Aprendiendo con la prima lejana IV

Aprendiendo con la prima lejana III

Contertulios, la historia continúa...
Tal como mencioné anteriormente, después de nuestra primera vez Claudia no dijo nada, es más siguió con nuestra relación como si nada hubiera pasado. Yo no dejaba de pensar en esa primera vez dentro suyo, en como me apretaba y como se movía, pero ella ninguna luz de que algo le pasara.
Ambos seguimos con nuestras vidas y ella comenzó a pololear con un tipo bien encachao, simpático y todo, por lo que imaginé que lo que habíamos tenido fue algo del pasado. El tiempo pasó y muchas veces nos encontramos, pero ella andaba con su pololo. Yo seguía solo matándome a pajas y teniendo alguna cachita por ahí, pero nada serio. Debo reconocer que no dejaba de pensar en ella; no sé si era porque fue mi primera mujer o que, pero siempre que la veía mi pene casi saltaba de mi pantalón.
Siguió pasando el tiempo y decidí irme a vivir solo a un departamento. Ya que nunca perdí totalmente el contacto con ella, obviamente se enteró y un día me llamó diciendo que le gustaría conocer donde vivía.
La verdad es que había pasado mucho tiempo de aquella vez, por lo que no pensé que podría pasar algo nuevamente, más si consideraba que ella tenía una relación "relativamente estable".
El asunto es que nos juntamos en el centro una tarde y después de dar unas vueltas nos fuimos a conocer mi departamento. Lo único que tenía era mi pieza, ya que llevaba poco tiempo viviendo solo y no había comprado nada aún.
Pedimos algo para comer y nos tiramos en mi cama a conversar de la vida y de tanto que había pasado sin vernos. Después de un rato de conversar me dijo que tenía sueño y si me molestaba que durmiera un rato, le dije que me daba lo mismo cuando se pone de espaldas a mi y pude ver su culo. Debo reconocer algo: en los años que han pasado he tenido varias mujeres, pero ningún culo como el de ella. Lo único que quería era tocarla y sentirla cerca mio. Se quedó dormida y yo me acerqué a su cuerpo quedándome dormido también. No recuerdo cuanto tiempo pasó hasta que desperté, antes que ella, y la abracé por la espalda. De pronto ella puso ese culo hermoso contra mi pene y comencé a tocarla como si no importara nada. Dejó que la tocara y de a poco empecé a sacarle la ropa, mientras yo hacía lo mismo. Cuando toqué su concha, estaba completamente mojada y ella seguía haciendo como que dormía. Metí primero un dedo, luego dos y tres y ella se movía al ritmo de mis manos. Le saqué toda la ropa y ella con los ojos cerrados. Agarró mi pene y comenzó a masturbarme mientras gemía suavamente. Estábamos desnudos en mi cama y nos tocábamos como si se acabara el mundo. De pronto se volteó y me dijo que me pusiera un condón porque quería montarme. Flash era una alpargata al lado mio y no me di ni cuenta cuando la tenía arriba.
Se movía con mucha más soltura que la primera vez y dejaba que tocara y chupara sus tetas tan ricas. Yo también algo de experiencia había adquirido, por lo que los dos disfrutábamos del momento.
Sentía mi pico dentro de ella y parecía que tenía una mano adentro por la forma que sentía sus movimientos. Traté de besarla y solo me dejo besar su cuello. Su concha estaba tan mojada que mojó mis testículos con sus jugos hasta que ambos comenzamos a movernos más rápido sabiendo que ya nos íbamos. Ese orgasmo fue uno de los mejores que he tenido; boté como un litro de semen y ella tiritaba como electrocutada. Nos separamos y fuimos a la ducha por turnos. Se vistió como si nada nuevamente y me pidió que fuera a dejarla. Nos despedimos como buenos amigos y yo me quedé con el recuerdo hasta una próxima vez...

Aprendiendo con la prima lejana V