El amor es ciego y la locura le acompaña Erase una vez, en tiempos muy remotos, que todos los sentimientos y cualidades del Hombre se hayaban reunidos en una hermosa pradera. Cuando el Aburrimiento ya había bostezado unas cuantas veces...la Imaginación les propuso jugar al escondite. La Intriga levantó su ceja muy intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó: "¿El econdite? ¿Y qué es eso?". La Sabiduria les explico: "Se trata de un juego en el que alguien se la queda y cuenta hasta 100, mientras, el resto se esconde y cuando acabe de contar, al primero que encuentre se la queda y sigue el juego". La Locura comenzó a saltar enloquecidamente diciendo :"Yo me la quedo, yo me la quedo", el Entusiasmo y la Euforia bailaron animados, incluso la Duda parecía convencida, y la Apatía interesada. Todos no quisieron participar, la Verdad prefiró no esconderse, total siempre la acababan encontrando. La Soberbia tampoco quiso jugar, afirmó que se trataba de un juego tonto, pero en realidad estaba molesta porque la propuesta no había sido suya. La Cobardía prefirió no arriesgarse... La Locura comenzó a contar: "1, 2, 3...", la primera en esconderse fue la Pereza, que se dejó caer todo lo larga que era sobre el cesped detrás del árbol donde contaba la Locura. El Triunfo subió a la copa del árbol más alta, y la Envidia al verlo no pudo evitar ponerse verde y se camufló tras unos arbustos. La Fe subió al cielo, mientras que la Generosidad no sabía donde esconderse, todos los sitios que encontraba eran perfectos para sus amigos, así la Belleza se escondió en un lago cristalino, la Imaginación en un trocito de nube, la Libertad en una ráfaga de viento. El Egoismo llevaba ya un rato escondido en un perfecto lugar, despejado, soleado, ventilado sólo para él. La Pasión y el Deseo fueron a parar al centro de un volcán y por último la Mentira se escondió en el fondo del mar, mentira estaba detrás del Arco Iris. "90, 91, 92..." seguía la Locura, y el Amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, hasta que vió un rosal y encantado se metió entre las rosas. "98,99 y...100" gritó la Locura, y nada más girarse se encontró con la Pereza que dormia a pocos pasos de ella, "Por Pereza". En el cielo oyó discutir a la Fe con Dios, y también descubrió a la Pasión y al Deseo que estaban muy contentos en su volcán con todo ese fuego rojo y ardiente. Al poco rato la Locura vió a la Envidia esta al ser descubierta no se pudo contener y delató al Triunfo. Paseando apareció la Duda que seguía en un muro pensando cuál sería el mejor lugar para esconderse. La Angustia apareció en una cueva, y la Inocencia oculta tras sus propias manos. Ya todos habían aparecido, bueno todos no quedaba uno...el Amor, nadie sabía donde estaba así que la Locura siguió buscando, hasta que se topó con un rosal y pensó que el Amor estaria allí. Se asomó por entre las espinas y allí lo descubrió, "Por Amor", pero el Amor no salia: "Me he enganchado en una rama y no puedo salir!!". Tras mucho insistir la Locura no aguantó más y cogió un palo, con él comenzó a remover las ramas hsta que se oyó un grito ensordecedor y el Amor apareció con los ojos ensangrentados, las espinas le habían dejado ciego. La Locura no sabía que hacer, pidió perdón, lloró, gritó y finalmente se ofreció para ser el lazarillo del Amor. Y por esto se dice que el Amor es ciego y siempre va de la mano de la Locura.