecho?
    - No.
    - Pero cómo, si parece que supierai hacerlo de hace tiempo.
    - Es que veo muchas películas cochinas - me dijo mientras seguía masturbándome cada vez más y más rápido, yo ni siquiera lograba concentrarme bien en lo que le decía por el placer que sentía allá abajo-.
    - ¿Te gusta el porno?
    - Me encanta. Me encanta ver porno y masturbarme mientras lo veo.
    Yo no daba más. Estaba aguantándome para no irme cortado. En esa le agarro la cabeza y me la empiezo a comer. Me la comí con tantas ganas que parecía rabia. Era inevitable. Mis pulsaciones estaban a mil. Mi pene ultra duro chocaba contra sus piernas mientras le daba besos y le agarraba su potito rico. De repente paro de besarla y le digo al oído:
    - Me toca a mi.
    Le meto la mano por debajo de la falda y le empiezo a pasar la mano por encima del calzón. No podía creer lo que sentía. Sabía que la mayoría de las cosas que veía en el porno eran increiblemente falsas y exageradas, pero esa sensación de verdad que era digna de una película XXX. Su calzón estaba pero es que empapadísimo. Para que se lo imaginen: me atrevo a decir que si le hubiera sacado el calzón y lo hubiera estrujado, habría caído un montón de líquido al piso. Le empecé a hacer cariño en los labios por encimita del calzón mojadito. Le toqué las piernas justo al rededor de la vagina y también estaban húmedas. se había chorreado mucho por la calentura. Entonces le empecé a sacar el calzón para que quedara con la pura falda (para emergencias, en caso de que mi hermana bajara o llegaran mis viejos y así pasaramos más piola). Dado que era la primera vez que tocaba una vagina empecé despacito. Le acaricié los labios mayores, después metí los deditos un poco más para llegar a los menores. Ella tiritaba así que dije:
    - ¿Estás muy nerviosa? ¿Prefieres que pare?
    - No pares. Me gusta mucho, es solo la emoción de la primera vez.
    - ¿Qué quieres que te haga? - le pregunté -
    - Lo mismo que te hice a tí... mastúrbame.
    - Pero yo no soy tan experto como tú, enséñame.
    Entendió al tiro que masturbar a un hombre es bastante más fácil que masturbar a una mujer, así que se levantó la falda para que viera su vagina. Era hermosa. Tenía unos labios mayores grandes y depiladitos, que dejaban ver solo un poco los labios menores. Mas arriba, tenía los pelitos con forma de triángulo invertido. Se chupó los dedos y empezó a frotar su clítoris en círculos. Despacio y después más rápido. Cerró los ojos y empezó a mover su pelvis como su la estuvieran penetrando con fuerza. Yo estaba tan caliente que me agarré el pene y me empecé a masturbar. Estuvimos un buen rato masturbándonos mientras nos veíamos el uno al otro, lo que nos calentaba cada vez más. De repente ella se detiene. Me agarra la mano y me chupa los dedos como si me estuviera chupando el pico y me dice:
    - Dale. En círculos... con cuidado.
    Puse mi mano izquierda por detrás de su cuello para que se apoyara, la acerqué a mi, y con mi mano derecha empecé a bajar desde sus pelitos hasta los labios. Cerré los ojos y empecé a sentir la textura de su vagina, tratando de encontrar su clítoris. Me costó porque estaba tan mojado que todo se confundía. Cuando por fin lo encontré traté de hacer que no se me escapara. Empecé a mover mi dedo medio de forma suave pero firme a la vez, haciendo círculos. Así como por instinto, movía más rápido y más lento. Después de nuevo rápido y más lento, y a veces también apretaba más y después soltaba, apretaba y soltaba. Mi polola no se aguantaba para nada. Le daba lo mismo que mi hermana pudiera estar escuchando. Gemía y decía:
    - ¡Dale, dale! ¡Está muy rico!
    - ¿Te gusta?
    - ¡Me encanta!
    - ¡Dale, dale! ¡Masturbame!
    Seguí así por un par de minutos más hasta que me dijo toda agitada:
    - Oye... méteme un dedito.
    Me agarró la mano y me chupó todo el dedo del medio. Le hice caso al tiro y despacito le empecé a meter el dedo en la vagina. Lo metía y lo sacaba una y otra vez. Ella se movía para adelante y para atrás mientras gemía. Le encantaba. En eso, sin que me lo pidiera, enderecé mi dedo índice y se lo empecé a meter de a poquito. Ya tenía 2 dedos adentro. Su cara era de un placer incalculable. Se mordía los labios a más no poder mientras disfrutaba cómo le metía los dedos. Después de estar un bueno rato así me dijo:
    - Para. Necesito hacerte algo. Te lo ganaste... además, esto también siempre lo había querido hacer hace tiempo.
    - ¿Qué cosa...?
    - Solo disfrútalo.
    Me empujó para que me acostara más cómodo hacia atrás en el sillón, se paró, y enseguida se arrodilló en la alfombra que estaba entre la tele y nosotros. Me agarró el pene con una mano, aún durísimo y grueso. Me masturbó un poco y abrió la boca. Mi polola me empezó a chupar el pico como si se fuera a acabar e mundo. Se movía para atrás y para adelante muy rápido y con mucha fuerza. Yo no lo podía creer. Era un sueño hecho realidad. De vez en cuando se lo sacaba de la boca para pasarle la lengua al glande. Luego seguía chupando y succionando. Después sacó mi pene de su boca y le apretó la cabeza y dijo:
    - Mira, está saliendo un poquito.
    - ¿No te da asco? - Le dije mientras trataba de ignorar el hecho de que era una sensación tan rica y placentera que se me durmieron los brazos, desde los hombros a la punta de los dedos.
    - No - dijo- me encanta.
    Siguió chupando más y más. Yo ya no aguantaba. Apretaba la pelvis para tratar de no irme. Pero ella no paraba de chupar. Chupaba y me masturbaba. Chupaba y me masturbaba. Cuando ya siento que voy a explotar trato de sacar mi pene de su boca para no ensuciarla y le digo:
    - Me voy a ir.
    - ¡No! - me dice - No lo saques. Tíralo en mi boca.
    - ¿Segura?
    - Si, por favor. Me quiero tragar todo tu semen. Tíramelo en la boca.
    Eso lo único que hizo fue calentarme aún más. Así que no me pude aguantar más y le explotó todo el semen en la boca. Mientras me salía el semen yo me movía como imbécil por el placer. Mientras ella me agarraba desde la base del pene y mantenía sus labios lo más pegado a mi pene para que no se escapara nada. Pero fue demasiado. Era mucha leche que se acumuló en su boca y empezó a llegar a su garganta, lo que generó que hiciera una arcada. Esto hizo que tuviera que abrir la boca para dejar de escapar un poco de semen, pero siempre con mi pene dentro de su boca. Cuando ya terminé echó la cabeza para atrás para que mi pico saliera de su boca. Justo en la punta cerró rápido la boca para que no cayera nada más. En eso me mira... y se lo traga todo. Yo aún idiotizado por el orgasmo la miro y le digo:
    - Te faltó un poco.
    - Ay de veras.
    Se agacha y se acerca a mi guata, donde había caído el poco que generó la arcada, saca la lengua y con ella recoje el montón de semen que había sobre mi piel. Se incorpora y se lo traga también.
    Yo no daba más. Había sido una experiencia increíble. Ella se acercó y me dio un piquito.
    - ¿Te gustó? - me dijo -.
    - Me encantó...
    - Que bueno, porque este esta es recién la primera vez...

    FIN

    Comenten si les gustó, si se calentaron, y si se anduvieron toqueteando con mi historia. A ver si me animo a subir otra :)
     
    #1 Elver Galarga Gruesa, 26 Feb 2019
    Última edición: 26 Feb 2019
    A xalitro, unknown_artist y IJAA les gusta esto.
  2. criss10

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    Que buen relato. Siga aportando. Que delicia sentir a la mujer así de caliente con su zorrita empapada. Y que se tome toda la lechita.....Excelente mujer ...calentona !!!! Se agradece.
     
  3. jotaeme

    jotaeme Usuario Casual nvl. 2
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    excelente experiencia para ambos....
     
  4. (sic)

    (sic) Usuario Casual nvl. 2
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    Que buena la situación. Bien jugada su mina de esa época
     
  5. Vicorojas

    Vicorojas Usuario Nuevo nvl. 1
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    esta super bueno compadre, gracias por compartir!