AMIGA MENOR QUE YO Y SU MADRE(Capitulo ocho)

AMIGA MENOR QUE YO Y SU MADRE(Capitulo Siete)

Avanzare algunos meses en este relato dado que la gracia es no caer en la monotonía, por lo que estimo yo, es mejor ir relatando la evolución de esta historia.

Verano del 2006 y el calor en ese mes de enero era insoportable, como se dice “los jotes estaban cayendo asados”. Yo me disponía a ir a algún lugar cuando de pronto suena el teléfono. Mi pequeña ricura, me dice: vamos a la playa, le dije a mí vieja que te invitáramos para tener un chofer más y me dijo que bueno, pero no te preocupes ella va con una amiga así que no va a estar encima de nosotros.

Quedaron de pasarme a buscar a eso del mediodía, yo estaba listo con mi mochila y mis cosas para emprender rumbo, tocan la bocina y salgo, mi pequeña manejaba y la mama con la amiga iban atrás, yo me subo raudamente saludo a mi conductora y al girar para atrás para saludar, veo a la amiga… recordarán en el relato anterior a la mejor amiga de la madre, aquella mujer alta que yo les contaba y que además de todo estaba al tanto de mi relación con la mamá. Pero en ese momento no sé qué habrá pasado por la mente de esa amiga, cuando me ve subir al auto y saludar de beso a la hija. A pesar de todo lo vivido, lo mío nunca fue ser “cara de nalga”, igual me sentí muy incómodo, pero trate de sobrellevar la situación de la mejor manera, cosa de que el ambiente no fuera tenso.

Las 2 horas de viaje para llegar a la playa fueron bastante entretenidas, se habló, nos reímos, obvio me cayeron “sus palos” durante el viaje, los que tuve que esquivar como NEO las balas en MATRIX. Nos instalamos en un sector piola, había poca gente en ese lugar, Mi pequeña dijo “voy a ir a comprar algo para refrescarnos” en eso veo a su mama que le da un leve codazo a la amiga, quien inmediatamente le dice “yo te acompaño y aprovecho de cambiarme”. Y ahí comienza la conversación.

Ella: tuve que contarle a mi amiga la historia completa gueon porque mi hija insistió demasiado que te invitáramos y no quise negarme tanto tampoco porque ella no tiene culpa en esto.

Yo: igual fue incómodo para mí desde que subí al auto

Ella: sí pero la verdad no se notó mucha incomodidad, así que tu tranquilo.

Yo: igual si me hubieras llamado antes yo podría haber inventado una excusa.

Ella: (risa malvada, de verdad malvada) Nooooo si igual después que le conté a mi amiga de toda esta situación, te queríamos ver.

Yo: yaaaaaaa… que onda ustedes, se quieren burlar de mi (tono serio)

Ella: este cabro que me hace reír… yo no te he contado todo sobre mi, sabes bastante, pero no todo…

Sonríe y se pone de pie, para sacarse el vestido que traía puesto, yo sentado en mi toalla miraba ese espectáculo que a los dos giles que estaban unos metros más allá con sus respectivas mujeres, tampoco les era indiferente. Traje de baño verde agua muy ajustado, dejaba muy claro que todo lo que estaba ahí, estaba muy bien administrado en ese cuerpazo de mujer de 46 años (hace poco había estado de cumpleaños, estuve en Buenos Aires por trabajo para esa celebración). En eso veo venir a las otras integrantes de ese viaje… mi pequeña con un bikini hermoso, la verdad el bikini daba lo mismo, lo realmente hermoso era su cuerpo con ese traje puesto, que inmediatamente me hacía recordar muchas y exquisitas cosas. Y cuando me concentro en la visita, que ya estaba parada al lado de nosotros, veo a esa tremenda mujer altísima y guapísima, pero en esta ocasión con un bikini floreado que dejaba ver su figura, en el caso de ella, cuerpo de medidas anatómicas casi, casi, perfectas…

Gran parte de la tarde fue entre entrar al agua y salir a caminar con mi pequeña por la playa. Luego de volver de una larga caminata, llegamos donde estaban las demás y en eso la mamá nos pregunta

Mamá: qué tal si nos quedamos esta noche chiquillos? qué opinas tú… puedes? (me pregunta)

Yo: no tengo ningún problema (era sábado para domingo)

Amiga: yo pago la cabaña y ustedes se ponen con los demás

Hija: y cómo lo vamos a hacer con la cabaña?

Amiga: tranquila, yo llame y está a como 1 kilómetro de acá, ya está reservada.

Nos fuimos para la cabaña a dejar las cosas y en eso la mama dice:

Mamá: hay que ir a comprar las cosas

Yo: yo voy, que traemos?

Amiga: yo te acompaño

Mi pequeña se estaba bañando

Mamá: traigan algo para la once y el desayuno, unas cositas para picar y algo para compartir.

Fuimos al supermercado con la amiga de la mamá quien fue cosa de salir de las cabañas y disparó:

Amiga: ¿tú aquí debes estar en tu salsa?

Yo: estoy claro que conoces la historia completa y me imagino que quizás no apruebas nada de esto, pero como eres su amiga lo aceptas.

Amiga: (risas) ella me dijo que tu no sabías nada de nosotras… pero yo te voy a contar… somos amigas de la época de universidad, resulta que ella terminó su carrera después que se separó, porque se había postergado demasiado en la vida y decidió retomar las cosas importantes. Por eso nuestra diferencia de edad…

Nunca me di el tiempo de contarles que la amiga tenía menos edad que la madre, es más en ese entonces tenía 33.

Amiga: Nosotras nos contábamos todo y nos ayudamos mutuamente en todo momento, yo viví todo el proceso de término de su matrimonio, que fue más legal que sentimental, pues ella hace rato que estaba con MARCOS (el único nombre real que daré en esta historia).

Al fin sabía el nombre de aquel tipo que me había aparecido en algunas conversaciones y por el cual tenía entendido que ella había abiertos los ojos sexualmente hablando.

Yo: tú conociste a MARCOS?

Amiga: obvio, compartimos muchas veces

Yo: Y qué onda el compadre?

Amiga: aaaaahhh nooo… eso no me corresponde a mí contártelo. Lo único que te puedo decir que fue una época que lo pasamos muy bien.

Obvio que la conversación fue más larga y que yo sinteticé, porque ya estábamos de regreso en la cabaña con compras y todo. Al llegar estaba todo distribuido, la pieza matrimonial quedo para mi pequeña y yo, a un costado el baño y al otro costado una pieza con dos camas donde se instalaron ellas. Tomamos once, fuimos a dar una vuelta nuevamente y volvimos.

La idea era jugar a los naipes y compartir el picadillo y esas botellas de vodka y tequila que la amiga había comprado. Comenzamos a jugar y nació la idea de que el que perdía (jugamos carioca) se mandaba un corto de tequila al seco. Avanzados varios juegos ya la que más había perdido era mi pequeña, no tenía mucho talento para los naipes. Nos fuimos al sillón y nos servimos unos tragos de vodka, cuando en eso mi pequeña empieza a cooperar, estaba bien mareadita y el copete le agarró con cautica. La mamá la tomó y la fue a acostar, la amiga me mira y me dice:

Amiga: espero que no tengamos que ir a acostarte a ti también.

Yo: no pasa… yo estoy “paraito”

Amiga: Mmmmm… interesante (y me guiñó un ojo)

CON – CHA – DE – TU – MADRE… Pensaba yo en mi interior… ¿Que fue esa guea?

En eso llega la mamá de acostar a la hija y seguimos tomando y conversando un rato, los palos calentones y las miradas calentonas de parte de las dos no disminuían, yo estaba sentado en un sillón chico solo, mientras que ellas estaban en el sillón grande, hace rato bien cómodas entre ambas, yo fui a buscar mi cargador de celular a la pieza y cuando vuelvo… una imagen maravillosa, la amiga sentada detrás de la madre con la mano bajo el calzón y con la otra metida en las pechugas y esa mujer disfrutando. Yo me quedé parado sin saber qué hacer y la amiga me queda mirando con una cara de caliente que aún la recuerdo como si fuera ayer y me dice siéntate ahí. La madre entregada completamente a esa situación y yo sentado enfrente mirándolas. De pronto vuelve de ese estado hermoso de excitación en el que se encontraba y abre los ojos… me mira… se ríe y empieza a gatear hacia mí por la alfombra. La amiga se queda sentada en el sillón grande y la madre llega a mí, yo obviamente con esa imagen estaba más duro que la cresta. Bajo mis bermudas y comenzó a pajearme mientras miraba a su amiga. Yo la verdad me sentía con el permiso suficiente para no estar incómodo y a eso sumemosle los varios tragos en el cuerpo, estaba entregado por completo. La madre comienza a chupar intensamente y a correrme la paja mientras yo miraba el sillón de al frente y la amiga me miraba con cara de caliente mientras con sus piernas abiertas se sobaba el clítoris de manera no muy suave, pero tampoco intensa. Me tenían súper caliente con esa situación y entonces la madre la mira y le dice… VEN… ella con esa misma cara que llevaba mirando hace rato viene directo a nosotros… al llegar se toman de la cara y empiezan a darse feroz beso… que beso… se estaban comiendo la una con la otra. Y yo ahí mirando eso y “mi miseria” parte de esa escena, cuando en eso la amiga que llevaba rato dando ese beso y mirándome, se desmarca del beso y se va de una a chupar won… UUUUHHHHHHHH… QUE IMAGEN… esa mujer estaba muy caliente y me lo hacía saber con esos mamones, no soltaba gueon, de verdad que estaba muy caliente. Entre lo intenso de la imagen note que mi musa estaba mirando y le tomó la cabeza y la sume a la labor y entre las dos me agarraban y chupaban y empezaron a darse besos con lengüetazos con mi pene en medio. QUE EXPERIENCIA GUEON… En eso la amiga toma a mi musa y la tira en el sillón grande, le abre las piernas y comienza a hacerle feroz oral mientras quedaba yo detrás de ella, me agarra de la mano y me empuja hacia ella para quedar frente a esa bella imagen, gueon esas piernas eran interminables, súper largas, su culito blanco como una paloma y la cintura que decir… antes de penetrar fui a darle su dosis de oral también… entre dedo y lengua, lengua y dedo, presionaba su clítoris con mi lengua y con el dedo le masajeaba al “asterisco”(que vista más hermosa, nunca había tomado un culo tan blanco), llegó el momento de su clímax y quedó mojadisima, ahí mismo se lo puse sin contemplación. La tenía entre culo y cintura dele que suene mierda… estaba calentísimo (si a medida que lo relato se me llega a parar de solo recordarlo), de pronto atinaba a mirar y veía como mi musa jadeaba de ese oral que le estaban dando y ya había probado la lengua de esa mujer hace unos minutos atrás y vaya que la sabia utilizar…

La madre de mi pequeña toma la cabeza de la amiga y la pone de pie, me tomó del brazo y me sienta en el sillón, mientras ella se sienta en mi con el cuerpo mirando hacia la puerta de entrada, la amiga da la vuelta al sillón y se pone frente a mí para que yo quedara haciéndole un oral, me tapaba a mi musa, no la podía ver, solo la escuchaba como se quejaba mientras esa conchita depiladita y blanca frente a mí, se movía sola por orden de esa mujer de piernas largas que se negaba a quedar mirando. Mi musa se va cortada con cautica y se va al baño, la amiga toma su lugar y se sienta encima mío y empieza a moverse como si el mundo se fuera a acabar, me abraza y quedó con sus pechugas a la altura de la boca y empiezo a lamer y morder mientras movía su cintura con espectacular reflejo en el espejo de la muralla para mí. Cuando ella se da cuenta que yo estaba mirando, comenzó a reír con cara de caliente y más parafernalia le ponía al movimiento. Fue hasta ese entonces que aguante, la saque de encima mío y me fui cortado pero con tuti…

Me fui al baño y al pasar vi que mi musa ya estaba acostada, me lave y quede bien limpio y en eso entra la amiga al baño. Recién ahí me acordé que también estaba mi pequeña en esa cabaña y fui a verla, por si las moscas… nada, ella estaba raja en esa cama no tenía por donde despertar.

En la mañana despierto y mi pequeña me estaba agarrando el paquete con carita de caña y me dice muy silenciosamente, no podemos hacer más porque tenemos visitas… y se va para abajo a darme un rico desayuno… la verdad es que yo estaba súper maltratado, pero tuve que fingir no estarlo, para ayudarla cerré los ojos entre sus pajitas, lamidas y chupaditas debajo de la cama, tapada por las ropas de la cama, atine a recordar las imágenes de la noche anterior y así esa pajita fue un poco más corta, por que recordar esas imágenes calienta a cualquiera.

Pasamos a almorzar de camino “a pueblo” y la verdad es que ahí me daba cuenta la naturalidad con la que todo se estaba dando, comíamos, conversábamos y reíamos como si nada de lo del día anterior hubiera pasado, es más, hasta ya más confianza había en las conversaciones. Llegamos a destino y me pasaron a dejar a la casa, mi cabeza era solo recuerdos, ya no había remordimientos, esos que antes me hacían pensar o darme caldo de cabeza, NO… nada de eso, lo único que yo pensaba ahora era…

Y QUE VIENE MÁS ADELANTE…

AMIGA MENOR QUE YO Y SU MADRE(Capitulo Nueve)

 

Calma... calma...