Sueños mojados - ¿Y si nos ven...?

Hola tú, si, tu, quien me esta leyendo en estos momentos. ¿Quieres que te cuente una historia? Pero no es una historia cualquiera. Muchos cuentan sus experiencias o fantasías… ¿Te parece que yo cuente mis sueños? Si, mis sueños. Ya sea a mi pesar o no, sueño demasiado, y muchos son bastante excitantes.

Se que no me conoces así que me presento. Tengo 27 años, soy de tez clara, mido 1.62 y peso alrededor de 57 kilos. Mi cuerpo no es protuberante ni nada por el estilo, pero tengo buenos senos y trasero.

Te aviso que estas serán historias un poco diferentes, porque tu serás parte de ellas.

Bueno empecemos…

Desperté en nuestra cama, más temprano que de costumbre. Sentí frío por un momento, y era porque casi la mitad de mi cuerpo estaba destapado. Era verano, así que solía dormir con una polera corta azul de seda y colaless. Mire para el lado y no estabas, tenía la cama para mi solita. Al mirar al escritorio que estaba al frente de nuestra cama ahí estabas, en el computador, hablando con tus amigos. No los conozco, pero tan solo con pensar en ellos, sentí que parte de mi cuerpo se estremecía… y otra parte se mojaba. Comencé a frotar mis piernas hasta que no me aguanté más y me empecé a tocar suavemente con la mano derecha, primero un seno, apretándolo despacito, después el otro, bajando mi mano por el abdomen hasta llegar a mi calzón. Por fuera se sentía que estaba empapado, así que lo hice a un lado y comencé a tocar, suavemente. Mis dedos se sentían tan firmes, pero a la vez suaves. No me di cuenta cuando mi otra mano comenzó a tocar mi seno, acariciando con las yemas el pezón, que ya estaba duro. No pude evitar hacer un pequeño gemido.

Me sobresalte y al mirar el escritorio me di cuenta de que me estabas mirando, y no solo eso, sino que te estabas pajeando. Con tu mirada me decías que no querías que me detuviera, así que no lo hice. Al principio estaba debajo de las sábanas, pero es ese momento ya estaba bastante excitada así que me destape para que me vieras. Me comencé a tocar con más fuerza, mis dedos sentían lo mojada que estaba. Al seguir y seguir frotando, ya no disimulaba mis gemidos. En un momento metí un dedo por mi vagina, sacándolo y metiéndolo rápidamente. A los segundos ya sentí que no era suficiente así que metí dos, y los movía rápidamente, y luego 3. Comencé a gemir con más fuerza y me imaginaba tu pene penetrándome. Salían y entraban, hasta que en un momento los dejé adentro y los comencé a mover, estaban muy adentro, me sentía muy excitada.

Te mire por un momento y tu no te dejabas de pajear, tenias una cara de que me tenías ganas. Así que paré lo que estaba haciendo y susurrándote te pregunte si todavía tenías el micrófono prendido. Me dijiste que lo habías apagado. Me sentí muy traviesa en ese momento así que me acerqué donde estabas sentado y te dije que prendieras el micrófono y la cámara, que no me importaba que tus amigos vieran. Si lo hacías te iba a dar un premio. Sin que me respondieras te comencé a mostrar cual sería… Me quite la polera y el collales, quedando desnuda frente a ti. Ya estabas con el pene duro así que solo lo tomé con fuerza, me arrodillé frente a ti y te comencé a pajear con suavidad mientras te miraba a los ojos, primero suavemente y luego con más fuerza, lo apretaba con fuerza. Mi lengua quería saborearte así que comencé a pasarla por la puntita de tu pene (ya sentía un líquido un poco ácido que salía de ahí, lo que me excitaba más). Comencé a rodearlo con mi lengua y después a pasarla más fuertemente desde la base, hasta la punta, hasta que me lo metí a la boca. En ese momento me tomaste la cabeza con fuerza, se notaba que no querías que lo sacara de mi boca. -- Mételelo hasta el fondo… - Me dijiste, y sentía como llegaba hasta el fondo de mi garganta, al principio era yo la que me movía y lo metía y sacaba de mi boca, pero después sentía la fuerza de tu brazo, como me lo metías y me lo sacabas de la boca. Lo metías y sacabas, lo metías y sacabas cada vez más rápido. Sentía a momentos que me iba a atragantar.

En un momento te detuve y te dije si estabas de acuerdo con activar el micrófono y la cámara. Lo hiciste de inmediato. Yo sonreí y te dije que te quedaras sentado en la silla. Lo tenías aún muy duro, se notaba que estabas muy excitado… y yo también. Me puse de frente al computador y me veía en la cámara, se veían mis senos, con unos pezones redondos y rosados. Se veía además todo mi cuerpo, algo sudado. Sentía todas las miradas sobre mí, lo que hacía que me excitara más aún. Me eché hacia atrás y me senté en ti. Tu pene entró muy fácilmente en mi vagina, que estaba empapada. Me pusiste las manos en la cintura y me empecé a mover sentándome en tu pene, sentía como entraba y salía, entraba y salía, mientras me veía en la pantalla, como rebotaban mis senos, y pensaba en que los demás debían estar escuchando mis gemidos y pajeandose. Me tomabas mas fuerte y hacías que tu pene entrara y saliera, más y más rápido. Estaba tan excitada que solo cerraba los ojos y me dejaba llevar por la sensación. ---Creo que te puedo tratar un poco más mal… - Me dijiste, y de repente sentí que una mano tuya apretaba fuertemente mi seno, mientras yo rebotaba en tu pene, que estaba durísimo. Nos quedamos así un rato, moviéndonos cada vez con más fuerza. Luego me paré y me di vuelta rápidamente, para sentarme en ti, pero de frente. Cuando me subo encima, me miras con un cara de travieso, tomas tu pene y lo pasas por afuera de mis vagina, rápidamente, con lo que logras hacerme gemir bastante, pero no lo metes, sino que me acercas a mucho a tu pecho, hasta que mis senos se aplastan con él, y siento como intentas meter tu pene en mi culo. Me sobresalto y tu me tomas firmemente, y lo comienzas a meter por mi culo. Al principio es muy estrecho, duele un poco, pero de apoco se va metiendo más y más hasta que siento que esta todo adentro. No puedo evitar que me falte la respiración de tanto ruido que hago, lo metes y lo sacas ya con más y más fuerza, y yo sigo saltando encima tuyo, más y más rápido, más y más rápido, hasta que siento también tus gemidos y me dices que te vas a venir. Me comienzo a mover más y más rápido, hasta que ya no puedo más y siento como todo en mi se empieza a contraer, como con una sensación de éxtasis. Hasta que siento que tu pene también se comienza a mover y expulsas tu leche dentro de mi culo, para luego sacarlo… De sobresalto despierto, para encontrarme en mi cama, sola... pero mojadisima y con muchas ganas de jugar contigo...

Espero que les haga gustado mi relato, besos.