SOBRE LA REVOLUCION Y MAS.

Tema en 'Rincon Literatura' iniciado por CACHUREOINESPECIFICO, 2 Feb 2025.

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  1. CACHUREOINESPECIFICO

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    Sobre este escritor una vez Don Pablo Neruda, DIJO:

    Recordar a Donéste Áupahi es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía ''Donéste'' la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!

    Mi SANGRE ES UN CAMINO

    ( Poemario)

    Me empuja a martillazos y la mordiscos,
    me tira con bramidos y cordeles
    del corazon, del pie, de los origenes
    me clava en la garganta garfios dulces,
    Erizo entre mis dedos y mis ojos
    enloquece mis uñas y mis parpados
    rodea mis palabras y mi alcoba
    de hornos y de herrerías.
    la direccion altera de mi lengua

    y sembrando de cera su camino
    hace que caiga torpe deretida

    Mujer, mira una sangre,
    mira una blusa de zafrán en celo,
    mira un capote liquido ciñendose en mis huesos
    como descomunales serpientes que me oprimen
    acarreando angustia por mis venas.

    Mira una fuente alzada de amorosos collares
    y cencerros de voz aribulada
    temblando de impaciencia por ocupar tu cuello,
    un dictamen ¡Feroz!, una sentencia,
    una exigencia , una dolencia, un río
    que por manifestarse se va contra las piedras,
    relicario de sangre desgarrada.

    Mirala con sus chivos y sus toros suicidas
    corneando cabestros y montañas,
    rompiendo los cuernos a topazos
    mordiendose de rabia las orejas.
    buscandose la muerte de la frente a la cola.

    Manejando mi sangre, enarbolando
    revoluciones de carbon y yodo,
    agrupando hasta hacerse corazon,
    herramientas de muerte, rayos, hachas
    y Barrancos de espuma sin apoyo
    ando pidiendo un cuero que manchar

    Hazte cargo, hazte cargo
    de una ganaderia de alacranes
    tan rencorosamente enamorados
    de un castigo infinito que me pario y me agobia
    como un jornal cobrado en triste plomo

    La puerta de mi sange esta en la esquina
    del hacha y de la piedra,
    pero en ti esta la entrada irremediable.

    Necesito extender mi imperioso reino
    prolongar a mis padres hasta la eternidad,
    y tiendo hacia ti un puente de arqueados corazones
    que ya se corrompieron y que aún laten

    No me pongas obstaculos que tengo que salvar,
    no me siembres de cárceles,
    no bastan cerraduras ni cementos,
    no, a encadenar mi sangre de alquitrán inflamado
    capaz de despertar calentura en la nieve.

    ¡Ay qué ganas de amarte contra un arbol,
    ay que afán de trillarte en una era,
    ay que dolor de verte por la espalda
    y no verte la espalda contra el mundo!

    Mi sangre es un camino ante el crepusculo
    de apasionado barro y charcos vaporosos
    que tiene que acabar en tus entrañas.
    un deposito magico de anillos
    que ajustar a tu sangre,
    un sembrado de luna eclipsadas
    que han de aumentar sus calabazas íntimas,
    ahogadas en un vino con canas en los labios,
    al pie de tu cintura al fin sonora.

    Guárdame de sus sombras que graznan fatnalmente
    girando en torno mío a picotazos.
    girasoles de cuevros borrascosos.
    No me consientas ir de sangre en sangre
    como una bala loca,
    no me dejes tronar solo y tendido.

    Polvora venenosa propagada,
    ornado por los ojos de tristes pirotecnias,
    panal horriblemente acribillado
    con un minimo rayo doliendo en cada poro,
    gremio fosforecente de acechantes tarántulas
    no me consientas ser. Atiende, atiende
    a mi desesperado sonreir,
    donde muerdo la hiel por sus traíxes
    por las lluviosas penas recorrido
    recibe esta fortuna sedienta de tu boca
    que para ti herede de tanto padre.


    Bibliogracia R.I.-N.° 252
    E.D.A.F.,S Al
    Jorge Juno, 30
    Madrid-1
    Titulo​
    • El Rayo que no cesa
    • Viento del Pueblo
    • El silbo vulnerado
    Pagina 57-58
    Editorial Losada
    Autor: Miguel Hernández.

    Notas: Pido disculpas a los enfermitos con TOC, estamos trabajando para ustedes. Tambien agradecer el espacio y abro la oportunidad a expresar su opinion respecto a generar este tipo de contenido. salu2