Fenomeno Mclovin De tanto en tanto, en Internet, en alguna película o en el Mundo Real™ aparece un fenómeno mediático que se extiende cual virus del ébola. Pasó con Chiquito de la Calzada. Pasó con Stiffler en American Pie, y pasará (está pasando) con McLovin en Supercool. La película, además de ser un concierto de tacos y bromas de mal gusto, a ratos es divertida. Es una caricatura de los novatos, los chicos raros y el odioso estereotipo del empollón pringado, tal y como ya se hizo en películas como Porky’s o La revancha de los pringados. Como decía es divertida a ratos, pero los mejores momentos de Supersalidos son aquellos en los que entra en escena este chaval, prototipo de friki de los pies a la cabeza, y que me recuerda a varios de mis colegas. Seguramente todos hemos conocido alguna vez a un tío como este. Un chaval tímido, bastante rarito y que anda por ahí más salido que un balcón. Resulta que, en una escena de la película, al personaje de Fogell le da por hacerse un carné falso para poder comprar alcohol - en EEUU no se puede comprar alcohol hasta los 21 -. Como tenía que escoger un nombre falso, el mejor que se le ocurre inventarse es McLovin. Según él, era ese o Mohammed. A partir de ese momento, las coñas con el carné falso, McLovin y el chaval se convierten en lo mejor de la película, y el propio McLovin llena la pantalla cada vez que aparece, convirtiéndose en el protagonista absoluto. De hecho, no sé cómo coño se llamaban sus amigos, y eso que en teoría la historia se centra más en ellos. Pero si tenéis oportunidad de verla, vas a comprobar por qué McLovin es el puto amo.