Primer anal con una mayor

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Palomoo, 4 May 2020.

  1. Palomoo

    Palomoo Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Hola.. aqui aprovechando la cuarentena en mi casa, me acordé de mi primera experiencia anal con una mujer mayor.

    Iba en 3ro medio en un liceo bastante reconocido de Santiago y bueno tanta era la exigencia que el primer semestre tenia la asignatura de Matemáticas con promedio rojo (un 3,2 y en ese entonces si uno tenia un promedio inferior a 4 uno reprobaba)

    Para poner en contexto, yo vivia en Puente Alto, el liceo estaba en Ñuñoa e iba en la jornada de tarde (de 13:45 a 19:30hrs)

    A raiz de mis malas notas, mi mamá se contacta con una vecina que era profesora, de 27 años y que por cosas de la vida ese año no habia ejercido la pedagogía. Vivia a un poco mas de 1 cuadra de mi casa. Yo solo la ubicaba de vista y se llegó a un acuerdo que me hiciera clases 3 dias a la semana en la mañana y sabado por medio en la tarde. Ella al ser profesora era bastante pedagógica y le entendia muy bien lo que me explicaba y a la postre remonté ese 3.2 a un 6,4 en el segundo semestre y terminé con promedio 4,8.

    Ella se llama Beatriz, físicamente era bajita (1,50 con suerte) cabellos lisos, pero sumamente pechugona y caderona. Tambien tenia su rollito y por su contextura la hacia ver mas gordita. En esos años yo pololeaba con una chica de mi edad, quien era muy flaca, con pocas tetas y quien no habia tenido mayor experiencia sexual que conmigo. Los encuentros sexuales con ella solo se limitaban a la posición misionero. Y yo igual solo había tenido 2 pololas (ella era mi tercera polola) y bueno el acceso a la información porno no existia... internet era futurista y si uno se pajeaba era solo por su imaginación.

    Llegamos a la primera clase, era en agosto, llegue a su casa a las 9:30am y ella estaba vestida con una bata y se notaba que llevaba pijama. Esa vez ella se disculpó por recibirme asi, pero no le di importancia. Pasamos al comedor, en donde me tenia unos pancitos, café, jugo, jamon y queso (todos los dias me tenia lo mismo), en donde se sentó a mi lado y comenzamos a hacer ejercicios bastantes simples, hasta que dieron las 11:30 y ya debia ir a mi casa. Me tenia que duchar, vestirme con el uniforme de colegio, almorzar y salir de casa a las 12:45 a lo más.

    Asi transcurrieron las primeras dos semanas de clases, en donde me recibia con bata o buzo. Ya habia tenido una prueba en el liceo y habia tenido un 6,5 de nota... o sea ya se notaba que me hacian bien sus clases. Y a modo personal, no me gustaba tanto esas clases, ya que esos dias debia andar corriendo para no llegar tarde a clases.

    A la tercera semana vino un cambio, el lunes me recibio mucho mas arreglada. Con jeans y polera y hasta un poco maquillada. Al ser gordita tenia un rostro muy liso y ese dia no tuvimos clases, solo conversamos de la vida. Al inicio con desconfianza le contaba mis cosas (ya que temia que se las contara a mi mamá), pero Beatriz logró que entrara en confianza con ella. Alli me conto que tenia pololo, que se veia cada 2 semanas con el, ya que vivia en Viña.

    A partir de este dia, nuestra comunicación cambió, fue mas amena. Ya todos los dias me recibia producida. O sea ya me daban ganas de ir a sus clases. Ella no solo estaba a mi lado enseñándome matemáticas, si no que llegaba por detrás y pegaba sus tetas a mi espalda y pasaba segundos allí pegada a mí y otras veces venía por un costado, apoyando sus tetas en mi hombro. Y en esos momentos me daba el estímulo para las pajas nocturnas que me daba en su nombre.

    Todos los días notaba que ella llevaba sosten con rellenos, de esos de copa grande, hasta que un dia llevaba un sosten deportivo y se le notaban sus pezones (que al ser pechugona, eran grandes) y alli ella hizo como si nada. Ese día viernes transcurrió con sus clases y me dijo que fuera el sábado, ya que el siguiente se iba a ir a Viña a celebrar las fiestas patrias. Pero ese dia mas que prestarle atención, estaba enbobado por tus pezones. Y como era esperarse, al irme, llegué a mi casa, subi a mi pieza, me pajee y mi leche fue dedicada a ella. Y después en la noche mi paja nocturna fue para ella.

    Llegó el sábado, ella me había citado a las 3 de la tarde, asi que almorcé, llevé mi mochila y puntual estaba en su casa. En esa tarde llevaba solo vestido de tirantes (ya en septiembre hace calor) no tenia puesto el sostén (no se le veia tirante del sostén) y enseguida me percaté que llevaba una tanga pequeña (ya que cuando estaba ingresando a su casa, ella se agachó a recoger una revista que estaba en el piso y que colocó encima de una mesa. Embobado, la seguí al comedor y se sentó en frente a mi y comenzó a preguntarme de la materia y al tiempo que se agachaba un poco y veia sus pechos que practicamente se salían del escote del vestido. Inclusive podía ver el color marrón de sus pezones, levantó su mirada y encontró mis ojos clavados en sus pechos, luego la miré a su cara por unos segundos avergonzado de que me pillara mirándole las tetas, me devolvió la mirada y me sonrió.

    – Vaya, me parece que te gustan mis tetas.

    Yo estaba paralizado, entonces ella se levantó de la silla, se puso a un lado de mí, me miró y con un gesto rápido me volvio a mostrar su escote y me sonríe y entonces se levanta el vestido sacándolo por su cabeza, quedando solo con una tanga pequeñita blanca. Yo me quedé completamente sin aliento, ya que primera vez en mi vida veia a una mujer como tal, casi desnuda delante de mis ojos (mis exs habian sido chicas de mi edad o sea pendejas) su cuerpo era hermoso, no podía creer tanta belleza escondida dentro de sus jeans, poleras y batas. Sus tetas eran enormes, pezones grandes, aureolas anchas, de un color marrón de más claro a más oscuro en su zona central. Despues de esos segundos, se agacha para quitarse la tanga y aparece su concha depilada, solo con unos vellos en poca cantidad como un mohicano.

    Me daban ganas de salir corriendo en ese instante, pero mi erección delataba lo excitado que estaba. Realmente estaba muy excitado, hasta que Beatriz se atrevió a preguntar.

    – Te gusto mejor así ?

    Yo no tenía capacidad de reaccionar en esos instantes, ni si quiera de hablar, pero Beatriz me faciitó el trabajo, se acercó a mí y colocó sus grandes tetas en mi cara.

    Abrí mi boca y comencé a succionar sus pechos, sus pezones, primero uno, después el otro, colocaba mi cara entre sus dos pechos y jugaba con ellos abrazandolos con mis manos y hundia mi cara en sus tetas.

    – Si cariño, disfruta, pásalo bien, disfruta de mis tetas, pero ven conmigo.

    Beatriz me dio la mano, me ofreció a levantarme y con un gesto hizo que la siguiese fuera del comedor en donde estábamos, subimos la escalera (con mi pene como roca) abrió una de las tres puertas que estaban cerradas y pude ver una gran cama en la habitación donde entramos, se sube a la cama, mostrando su culo enorme, grandioso, majestuoso. Luego desnuda como estaba se sentó en un lado de la cama, yo me quedé de pie, frente a ella, paralizado pero con mi polla muy tiesa, erguida.

    – Relájate, no tengas miedo, dejate llevar, hoy vas a follar Gabriel.

    Pues sí, me dejé llevar, ella se me acerca y me quita mi polera y luego me baja mi jeans y luego acarició mi pene por sobre el boxer hasta que mi polla estaba erecta frente a ella.

    – Guau !, vaya lo que tenías escondido, que misil tienes.. ya lo quiero devorar.


    Beatriz se sienta en el borde de la cama y ya tenía mi pico dentro de su boca, al mismo tiempo separaba su boca del pene pero era para sacar su lengua y lamer el miembro desde mis huevos hasta la punta misma del glande y luego se metia todo el pico en la boca hasta hacer arcadas. Y yo disfrutaba de lo lindo pero la cara de Beatriz que era aún más satisfactoria, hasta que deja de chuparlo y se tira de espalda en la cama y me dice.

    – Ven, túmbate encima, despacito.

    Beatriz estaba ya tumbada en la cama, sus tetas caían por sus costados, sus piernas abiertas, rodillas flexionadas, poco a poco me fui incorporando encima de ella, como era mas delgado que ella se pude decir que practicamente me engullí en sus carnes, pronto sentí como una de sus manos tocaban mi verga, y, en forma de guía encaminó el miembro erecto haciendolo entrar en su concha que parecía una ventosa succionando el pico y hasta tenerlo completamente dentro de su húmeda concha.

    – Ahhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiii - gime ella.

    Puse mis brazos al costado de sus tetas para seguir meniendome sobre ella, hasta que me toma de mi culo y sus dedos acompañados de sus uñas se clavaron en mis nalgas y acompañaban el balanceo ritmico de ese momento. Yo me sentía comodo, trate de aguantar las ganas de correrme y comencé a disfrutar de lo lindo del acto con mi vecina.

    – Diooooos, que gusto !!!!, sigue metiendola Gabriel, perforame, no te pares. - me decia.

    Nunca había podido besar a Beatriz, pero eso se solucionó enseguida, allí tumbado encima de ella y clavándole mi pico una y otra vez planté mi boca encima de la suya, en menos de tres segundos tenía su lengua dentro de mi boca y sentia que nuestras lenguas se acariciaban incesantemente dentro y fuera de nuestras bocas.

    Después de varios minutos en esa posición, aumenté el ritmo de mis embestidas, me sentía como un campeón, aguantaba el ritmo de Beatriz mientras sentia que yo disfrutaba del sexo por primera vez y me doy cuenta de que ella se va a correr antes que yo.

    – Gabriel, me corrooooo, me corroooooo, no te salgas , no te sagaaaaas, yaaaaa, yaaaa , siiiii, ahhhhhh

    Sentir los jadeos de su orgasmo, hicieron que yo le llenaba su concha con toda la leche que tenía acumulada desde la noche anterior. Al acabar nos quedamos abrazados y me pregunta

    – Te has corrido dentro ?

    – Lo siento, no lo he podido evitar

    – No importa, tomo pastillas. Aunque igual lo ideal es que la próxima vez no acabes dentro de mi.

    Y añade.

    – Lo has pasado bien Gabriel ?

    – Muy bien y tu Beatriz?

    – También, hacía tiempo que te tenia ganas.

    Con el acto ya terminado y con una sonrisa de oreja a oreja nos vestimos, me invitó a tomar una bebida y dio por finalizada la “clase de ese día”

    Beatriz me hizo prometer mi silencio de lo ocurrido a cambio de repetir y conversamos que en la semana que venia iba a estar en Viña y que en la semana siguiente retomariamos las clases.

    Pasaron los dias, todas las noches tenia mi sesión masturbatoria imaginandola en mi cama y soñando mil y una posiciones, ya que un amigo me habia prestado unos vhs y me sirvio para tener nuevas posiciones sexuales...

    Pasó la semana del 18, llegó el dia domingo en donde suena el teléfono de la casa y para mi sorpresa, era Beatriz en donde me decia que se iba a quedar otra semana en Viña con su pololo. En ese momento unos celos terribles se apoderaron de mí, no podía hacerme a la idea de que Beatriz fuese follada por otro hombre que no fuese yo y aunque ya sabia que tenia pareja y yo un simple pendejo, pero pensaba que Beatriz me pertenecía.

    Deseando que llegase el lunes siguiente seguia a diario con las sesiones masturbatorias, tuve 2 veces relaciones con mi polola, pero me era inevitable comparar los cuerpos de Beatriz (que era de una mujer ya formada) con el de mi polola que era un cuerpo de una pendeja como Yo.

    Hasta que llegó el lunes, desperté temprano, pero demasiado caliente (entre mis pensamientos de celo, las pornos que habia visto) y a las 8:30am estaba en su casa, toco el timbre y me abre la puerta vestida solo con una bata (se notaba que recien se habia duchado) y me dice

    – Hola Gabriel, que puntual vienes hoy!.

    – ¿Te ha culeado?

    – ¿Qué?, ¿cómo?

    – Sí, no te hagas la tonta, tu pololo, ¿te ha culeado estas semanas?

    Mi estado de celos era patético, no me reconocía ni yo mismo, estaba enfadado y caliente y por más que debiese de entender la situación que estaba viviendo, los celos se habían adueñado de mis actos. Beatriz lanzó una sonrisa inquieta y me invitó a que entrase.

    – Si Gabriel, hemos culeado todos los días y lo he pasado muy bien.

    – Eres una maraca!!!- le dije.

    Ella me responde, vamos al comedor a estudiar (noté un tono de enojo en su voz)

    Beatriz iba caminando delante de mí, su bata era nueva y muy corta y dejaba entrever sus nalgas desnudas.

    En eso, un impulso, no se como ni por qué, pero le propiné una sonora palmada en su culo.

    – ¿¡ Que haces Gabriel !?

    – Por puta!!!- le respondi.

    Mis encuentros sexuales y mis clases de matemáticas con Beatriz pudieron acabar en ese mismo instante (y mas con escándalo si ella le hubiera dicho a mi mamá de ese show), pero Beatriz apoyó su cuerpo encima de la mesa (la mitad superior de su cuerpo) no hizo falta levantar mucho su bata para dejar su culo totalmente desnudo al aire y volvi a darle otra palmada de nuevo.

    – Sí Gabriel he sido mala, pégame.

    Mi estado de adolescente celoso comenzó a pasar a una circunstancia inaudita para mí, empecé a excitarme conforme sacudía una y otra vez el culo de Beatriz, estaba apoyada la mitad de su cuerpo en la mesa, seguia manteniendo los pies en el suelo y yo detrás azotando su culo, noté como una erección cobraba vida debajo de mi pantalón.

    Me bajé el pantalón y mi boxer, mi verga estaba dura, muy dura, miré su culo y en ese mismo instante hice algo que ni si quiera sabía como debía de hacer (solo lo habia visto con las porno que vi un par de dias antes), pero en el acto lubriqué la punta de mi pico con mi propia saliva, después volví a pasarme la punta de mis dedos por mi lengua para después pasarlo por el estrecho agujero del culo de Beatriz

    -¿Qué haces Gabriel?., noooooo, noooooo... por mi culo nooo.. me gritaba

    Mi pene estaba ya en la entrada de su angosto agujero, comencé a apretar su culo hacia mi, intentando meter mi pico en su totalidad por ese pequeño agujero.

    – Ahhhhhh, aaaaaaaaah, nooooooo, mi culooooooo... ella seguía gimiendo, pero en vez de impedir que la siguiera culeando, ella colocó cada una de sus manos en su trasero, una a cada lado, sus dedos cerca de su oscuro agujero, haciendo presión para fuera, faciitando en la medida de lo posible su apertura anal, al mismo tiempo notaba como ejercía presión contra mi pico.

    Su cabeza estaba apoyada en el cristal de la mesa , ladeada su mejilla derecha descansaba en el vidrio, mi polla había conseguido entrar entera dentro de su culo, es cierto que me dolía un poco, pero lo estaba disfrutando.

    – Gabriel, cabro de mierdaaa..., mi cuuuuulo.

    – Cállate puta- le respondía

    Después de varios minutos de estar perforando su culo, decidí acercar una de mis manos a su boca, ya que Beatriz gritaba, jadeaba y me insultaba con voz fuerte (temia que se escuchará en la calle) tal como si fuera una amante pecaminosa. Ella se los introducía mis dedos enteros en su boca, los lamía, los chupaba y hasta los mordía amortiguando los gritos del dolor y placer de perforar su culo.

    Cuando noté que estaba proximo a correrme, mis embestidas comenzaron a ser bestiales, cada vez que empujaba mi pico hasta lo más dentro de ella, mis huevos se apretaban en su culo (como queriendo entrar también), no podía aguantar mas, las ganas irresistibles de correrme me ganaron, inundando todo su culo, Beatriz se percató de ello, y para no ser menos, bajó una de sus manos hasta su concha y comenzó a frotar su concha con sus dedos y a los segundos llegó a su orgasmo.

    Después de aquello Beatriz tuvo una charla conmigo que se alargó por varias horas (como mi mamá no estaba en la casa, me quedé con Beatriz) me dio un sermón explicando de que lo que habia hecho era una violación (me metió miedo ya que de la forma como me lo dijo hizo ver que podría ir a los pacos, me explicó de como debería de tratar a una mujer, como debería de respetar a una chica, como actuar para no asustar a nadie, de como hacerla disfrutar... en fin, la charla que quizás mi padre debiera de haber tenido algún día conmigo y que nunca ocurrió.

    Esa jornada (en la tarde) volvimos a tener relaciones, de un modo mucho más suave pero por mucho mas rato, inclusive habló con su pololo con mi pico en su boca.

    A contar de esa jornada, los encuentros con ella era solo de estudiar, llegamos a un acuerdo que por cada nota sobre 6 iba a regalarme un encuentro sexual de 1 hora, que si sacaba un 7 iba a ser de 2 horas y que si pasaba el ramo con una nota sobre 6 me iba a dar una sorpresa, la cual fue un fin de semana en una cabaña en el Cajón del Maipo (bueno, esa es otra historia, ya que ese fin de semana fue solo sexo).

    Y para mi desgracia, el año siguiente ella comenzó a ejercer su pedagogía, asi que con suerte la veia una vez cada dos meses para consultarle dudas y para algún polvito para este adolescente.
     
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  2. Ky_

    Ky_ Usuario Casual nvl. 2
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    Buena historia, se sigue manteniendo el toque de realidad, como te critique los espacios al escribir en otro relato, acá te alabo la distribución, puntuación y párrafos muy bien usados, agradable y comodo de leer
     
  3. RRRooDDD_25

    RRRooDDD_25 Usuario Casual nvl. 2
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    Buena vivencia amigo. creo que todos los que leemos tuvimos esa fantasía alguna vez. siga relatando los otros encuentros para el deleite de sus lectores.
     
  4. bauza

    bauza Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Excelente historia compañero, muy buenos detalles.
     
  5. bauza

    bauza Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Excelente historia compañero, muy buenos detalles.