Pituteando de profe

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Palomoo, 3 Ago 2022.

  1. Palomoo

    Palomoo Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Una historia un poco antigua (de mi época universitaria), pero ahora con un poco de tiempo me doy el trabajo de escribirla.

    Cuando iba en los últimos semestres de la universidad (7mo y 8vo semestre) y después de haber hecho un intercambio de la universidad (de irme a Viña), volví a Santiago y la situación en mi casa no estaba tan bien y bueno también me querían "castigar" por darme el gusto de irme a otra región a estudiar, mis padres no fueron tan billetera conmigo, así que empecé a dar clases particulares de Matemáticas a estudiantes de enseñanza media y primeros años de la universidad. A los pocos días ya disponía de 4 alumnos a los cuales les hacía clases 2 veces por semana, un chico vecino que iba en tercero medio y 3 chicas que iban en cuarto, quienes vivían relativamente cerca de mi casa. En esos momentos cobraba 5 lucas la hora, por lo cual con ellos generaba algunas luquitas que me permitían estar tranquilo. Entre las tres niñas, había una chica de 19 años, que iba en cuarto medio y que estaba en sillas de ruedas (por un accidente automovilístico de niña)

    Esta alumna se llama Sandra y aunque en un inicio no quería hacerle clases (un tiempo antes estuve con una chica en sus mismas condiciones y es fuerte estar con una mujer que no se puede levantar sola), pero su madre me convenció (me ofreció 10 lucas la hora) ya que le costaba matemáticas y quería que ella al menos terminara 4to medio, ya que había repetido dos años y en ese momento le estaba yendo muy mal en clases y arriesgaba el año académico. Sandra era muy simpática, dulce y siempre estaba de buen humor.

    En el primer mes de reforzamientos de clases, ya se notaban sus resultados había tenido 2 pruebas y había tenido un 65 y 54 (que si bien son notas regulares, eran buenas para ella) y de a poco comenzamos a conversar, empezó a contarme sus anhelos, problemas y su día a día, mientras yo la escuchaba e intercambiamos vivencias de a poco me llamó la atención su sencillez y calidez y así nuestras jornadas de estudio transcurrían entre charlas y clases.

    Así hablando con ella me doy cuenta de que una de las cosas que más le dolía era que sus compañeros de curso no la veían como mujer, si bien era la secretaria de curso y se llevaba bien con la mayoría, siempre estaba ella para escuchar, y consolar a quien se lo pidiera, pero eso no era lo que ella deseaba, pues sentía que solo la veían como la amiga buena onda, pero ninguno de sus compañeros la veía como mujer.

    De a poco nuestras charlas derivaron en temas sexuales y sin saber porqué, yo terminaba contando mis aventuras sexuales (en ese entonces ya había acumulado bastante experiencia sexual en la universidad, ya sea con compañeras, pololas y milfs contactadas en chats). En realidad las conversaciones nacian inconscientemente, ya que al igual solo la veía como amiga y no ejercía atracción sexual en mi, hasta que un día miércoles, Sandra me dijo:

    - Gabriel, Quiero pedirte un favor

    - Si Sandra

    - Quisiera que me besaras.

    En ese momento, me quedé helado, pero la comprendí, ya que Sandra nunca había tenido un roce con un hombre y en esos momentos yo era su más cercano confidente, era la persona en quién más confiaba y la hacía sentirse ella misma, como mujer. Entonces acerqué mi silla a la suya y dulcemente nos besamos en los labios, Sandra temblaba y yo también por la tensión del momento, pero nuestros labios pedían más, así que estuvimos besándonos por largos minutos, sus labios eran dulces y suaves, mi lengua acariciaba la suya, y mis manos se paseaban por su cabello, luego pasé a besar tiernamente sus mejillas, su nariz y cuando llegué a su oreja, un nuevo temblor la sacudió, y un fuerte suspiro salió de su boca, eran todos sus deseos reprimidos y su alma de mujer pidiendo a gritos dar rienda suelta a la pasión.

    Luego de ese primer beso la tomé en brazos y la acomodé en el sillón, en donde estuvimos abrazados, pero no me animé a ir más allá. También por primera vez contemplaba con detalle su cuerpo, era bastante gordita, pero tenía unas tetas muy grandes, pero en ese momento no quise avanzar más, de pronto llega su mamá a buscarla en su auto. Nos despedimos con un beso en la mejilla y con una mirada que decía todo.

    De esta forma pasaron 2 días más, yo solo pensaba en como sería el día en que volvería a verla. Llegó el viernes en donde casi no dormí pensando en lo que pasaría en unas horas más. Si le iba a seguir haciendo clases, de que si pasaría algo más o que lo de otro día sería solo una aventura (en esos años aun los celus no eran masivos como el día de hoy), entonces Sandra llegó como siempre a las 9 de la mañana, apenas su madre se retiró me abalancé sobre ella y comenzamos a besarnos, la levanté de su silla de ruedas y estando yo sentado la senté frente a mi y en ese momento supe que ya no había marcha atrás, a pesar de todo, yo quería hacerle el amor, mientras nos besábamos, comencé a acariciar sus pechos, su espalda, y Sandra me dijo:

    - Nunca imaginé que estar con un hombre fuera tan lindo.

    - Te voy a hacer el amor, quiero que te relajes, quiero que disfrutes.

    - Soy tuya.

    La levanté y la llevé a mi dormitorio, la deposité en la cama y la desnudé toda, lo que fue un poco difícil (en especial para desvestir sus piernas) y me detuve a contemplarla con ropa interior, la cual era muy linda y luego se la quité hasta dejarla desnuda y rápidamente me desnudé, observé su cara de sorpresa al verme con mi pene totalmente erecto, quiso tocarme, pero se lo impedí y me acerque a ella. Y de a poco fuí tocando todo su cuerpo, despegué mis labios de los suyos y comencé a bajarlos por su cuello, sus pechos, suavemente besé su abdomen y su pubis estaba a unos centímetros, dulcemente besé sus pelitos y luego muy suave acaricié con mi boca sus labios vaginales. Su conchita estaba muy mojada, suspiraba y temblaba, pero ella realmente lo disfrutaba.

    Luego me acosté al lado suyo y mientras nos besábamos, le pedí que me acariciara el pene y Sandrita con sus tibias manos me acariciaba de arriba hacia abajo una y otra vez, fue una sensación muy agradable, a pesar de que yo había estado con muchísimas mujeres, Sandra realmente era la más especial.

    Luego separé sus piernas y me arrodillé entre ellas y muy despacio acariciaba su concha con el pene, de a poquito en cada caricia al pasar sobre su agujerito la metía un poco, era maravilloso ver su hermoso rostro mientras suspiraba y gemía. Lentamente metí la cabeza de mi pene en su conchita y allí sentí su virginidad, impidiéndole el paso, entonces me acosté sobre ella y mientras besaba sus labios, mi pene entró en su vagina. Era tanta la excitación, que mi pene temblaba en su interior y en unos pocos movimientos hacia atrás y adelante de mi pelvis, Sandrita tuvo su primer orgasmo, fuertemente me clavó las uñas en mi espalda y luego se aflojó y luego continúe penetrando hasta que volvió a tener un par de orgasmos y cuando sentía que me iba a correr, saqué mi pene de su concha y me senté sobre su vientre, apoyé mi pene sobre sus pechos y de pronto largué mi semen desparramado desde sus pechos hasta su cuello, tras lo cual fui a limpiarme al baño, ya que tenia mi pene sucio con sangre de su virginidad, mezclada con mi pene.

    Tras limpiarme, volví a la cama y nos quedamos mirándonos totalmente enamorados por lo que habíamos hecho, seguimos abrazados y así uno frente al otro estando de costado, al sentir que mi pico crecía nuevamente pasé una de sus piernas por sobre mis caderas y se la metí otra vez, fue una gran sensación sentir todo su cuerpo entre mis brazos que la rodeaban mientras la penetraba fuertemente y con facilidad Sandra tuvo un nuevo orgasmo, la dí vuelta dejándola boca abajo, y sentándome sobre sus piernas, yo de cuclillas se la metí de nuevo en la vagina, allí ví su hermoso ano, que acaricié con un dedo pero no me animé a ir más allá, mientras mi pene entraba y salía suave de su vagina, sentí mi orgasmo que se me venía, saqué la pico de su interior, me pide que quiere probar mi leche, asi que se pone de guatita en la cama, puse mi pene al frente de su rostro y solté mi leche en su boca, en donde ella se traga toda la leche.

    Después de esta sesión, nos quedamos desnudos abrazados y pasaron unos minutos en donde nos fijamos en la hora, ya que a las 12 llegaría su madre a buscarla, así que la ayude a vestir y con cariño la bajé y la dejé en el sillón, en donde puse una mesita y a los 15 minutos llegó su mamá a buscarla, sin sospechar que había desvirginado a su hija.

    Unos días después me entregó su culito, pero eso es para otra historia.
     
    xalitro, Sergio2911, bauza y 2 otros les gusta esto.
  2. Renatt77

    Renatt77 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Buena la historia
     
  3. jotaeme

    jotaeme Usuario Casual nvl. 2
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    Bonita y caliente historia.....vamos por el repechaje...
     
  4. Conwok

    Conwok Usuario Casual nvl. 2
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    buena palomo..... buena historia!
    se paso bien
     
  5. keloke12

    keloke12 Usuario Casual nvl. 2
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    Muy buena la historia
     
  6. Sergio2911

    Sergio2911 Usuario Casual nvl. 2
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    Wn! Además del lado caliente, está hermosa la historia!