Mi primera experiencia con una madurita

Este es mi segundo relato, obviamente basado en hechos reales y se trata de mi primer encuentro sexual con una madurita y como me convertí en fans de las mujeres mayores que yo.

Resulta que hace un tiempo de puro curioso y caliente me metí a un portal de esos que ofrecen citas y todo eso, al poco tiempo hablaba con varias minas pero obviamente me parecía que la mayoría de los perfiles eran falsos. En una ocasión debía ir por mi trabajo a Copiapó y pasar una noche allá, así que se me ocurrió buscar en la página a mujeres de esa ciudad y encontré a una mujer casada unos 10 años mayor que yo. Empezamos a hablar entrar en confianza, compartir número telefónico, mandarnos fotos, conversaciones calientes y, cuento corto, acordar un encuentro para la noche en que yo estaría en la ciudad.

Llegó el día de mi viaje, durante el día hablamos una par de veces por whatapp, la verdad yo pensé que la mina se iba a echar para atrás y que no iría al encuentro, de todas maneras decidí hospedarme en un hotel céntrico, piola y con habitación más grande por si saltaba la liebre. Habíamos quedado de encontrarnos en un lugar más o menos céntrico tipo 9 de la noche, así que como a las 8 nos pusimos de acuerdo y yo me preparé para el encuentro, saque plata del cajero y pasé a comprar condones a la farmacia, igual estaba preparado para un plantón, pero no fue así, pasadito de las 9 llegó al punto de encuentro.

La madurita estaba bien rica la verdad, llegó bien producida a la supuesta junta con unas amigas (excusa que le metió a su marido), zapatos de taco alto color rojo, unos jean con brillos en el muslo y cortes en las rodillas, se veía apretadita y aunque no era tan culona el jean y el taco alto la hacían ver aún más rica. Arriba andaba con una blusa que le dejaba ver su delicioso escote y sus grandes y ricas tetas, un sweater cubría su espalda, le colgaba una cartera no tan grande y usaba maquillaje lo que la hacía ver aún más guapa. La saludé como un caballero aunque aproveche de darle un pequeño abrazo para tocar su cintura y sentir sus tetas en mi pecho…

Yo aunque muy caliente, soy siempre un caballero, así que la invité a cenar a un restaurant que ya había visto, pero la madurita no aceptó y dijo que “prefería ir directamente a lo nuestro”.. fue una de las cosas que más me gustó de estar con una mujer mayor que yo, definitivamente era mucho menos enrollada y sabía perfectamente lo que quería, no se andaba con rodeos. Yo no había comido nada, andaba con sed y más encima nervioso, así que le pedí que de todas maneras fuéramos a comer algo piola y tomar aunque sea una cerveza, el asunto que es fuimos a un happy, comimos una tabla, ella un jugo y yo una cerveza, yo no podía sacar mis ojos de sus tetas… en un rato nos fuimos a mi hotel… así de corta.

El hotel quedaba muy cerca del pub, yo iba súper caliente así que aproveché esas oscuras 3 cuadras, para puntearla sutilmente por atrás para que sintiera mi verga dura y darle algunos agarrones al culo. Ya en el hotel, sin mayores preámbulos, nos besamos y empecé a meterle manos por todas partes, sin sacarle la ropa, comencé a besarle el cuello y a bajar hasta el escote, me quedé largo rato en sus tetas y se las saqué por encima del sostén y su blusa, se veían enormes y con pezones oscuros y bien parados, los que chupe y mordí como nunca lo había hecho, ella simplemente echó su cabeza para atrás y gemía de gusto mientras devoraba sus tetas, gemidos que se hicieron más intensos cuando desabroché su jean y metí mi mano en su conchita que solo tenía pelos en el pubis… ahí la tenía, con mi brazo izquierdo le afirmaba su espalda a la altura de la cintura, ella con el cuerpo encorvado hacia atrás, con sus tetas al aire siendo literalmente devoradas por mi boca y con mi mano derecha intruseando su vagina… después de un rato ella se incorporó, me desabotonó la camisa y comenzó a besa mi pecho, bajar a mi abdomen , desabrochó mi pantalón y sacó mi verga, que obviamente estaba a estas alturas muy parada, dura y mojada… la tomo con su mano y dijo “ummm que pico más delicioso, grande y jugoso” y comenzó una chupada que de solo recordar me dan ganas de ir al baño a pajearme… se metió de una toda mi verga hasta la garganta y de dejó unos segundos ahí, luego la sacó y de dejó toda babosa y empezó a usar su lengua para recorrer mis testículos, el largo y la cuando llegaba a la punta apretaba con los labios, era exquisito porque usaba harta saliva y cada cierto tiempo, volvía a meterlo de golpe hasta que chocaba en su garganta, la tuve que hacer parar porque de lo contrario me iba a venir… así que sin sacarle la ropa, la puse en cuatro patas en la esquina de la cama, le bajé el jean y el calzón hasta la mitad del muslo, me puse un condón, ella aún con los zapatos de tacos puestos le separé sus nalgas para dejar a la vista su conchita y el culito abierto y se lo metí hasta taaan rico!!!.. al pasar unos pocos segundos la madurita me dijo que estaba a punto de acabar, así que yo me aguanté un poco hasta que ella tuvo su orgasmo mientras se retorcía de placer, gemía y empujaba con fuerza hacia atrás… cuando ella dejó de moverse, saque mi verga, la hice ponerse nuevamente de rodillas, me saqué el condón, ella solita sacó la lengua y se preparó para recibir los chorros de leche que descargue sobre su boca, cara, tetas, parte del líquido quedó en su boca pero otro escurría por su cara y por entre sus dos tetas lo que hizo que quedara una importante mancha en su blusa.

Después de eso, yo me quedé tendido en la cama, ella se sacó toda la ropa, se limpió un poco y cuando mi pene comenzaba a perder dureza, se lanzó a seguir chupando mientras me decía cosas calientes como “que rico me abriste la concha”, “que sabroso tu pico”, “lléname otra vez de leche” etc... Con eso no tardó mucho en ponerte bien dura mi verga, por lo que ella me puso un condón, se subió arriba y me cabalgó por un buen rato, mientras yo disfrutaba de los saltos que daban sus tetas, estuvimos así algunos minutos hasta que ambos al mismo tiempo llegamos a un rico orgasmo…

Yo estaba exhausto la verdad, a estas alturas solo quería dormir y descansar, así que fui a darme una ducha, me demoré un poco. Al salir, yo pensé que la mina iba a estar vestida y lista para irse a su casa, pero no… estaba sobre la cama, con las piernas abiertas pajeandose y me dijo “aún nos queda un condón”... que podía hacer yo, sólo apechugar y disfrutar así que le dije: ok, pero esta vez quiero meterlo por tu colita…ella mientras se seguía tocando me dijo “bueno, dale inténtalo pero hace tiempo no me lo hacen por ahí”… eso me calentó así que se me paró rápidamente, me acerqué a ella, me puse el condón, con los dedos le saque un poco de líquido de su conchita para lubricar su culito, complementé con algo de saliva, ella con sus piernas abiertas y sus pies sobre mis hombros y yo puse mi verga a la entrada de su ano y empecé a presionar, costaba que entrara así que tarde un buen rato en meter la mitad de la verga, a ella le dolía pero aliviaba su dolor aumentando la velocidad de su mano para frotarse el clítoris, hasta que ella acabó y en ese instante de un solo golpe ensartó su culo hasta el fondo, gritaba no sé si de dolor, placer o ambas pero la escena fue tan caliente que yo aguanté más y eyaculé por tercera vez….

Después de eso, ella se fue baño, se vistió, pidió un taxi y se fue… la último que dijo antes de irse fue “ojala que mi marido crea que esta mancha en la blusa es copete y no tu semen”…se cagó de la risa de su chiste y se fue… en conclusión, fue mi primera y gran experiencia con maduras, me encantan porque en general casi todas saben lo que quieren, andan sin rodeos, sin rollos y están dispuesta a hacer de todo…


espero les guste mi relato

 

Que rico, yo me masturbe mirando tu nueva foto

 

bienvenidos al fanclub colegas

 

andaba con suerte colega!