Una noche especial..

Es el primer relato que publicó.. pero no el primero que escribo, ojalá sea de su agrado.
Esa noche era especial, era noche post Navidad ya habían pasado varios días que no estaba con Carmen y mi cuerpo lo pedía.

Había ido a Santiago a comprar a un outlet de descuentos y aproveche de comprar juguetes que necesitábamos en un sexshop de Santiago para esa noche, lubricante y una joya.. un plug de acero inoxidable de tamaño grande... ya se lo que piensan... por qué grande.

Ella llego a buscarme, estaba radiante, polera negra y pantalones, sus curvas resaltaban, sus tetas grandes... abundantes y su trasero increíble, grande y firme... solo queris acariciarlo y morderlo.

Su sonrisa era perversa, pasamos a comprar unas bebida energética y un vino dulce y pocas cosas para picar. Nos dirigimos directo al motel que hace poco habíamos pillado cerca de Temuco. Nada lujoso, pero con espejo grande en la pared que era lo que queríamos para esa noche.

Entramos luego, yo estaba ansioso por poseerla luego. Nos sentamos y nos servimos un vino y nos fumamos un algo divertido para relajar el ambiente.

Los besos que nos damos siempre calientan el ambiente y ese fue particularmente profundo y húmedo. Mientras recorría su cuerpo con mis manos. Sus tetas reaccionaron al instante, sus pesones carnosos se pararon a la primera caricia y mi pene ya quería salirse de mi pantalón. Ella tomó la iniciativa de empujó hacia atrás en la cama y se arrodilló para sacarme pantalones y bóxers en un solo movimiento. Y comenso a lamerme mi pené desde su base a la cabeza, una y otra vez. Mi pene ya explotaba de tanta sangre.. estaba duro.. solo como ella logra ponerme.. metió la cabeza en su boca. Lo metía y lo sacaba. Su lengua era increíble. Con su mano recorría el tronco y agarraba mis testiculos, lo escupía y lo pajiaba y se pegaba en su cara golpes con mi miembro y metía hasta dónde podía y más adentro, se atoraba y escupía...

La tome y traje hacia mi para besarle su boca. Y su cuerpo se apegó al mio, sus piernas abiertas y su sexo caliente contra el mío, no lo dude, acerque la cabeza a su entrada y abrí su carne lentamente.. su respiración se agitó y gimió de placer por cada centímetro que le entraba. Me monto de forma increíble. Tras unos minutos su gritos y humedad delataron su primer orgasmo. intento meterse toda mi pichula, choque en su fondo y empujó aún más adentro... abriendo carnes nunca antes perforadas.. otro orgasmo... más gritos y el primer chorro de su choro baño mi pichula y mis cocos.

Se salió y bajo a chupar mi pene, a probar sus jugos y la mezcla de sabores, me besó y sus besos sabían a sexo, eso me puso como animal... la tome y gire, la pude boca abajo, exponiendo su culo y choro a mis besos... y lo hice, bese sus labios y clitoris con mi lengua. Abrí su carne con mis manos. Explore y probé el sabor de su choro y no aguante más... tenía que perforarla.. como ella quería... como yo quería... como el animal que me sentía. Sin fijarme en ser cuidadoso, sin preguntar qué hacer, sin pedir permiso.

La comente a penetrar primero lentamente, avance de a poco acostumbrando su choro a mi pichula, despacio abrí hasta llegar nuevamente a su fondo y lo empuje.. una y otra vez.. apretado... caliente.. profundo, en segundos otro orgasmo, su chorro lo sentí en la base de mi pene, sus gritos llenaban el ambiente, no nos importaba nada, sin sacarlo bese su cuello y mordí su oreja... sus pelos se erizaron, su cuerpo erotizado era mío, mientra ella acababa nuevamente en una cascada de orgasmos consecutivos, yo la machacaba.. sin piedad.

Con mis manos apretaba su culo, y llevaba su cuerpo hacia el mío. Escupi mi dedo para acariciarla. Toque la entrada de su culo y el se abrió un poco excitado. Eso quería yo... eso quería ella. Baje y bese la entrada de culo pase la lengua y ella respondió con un gemido y un "que rico". comencé a jugar acariciado los bordes. Entrando un poco... abriendo su carne con mi lengua, mientras con la otra jugaba en círculos con su clitoris. sentis como se mojaba su vagina mientras su culo se abría invitándome a cogerlo... busque el juguete.., lo moje con mi saliva y jugué en el borde. Se agitó, estaba frío. Busque el lubricante y comencé a jugar en su entrada y sólo su culo empezó a abrirse para mí, a absorber el juguete con su carne. Su culo tenía hambre de jugar.. de ser penetrado. La joya entro y a Carmen se le escapó un grito.. ahí lo deje increíblemente sexie con su joya, mientras la giraba para que me diera un beso y probara lo dulce de su culo, chupo mi pichula hasta donde entraba en su boca, la escupió, mi pene era un fierro... un fierro listo para perforar su culo. Como ella quería, como yo quería.. como animales que éramos... y la noche ya era especial y aún faltaban más placeres.


Relatos de una serie de relatos que escribí para mi mujer… en tiempos de pandemia.

 

Es el relato de nuestra segunda salida a un motel.. no es inventada... Pero da lo mismo.. que la disfruten ...